Historia
Gilberto Rodríguez Orejuela
Nombre Completo | Gilberto Rodríguez Orejuela |
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Nacimiento | enero 30, 1939 |
Fallecimiento | junio 1, 2022 |
Ocupación | Narcotraficante, exjefe del Cartel de Cali |
Apodo/Pseudónimos | El Ajedrecista |
Nacionalidad | Colombiana |
Padres | Ana Rita Orejuela |
Signo zodiacal | Acuario |
Biografía de Gilberto Rodríguez Orejuela
Gilberto Rodríguez Orejuela (30 de enero de 1939 – 1 de junio de 2022 ) narcotraficante, fundador del Cartel de Cali. Nació en Mariquita, Tolima. Se crió en el seno de una familia de ingresos modestos, su padre era pintor autodidacta y su madre se dedicaba al cuidado del hogar. Decidieron trasladarse a la ciudad de Cali, cuando Gilberto era un niño, para encontrar más oportunidades laborales. Mientras estudiaba el bachillerato, su padre se ausenta del hogar; esto hizo que el joven dejará sus estudios para hacerse cargo del hogar. A los trece años trabajó como domiciliario en una droguería, entregando medicamentos en una bicicleta.
Los hermanos Orejuela
Gilberto comenzó a apreciar la vida delincuencial junto a su hermano Miguel, estaban cansados de tener una vida económica limitada. Por ello, comenzaron a realizar pequeños actos delictivos en la ciudad de Cali. Posteriormente, los hermanos Rodríguez conformaron una peligrosa banda delincuencial que después sería conocida en la década de los 70’s como Los Chemas, a esta banda se unió José Santacruz. Está banda paso del asalto de camiones de carga al secuestro y la extorsión. Fueron acusados del secuestro de dos extranjeros, luego de ese momento se desplegó una lista interminable de delitos.
El Cartel de Cali
Para los 80’s Los Chemas fueron olvidados y se constituyó El Cartel de Cali; ya era una organización ilegal con fuerza en el Valle del Cauca; su organización controlaba una cadena de boticas en todo el país, llamada Drogas La Rebaja, una red de emisoras de radio, El Grupo Radial Colombiano, un laboratorio farmacéutico y un banco en Panamá y otro en Colombia. En 10 años, El Cartel era considerado la organización ilegal con mayor incidencia en el tráfico de cocaína hacia EE.UU., importaban la pasta de coca desde Perú y Bolivia, siendo los responsables del 80% de la droga que arribó a tierras norteamericanas.
Su impacto en la vida social vallecaucana fue notable, para 1977 poseía buenas relaciones con los miembros de las clases más distinguidas altas; políticos y altos mandos militares. Además, realizó colaboraciones económicas a algunos dirigentes deportivos de Cali; intentó ser socio mayoritario de la Asociación Deportivo Cali, pero el entonces presidente del equipo, Alex Gorayeb rechazó tal propuesta. Por el contrario, en el América de Cali, tuvo suerte y pudo realizar varias inversiones económicas. Siendo responsable de la consecución de varios títulos de dicho equipo.
Primer arresto
En 1984, corría el rumor entre las autoridades que Gilberto Rodríguez Orejuela y Jorge Luis Ochoa, estaban creando una red para la distribución de cocaína en Europa, las autoridades actuaron cautelosamente logrando la captura de Gilberto en España en febrero de 1986, le fue incautada una gran suma de dinero en efectivo, además de varios bienes a su nombre. La justicia norteamericana solicitó al gobierno español la extradición de Rodríguez y Ochoa. Pero, las autoridades de Colombia, también solicitaron que los detenidos fueran remitidos al país.
A mediados de 1986, Gilberto Rodríguez Orejuela y Ochoa fueron enviados a Colombia para ser acusados por narcotráfico; Rodríguez fue puesto a órdenes de un juez de Cali y Ochoa a un juez de Cartagena. Gilberto Rodríguez Orejuela logró hacerse con la suya afirmando que conocía la cocaína por su profesión de farmaceuta, asegurando ser un hombre de negocios en el Valle del Cauca. Indudablemente, esta situación no pasó a mayores porque Gilberto estratégicamente se había aliado con personas influyentes de la región. Facilitándole así, el comercio y tráfico de cocaína, tenían su centro de operaciones en la ciudad de Cali.
Guerra con Escobar y el Cartel de Medellín
A nivel nacional mantuvo estrechas relaciones de cordialidad, hasta cierto momento, con Pablo Escobar. El rompimiento de las relaciones se dio por la negativa de Gilberto y de Helmer Herrera de validar una propuesta de Escobar sobre la extradición de los narcos colombianos. Por ello, declaró objetivo militar a Gilberto Rodríguez y a sus socios, como respuesta a su amenaza Herrera convence a Rodríguez de atentar contra Escobar, Rodríguez respalda esta decisión y se une activamente a esta causa. El primer atentando que realizaron fue el 11 de enero de 1988 con la instalación del carro-bomba frente al Edificio Mónaco donde residía Escobar y su familia, a partir de ahí estalló la guerra contra el Cartel de Medellín.
En 1993, con la muerte de Escobar, el gobierno del presidente Ernesto Samper, al cual se le acusó de haber recibido donaciones del Cartel de Cali, escándalo conocido como el proceso 8.000, pone sus ojos en la búsqueda de Gilberto Rodríguez Orejuela y del Cartel de Cali. Las autoridades comenzaron a realizar un detallado y minucioso seguimiento a Gilberto; por medio, de sus familiares y posibles amantes, pero esto no dio resultado. Hasta que, empezaron a seguir a Alberto Madrid, su contador.
Proceso 8.000
En este momento, estalla el llamado Proceso 8.000, uno de los escándalos de corrupción política más populares del país, denunciado por la Fiscalía y el Gobierno de Estados Unidos, fueron acusados numerosos personajes de la vida pública, hasta el propio presidente Ernesto Samper, quien se acusó de haber recibido una suma de dólares importante para su campaña presidencial. Pero un amañado fallo absolvió al mandatario de toda responsabilidad. Entonces el presidente Samper decide reforzar el Bloque de Búsqueda con miembros de la Policía y comandos élite con el fin de desarticular los carteles de la droga, que ya estaba funcionando de manera tímida.
Posteriormente, el Bloque de Búsqueda y el Comando Especial Conjunto CEC da con el paradero del contador y de Rodríguez, se procede a dar aviso a las autoridades; llegaron a una casa con fachada muy común ubicada en la calle novena. Pero en el momento en que los oficiales del CEC golpearon y de inmediato entraron la casa contenía objetos carísimos. En el inmueble estaba Alberto Madrid, dos muchachas del servicio y otro hombre de aspecto corpulento. Los investigadores requisaron el inmueble, donde encontraron dólares, dos millones de pesos en efectivo, un radio de comunicación y algunos documentos claves para su captura.
Libertad y extradición
En ese sentido, fue sentenciado el 9 de junio de 1995 a quince años de prisión, al final terminó pagando siete años por confesión y buena conducta. Fue puesto en libertad en noviembre de 2002, gracias una cuestionable sentencia judicial expedida por el juez Pedro José Suárez, quien se basó en la figura del habeas corpus para tomar tal decisión. Dos años después, las autoridades estadounidenses descubren un delito que no había confesado, él envió de 150 kilos de cocaína a los Estados Unidos en 1990. Por ese motivo, Gilberto fue recapturado y extraditado a los Estados Unidos en diciembre de 2004. Además, se le acusó por haber continuado sus actividades ilegales mientras estuvo encarcelado.
Desde mayo de 2014 Humberto, Jaime y María Alexandra Rodríguez Mondragón, hijos de Gilberto; y María Fernanda y Juan Miguel Rodríguez Arbeláez, hijos de Miguel, enfrentan un juicio en el que ha declarado Gilberto Rodríguez, por vídeo conferencia desde prisión, que sus hijos y sobrinos no tienen nada que ver con los delitos de narcotráficos llevados a cabo por él y su hermano. Los acusados enfrentan cargos por lavado de activos, por ser socios de Drogas La Rebaja y Laboratorios Klessfor. Gilberto expone enfáticamente al juzgado Primero Especializado de Bogotá que sus familiares no eran testaferros y que él dejó de intervenir en estas empresas desde el año 1998.
Muerte
Preso en Estados Unidos desde 2004, Rodríguez Orejuela falleció el miércoles 1 de junio de 2022, a los 83 años. El excapo padecía una enfermedad que lo aquejaba desde hace tiempo. En 2019 había pedido la liberación anticipada por principios de compasión y clemencia, debido a sus profundos quebrantos de salud provocados por el cáncer.