Historia
Augusto
Biografía de Augusto
Augusto (63 a.C – 19 de agosto de 14 d. C) primer emperador romano. Nació en Roma, Italia. Su familia era rica y acomodada; su padre era pretor de Macedonia y su madre era familiar de Julio César. A Augusto también se le conoce con el nombre de Octavio. Augusto es popular por haber sido el emperador romano que más tiempo gobernó.
A muy temprana edad su familia se trasladó a Velletri, donde su padre había nacido. Durante su juventud desarrolló aptitudes para la política y el ejército, por lo tanto, Julio César decidió convertirlo en su heredero en el año 45 a.C. al poco tiempo Julio César fue asesinado. Para ese momento adelantaba varias campañas en Hispania y en Epiro. Decidió dirigirse a la capital; Marco Antonio y Lépido habían repartido el territorio. De ahí que, se desencadenara la confrontación conocida como las Batallas de Octavio. En su lucha contra Marco Antonio contó con el apoyo de Cicerón, los republicanos del Senado y los grandes financieros, gracias a los cuales logró un ejército propio.
Luego de vencer a Marco Antonio, volvió a Roma y el Senado le nombró cónsul, pero por su poca edad, su petición fue denegada. Posteriormente, con el apoyo de las milicias tomó el poder sobre Roma. Se otorgó poderes extraordinarios y se alió con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Lépido, formando un triunvirato. Los republicanos fueron perseguidos de manera constante hasta el fin de la batalla de Filipo en Macedonia.
Marco Antonio, asumió el poder de la zona occidental. Esto produjo un enfrentamiento entre ambos, la guerra de Perugia, en la que Agripa, defendida por Octavio, derrotó a las tropas de Marco Antonio. Surgió un nuevo acuerdo para definir nuevamente la repartición del poder. Octavio gobernaría toda la parte occidental; Marco Antonio tendría el poder de la parte oriental hasta el río Drin; Lépido dominaría África; y por último Italia sería gobernada por los tres conjuntamente. Para mantener la paz, Marco Antonio se casó con Octavia la Menor, hermana de Octavio.
Marco Antonio se enamoró de Cleopatra, la reina egipcia. Lo anterior generó una gran confrontación, pues estaba afectando las políticas y los intereses de Roma. Entonces, le declaró la guerra a Cleopatra en el año 32 a.C. al derrotarla ingresó a Alejandría. Poco después, desesperados, Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron. Egipto se anexionó a Roma, lo que otorgó a Augusto el control de toda la zona mediterránea.
Augusto llevó a cabo varios cambios en la forma de gobierno: trasformó la República en un sistema político más parecido a un Imperio, división del poder, se otorgó varios títulos de poder: Tributo Vitalicio, Cónsul Vitalicio, Prefecto de las costumbres, Gran Pontífice y finalmente Padre de la Patria. Instauró el culto a su persona, aunque no se divinizó. Mejoró la economía y la estabilidad de Roma. En tal sentido, creó el Consejo del Príncipe para reformar las instituciones, integró en ellas personas cercanas, como Agripa.
Dividió las provincias en senatoriales e imperiales; gobernadas por el senado y gobernadas por el emperador, respectivamente. De igual modo, en cuanto al sistema fiscal instauró una gestión directa, favoreció a los pertenecientes a la orden ecuestre, brindó una protección en las fronteras para evitar enfrentamientos con los partos y los germanos.
Adoptó a Tiberio como su sucesor. Luego, murió en el año 14 en Nola, específicamente el 19 de agosto. Tiberio asumió el poder. El pueblo lo acogió en honor a Augusto puesto que le tenían mucho respeto y agradecimiento por la labor adelantada, tanto así que el pueblo pidió que se le divinizara, tras lo cual el nombre de Augusto sería utilizado como título por los siguientes emperadores. Su cuerpo fue trasladado a Roma y cremado en el Campo de Marte.