Historia

Historia del Movimiento 19 de abril – M19

Historia del Movimiento 19 de abril – M19

Movimiento 19 de abril (19 de abril de 1970). Este movimiento colombiano más conocido como el M-19, se convirtió en una organización político-militar, patriótica, antioligárquica, antiimperialista, que cree en los cambios sociales del país, por medio de la lucha de los obreros, campesinos y trabajadores en general. La intención de esta amplia lucha es que todos los explotados puedan lograr la destrucción del actual estado oligárquico, generando con ello, la liberación de la patria y la instauración del socialismo. El M-19 fue conformado por miembros de la ANAPO, el partido de Rojas Pinilla, y del Partido Comunista y las Farc.

El M-19 nació como respuesta a las acciones de las oligarquías tales como el fraude y la violencia desarrollada sobre el movimiento político Alianza Nacional Popular (ANAPO) en el periodo electoral donde le robaron las elecciones al general Gustavo Rojas Pinilla. Ahora bien, es necesario mencionar que el M-19 nace de una facción de la ANAPO. Su creación busca representar la frustración de las masas. Y su objeto inicial es respaldar por medio de las armas la voluntad popular.  En pocas palabras, el el M-19 se presentó como “el brazo armado del pueblo anapista”. Luego, este movimiento comenzó a argumentar que todos los explotados y marginados de Colombia tenían la necesidad de conformar un grupo armado.

Con el paso del tiempo el movimiento antioligarca fue tomando las ideas del socialismo científico, creado por Karl Marx y Friedrich Engels, y las fueron aplicando a las necesidades y condiciones concretas del momento. Con esto, fueron entendiendo que debían reforzar el ámbito político, ideológico, y organizativo. Reforzaron la visión de que la clase obrera es la fuerza mayor de la revolución, aunque no desmeritaron la importancia de generar alianzas con los campesinos y demás sectores populares, que también sufrían las mismas problemáticas sociales. Aunque, esta situación cambió con Jaime Bateman en la cúpula, optaron por tomar una postura nacionalista y muy propia.

Con lo anterior, el M-19 sentó una diferencia, al querer integrar las armas con la política, con grupos como las Farc y el Eln. El M-19 no pretendió estar aislado en el campo y distante de la arena política ni de los movimientos políticos de la urbe. Israel Santamaría fue un abogado, Dirigente Nacional de Anapo y del M-19 desde su fundación, también fue representante a la Cámara por el Departamento de Antioquia en 1974, él afirmaba que era necesaria la presencia del movimiento en la ciudad para defender su desarrollo político.

La conformación de este grupo guerrillero tenía ciertas bases ya organizadas, en todos los ámbitos, especialmente en el económico, ya que sus miembros eran personas ilustradas y que contaban con profesiones. En este sentido, ellos financiaron diversos métodos para anunciar su nacimiento, publicaron varios avisos de expectativa en la prensa. Estas acciones audaces de publicidad armada pronto hicieron que todo el país conociera sus banderas.

Mientras generaban expectativa y asombro, acompañada de otros varios sentires de la sociedad colombiana, en especial la bogotana. Realizaron, el 17 de enero de 1974 un acto sorprendente cuando en la Quinta de Bolívar en Bogotá y robaron la espada del Libertador. Se dice que la espada fue escondida en un prostíbulo y duro escondida durante 17 años, luego estuvo en manos de personalidades como Otto de Greiff, Luis Vidales y Fidel Castro.

Desde este suceso hasta 1976, se dio la ejecución del líder sindical José Raquel Mercado, un hombre que tenía como vocación ser músico popular, pero que consiguió llegar a la presidencia de la Confederación de Trabajadores de Colombia CTC en los años sesenta, en pleno Frente Nacional. Este fue secuestrado por 64 días, en donde se le acusó por medio del boletín No. 13 del movimiento insurgente por traición a la clase obrera. El M-19 convocó a una especie de consulta entre los movimientos de izquierda, que pretendía saber si Mercado debería ser ejecutado. Las votaciones aprobaron su ejecución. En la madrugada del 19 de abril su cuerpo fue arrojado en la calle 63 con carrera 50.

Unos años después esta organización guerrillera robó 4.076 armas del Ejército del depósito del Cantón Norte, en el norte de la capital. Para realizar dicha maniobra, construyeron un túnel subterráneo desde la casa del militante Rafael Arteaga, esta casa fue comprada estratégicamente 10 semanas atrás para este objetivo y para servir de centro de inteligencia militar. El gobierno de Julio Cesar Turbay, respondió con un feroz ataque la aplicación del Estatuto de Seguridad y la recuperación de la mayoría de las armas. Muchos de sus líderes cayeron presos en poco menos de dos años.

Sin embargo, las acciones que buscaban poner en jaque al gobierno continuaron. El 27 de febrero de 1980, un comando de guerrilleros al mando de Rosemberg Pabón, alias ‘Comandante Uno’, tomó como rehenes varias personas que se encontraban en la embajada de la República Dominicana en Bogotá, donde se celebraba una reunión social, los rehenes fueron 17 embajadores. Para su rescate exigían un pago de 50 millones de dólares y la liberación de más de 300 guerrilleros presos. La negociación tardó 60 días, los rehenes fueron liberados en Cuba y se dice que Turbay les pagó tres millones de dólares.

El M-19 comenzó a ser juzgado y desmeritado por muchos que apoyaron su fundación, cuando en sus inicios, hacían el papel de Robín Hood, asaltaban camiones de leche de un supermercado en Bogotá para entregársela a los pobres. Esto generó el afecto de ciertas personas en sus inicios. Para mitad de 1986 se publicaban diversas noticias en donde aseguraban que el movimiento antioligarca estaba a punto de acabarse, debido a las muertes de sus líderes. El primero en fallecer fue Iván Marino Ospina, que murió en 1985 en un enfrentamiento con la policía. Luego, con la toma del Palacio de Justicia de Bogotá, perdieron la vida Luis Otero que dirigió la operación, Andrés Almarales y Alfonso Jaquim.

Posteriormente, fue el turno para Fayad, comandante máximo del grupo por ese entonces, fue descubierto en Bogotá y murió fusilado. Tres meses después, Israel Santamaría, otro legendario comandante, falleció en combate cerca de Medellín. De los 22 comandantes fundadores del M-19, sólo quedaban vivos: Carlos Pizarro, Antonio Navarro, paralítico tras un atentado sufrido en mayo de 1985, Rosemberg Pavón, Vera Grave, Everth Bustamante, Otty Patiño y Rafael Arteaga.

Ahora bien, las acciones de terrorismo urbano, como secuestros a líderes políticos y de industriales, farsas de juicios políticos a secuestrados y actos efectistas y sanguinarios, estaban muy cerca de desaparecer. Debido a que en enero de 1989 se realizó la primera reunión oficial entre el movimiento y el gobierno para llegar a varios acuerdos, en estos el M-19 aceptaba las condiciones de política de paz del gobierno y reconocía que la necesidad del diálogo. El gobierno nacional aceptó la conformación de espacios para discutir los problemas del país y le aseguró al M-19 su inserción a la política. Por ello, en la Constitución de 1991 se establecieron los cupos del Congreso para grupos guerrilleros desmovilizados. Este punto fue un fracaso y, sin embargo, la desmovilización se llevó a cabo el 9 de marzo de 1990. El M-19, fue la principal fuerza política contraria a los partidos tradicionales.