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Iósif Stalin

Iósif Stalin
Foto: Bundesarchiv, Bild 183-R80329 / CC BY-SA 3.0 DE

Biografía de Iósif Stalin

Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, identificado mundialmente como Iósif Stalin, pese a que su nombre también suele escribirse como: Jossif, Josef o Joseph, fue un polémico político de la antigua Unión Soviética, es decir, el territorio que en la actualidad se conoce como Federación de Rusia. Stalin nació el 18 de diciembre de 1878, en Gori, ciudad de Georgia, y murió el 05 de mayo de 1953, en Moscú. Hay quienes lo conciben como un héroe; otros, como un dictador, pues ostentó el poder alrededor de 30 años y bajo él hubo numerosas muertes Así, sus acciones cambiarían la historia del pueblo ruso. Es probable que «Stalin», aquel sobrenombre que adoptó desde muy joven, significara: «hecho de acero».

Los padres de Iósif Stalin fueron Vissarión Dzhugashvili, llamado cariñosamente Besó, y Ekaterine Giorgis Asuli Gueladze, también reconocida como Yekaterina Gueladze o Keke; sus conflictos matrimoniales eran una constante. Además, los dos primeros hermanos de Stalin fallecieron; él tuvo algunas enfermedades durante su niñez. El padre era alcohólico; tras varias peleas en bares y discusiones con Keke, decidió alejarse del hogar por un tiempo. En esa época, Stalin comenzó a aprender ruso. Vissarión Dzhugashvili quería que el joven trabajara con él en una fábrica de calzado; Yekaterina Gueladze prefería que estudiara. En 1894, Iósif Stalin se inscribió al seminario ortodoxo de Tiflis, lugar donde se acercó a los movimientos del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia y a la lectura de Karl Marx. En 1899 se alejó del seminario para organizar y asistir a diferentes marchas; a lo largo de unos diez años desarrollaría pequeñas actividades revolucionarias y poco a poco fue escalando políticamente.

En 1903, Iósif Stalin se casó con Yekaterina Semiónovna Svanidze y tuvo un hijo: Yákov Iósifovich Dzhugashvili, quien fue militar, peleó en la Segunda Guerra Mundial y terminó siendo capturado. Los alemanes pensaban pactar un intercambio, pero Stalin se negó; poco tiempo después, Yákov fue asesinado. En el año 1919, Nadezhda Serguéievna Allilúyeva se convirtió en su segunda pareja matrimonial, tuvieron dos hijos: Vasili y Svetlana. Nadezhda murió en 1932, fue encontrada junto a un arma. Hay varios rumores, unos afirman que ella se suicidó; otros, que fue asesinada por el mismo Stalin. En todo caso, la muerte rodeó a las compañeras sentimentales del político.

Stalin se convirtió en seguidor de la ideología bolchevique de Vladímir Lenin; en 1917 fue incorporado al Comité Central Bolchevique. Era la época de la Revolución bolchevique, o Gran Revolución Socialista de Octubre, en contra de la figura del Zar; ella terminó con el triunfo del Ejército Rojo. Tras ello, Iósif Stalin fue elegido como Comisario del Pueblo, tuvo ese cargo desde 1919 hasta 1922. En ese último año se lo nombró Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética; con el tiempo, aquel sería el puesto más importante de la nación y Stalin lo ostentaría hasta 1952. Luego de la muerte de Vladimir Lenin, en 1924, Stalin aumentó su poder. Tuvo un choque ideológico con León Trotski, quien pretendía una lucha socialista internacional, mientras que Stalin sólo deseaba fortalecer su país; los funcionarios de la Unión Soviética se inclinaron por las mejoras de su nación.

Tras traicionar a algunos de sus aliados políticos, la oposición a Stalin aumentó, pero el nuevo dirigente no estaba de brazos cruzados y pretendía mantenerse en el poder a toda costa. León Trotski, uno de sus grandes críticos, fue expulsado del país en 1929 y luego sería asesinado en 1940; el resto de opositores, entre ellos Serguéi Kírov, también serían sistemáticamente asesinados, en un fenómeno que se conocería como la «Gran Purga», o el «Gran Terror». Hoy en día no hay evidencias claras que involucren a Stalin, pero se supone su participación; además, los acontecimientos sucedieron mientras ostentaba el poder. Hubo miles de víctimas en ese periodo de la historia.

Un gran número de cambios se dieron en la década de 1930, entre ellos, ajustes en términos agrícolas, pero también en la producción de elementos tecnológicos; así, Stalin cambió la política económica del país y aumentó la industrialización. Además, él aplicó la llamada «colectivización económica» de territorios, ella era una idea que permitía la modificación de los derechos en la propiedad de la tierra: el estado asumía el control, facilitaba los trabajos y el producto beneficiaría a toda la población. Los campesinos ricos se resistían a los cambios, a ellos se les arrebataban los territorios y se los exiliaba o enviaba a campos de trabajo, o gulag, sigla rusa de la Dirección General de Campos de Trabajo Correccional y Colonias, la cual funcionó oficialmente desde 1930 hasta 1960. Así, se castigaba enviando a los habitantes, críticos políticos, prisioneros de guerra y delincuentes a campos de trabajo. En 1934, el país se unió a la Sociedad de Naciones.

Luego sucedió la Segunda Guerra Mundial. En 1939, la Unión Soviética realizó un pacto de no agresión con el régimen nazi, pero la Alemania rompió ese acuerdo; entonces la URSS, en 1941, se unió a los Aliados, detuvo la invasión del nazismo en Moscú y fue fundamental para la victoria total sobre Hitler y las demás Potencias del Eje. Los ganadores dividieron Alemania, un fragmento del territorio quedó bajo el mando soviético; otro, bajo las ordenes norteamericanas. Además de eso, la mayoría de países vecinos de la Unión Soviética, que también habían sido invadidos por los alemanes, pasaron a tener gobiernos muy cercanos ideológicamente a Stalin; algunos de ellos incluso fueron invadidos por los soviéticos. En 1941, Iósif Stalin se proclamó Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, hasta 1953. El mandatario solía escribir sus pensamientos políticos, dejando gran parte de sus ideas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se consolidó como una potencia y los cambios económicos, el crecimiento industrial y el desarrollo de los programas nucleares y espaciales obviamente implicaron cambios sociales. La población rusa parecía darle el visto bueno al gobierno de Stalin, lo hizo, en su mayoría, desde el inicio del mismo; tal vez por haber participado en el fin del régimen zarista. El siguiente y último capítulo histórico de Stalin sería la Guerra Fría, marcada por la batalla entre el capitalismo y el comunismo. Él padeció una especie de paranoia; parecía siempre tener miedo de ser traicionado. En 1950 comenzó a sufrir de hipertensión aguda; se cree que, en esa época, el político ya no tenía intenciones de participar en confrontaciones armadas internacionales. Según documentos oficiales, Iósif Stalin murió cuatro días después de sufrir un ataque cerebrovascular, en su dormitorio, luego de una reunión con otros políticos de su partido; su tumba se encuentra en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin. Nikita Serguéievich fue su sucesor.

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