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Historia

Historia de la publicidad

Historia de la publicidad
Pixabay / Libre de derechos

Historia de la publicidad

Desde tiempos antiquísimos con el inicio del comercio entre personas se vislumbró necesario el desarrollo de una actividad que incentivara un mayor consumo por parte de los clientes, que mejore la impresión de un producto o servicio sobre otros y que sea pro medio de un lenguaje persuasivo. En medio de este contexto surgen las primeras manifestaciones de publicidad, las cuales por ser una actividad naciente su primera materialidad fue la oralidad. Siendo inicialmente un acuerdo de palabra lo esencial para llegar a un trato. Algunos teorizan que la cuna de estas prácticas se ubica en la Antigua Grecia por su interés y evolución en el uso del lenguaje elocuente y sugestivo, además del hecho de ser un centro de interés para los viajeros o pueblos nómadas, en que pueden ofrecer su mercancía por medio de pregones, sin embargo hay datos que son anteriores a esto.

Los primeros registros físicos que se tienen respecto a una actividad publicitaria son un papiro perteneciente a la ciudad de Tebas del 3000 a.C. Y una tabla de arcilla correspondiente a Babilonia que data del año 2000 a.C. El primero se trataría de un anuncio sobre la fuga de un esclavo, su necesaria restitución y la remuneración que sería otorgada al individuo que lo capture para devolverlo a su amo. Por otro lado, el segundo caso en sus inscripciones describe un vendedor de ungüentos, un escribano y un zapatero. Lamentablemente estos medios eran poco eficaces pues el papiro era un elemento muy valioso por la dificultad en su creación, siendo entonces muy escaso, mientras que las tablas de arcilla tenían un proceso de reproducción muy complejo, elaborándose sólo unas cuantas de aspecto similar.

En el caso de Grecia, aproximadamente desde el siglo VIII se mejoran los medios para la difusión de propaganda, apareciendo así: axones, hyrbos y el Kérux. Los axones son considerados el primer ancestro de lo que se denominaría cartel, estos eran escritos que se encontraba fijados en soportes formados por piezas de madera o piedra labrada, con regularidad estos informaban sobre los mensajes del gobierno. Una variación de este método fue el hyrbos, que fijaba mensajes en las columnas cilíndricas de la ciudad. Finalmente el Kérux era el anunciante por medio de la voz, que destacaba por su buen manejo del discurso para informar tanto de noticias como mensajes de comercio a las gentes.

La práctica de esta figura continuó luego de la caída de Grecia, que fue posteriormente asimilada por Roma. El cargo pasaría a ser denominado como praeco, quien difundía a nuncios en un tono de voz muy elevado para llamar la atención de los transeúntes. Se realizaron marcas tipo grafiti para reemplazar los axones e hyrbos. Además de esto se empleó el uso de los Libelli, los cuales eran papiros que se podían adherir a cualquier superficie plana.

Con la caída del imperio romano las prácticas se difundieron por los demás territorios en occidente. Para la Edad Media se desarrolla la profesión de pregonero, quienes en compañía de algún instrumento musical usado de forma estridente centraban la atención en sus anuncios. Estos mensajes por lo general se les eran brindados por la iglesia. También los mercaderes anunciaban por medio de vociferaciones los productos que vendían. También se dio el  nacimiento de la figura del charlatán, a quien se le pagaba para fingir estar interesado en la compra de un objeto especifico e incentivar al resto de las gentes a realizar lo mismo por lo satisfactorio de la adquisición.

Con la llegada de la imprenta en El Renacimiento, la publicidad cambia drásticamente sus formas. Los comerciantes harían uso de esta para difundir más ampliamente sus servicios y las cualidades de los productos que tienen en su disposición a través de las diferentes ciudades. Se crean los primeros periódicos o álbumes, los cuales tienen la capacidad de albergar mayor cantidad de información. Poco después se integrarían a estas las ilustraciones y especificaciones que darían al cliente más detalles respecto al producto u objeto de interés.

Los inicios de la publicidad tal como la conocemos hoy en día se dieron en medio de la Revolución Industrial, en este periodo de tiempo se gestarían las primeras agencias que garantizaban la difusión de propaganda. Se empieza a dar protagonismo a la imagen como una forma de atracción. También se comienzan a realizar estudios y análisis de mercados para generar campañas dedicadas a visibilizar un producto a clientes potenciales.

Para el siglo XX las agencias se profesionalizarían aún más, llevando la publicidad a su máximo apogeo. La creatividad prima a la hora de generar anuncios. Se enfatiza el uso de la imagen, el lenguaje y la persuasión para diseñar un mensaje armónico y atrayente. Con la llegada de nuevos medios como la radio, el cine, la televisión e internet, se diversifican las expresiones en las que puede inscribirse la publicidad, aumentando progresivamente la expresión creativa para sacarle el mejor provecho al medio en que se va a difundir.

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