Aristipo (435 a. C. – 350 a. C.) filósofo hedonista y fundador de la escuela cirenaica. Se caracterizó por asimilar el bien con el placer. Nació en Cirene, Grecia. Fue uno de los grandes discípulos de Sócrates. Lo acompañó hasta el momento de su ejecución. Luego de su muerte regreso a su localidad para enseñar filosofía. A través de la escuela cirenaica, propugnó el hedonismo. Varios de sus postulados filosóficos divergen de las ideas socráticas.
El filósofo griego despreció la dialéctica y dotó de importancia a la ciencia positiva. Tuvo algunas similitudes con Antístenes: defendió el nominalismo y el sensismo
Era muy importante la inteligencia para lograr dicho objetivo, en ese punto se une con las ideas de Sócrates, quien consideraba la ciencia como condición indispensable para lograr la felicidad humana.
Aristipo vivió en la corte del tirano Dionisio I de Siracusa. Recibió un alto salario a cambio de enseñar escritura. Fue un consejero muy admirado en la corte, pero, según los informes antiguos, aunque también se indica que dedicaba mucho tiempo a la diversión. Aparentemente, vivió una vida llena de lujos. Por otro lado, enseñó a su hija Arete sobre el hedonismo
Diógenes Laercio, aseguró, en sus relatos, que su obra fue extensa, muchas de carácter frívolo y no todas relacionadas con el campo de la filosofía. Por desgracia no se encuentra registro de la mayoría. Se conservan cuatro cartas bajo su nombre, evidentemente apócrifas.