Arte
Historia de la música
Historia de la música
La música es uno de los diversos elementos que ha acompañado al hombre desde el principio de su vida, haciendo acto de presencia en prácticamente casi todo momento fundamental, contribuyendo al nacimiento de las sociedades y algunas de sus costumbres. Llevando a catalogársele como una manifestación artística de carácter universal. Debido a esto es difícil determinar con seguridad el momento en que empezó a realizarse música, sin embargo se prevén ciertos escenarios que influyeron en los hombres primigenios para su desarrollo.
Las primeras muestras de civilización datan del 50.000 a.C. En la prehistoria. La relación del ser humano con el sonido podía entenderse de una manera simple: mientras fuera emitido significaría señal de vida. Los registros pictóricos rudimentarios corroboran esto, destacando la unión existente entre el ruido y la danza. Se podría llegar a concluir que en aquellos años el entorno le presentaba una gama de sonidos y movimientos que intentó imitar, valiéndose de algunas herramientas para producirlos (huesos, ramas, rocas, etc.).
Posteriormente, esta práctica sería utilizada como un ritual para celebrar la caza o los festejos alrededor del fuego. En estas, los hombres pondrían de manifiesto todas sus sensaciones vividas por medio del uso de la voz, usando de forma diferente a lo habitual. Estos relatos eran acompañados por algunos instrumentos labrados en hueso, madera o restos de frutos duros.
En el antiguo Egipto, la música empieza a desarrollar conocimientos técnicos, entre ellos una escala de siete sonidos, sin embargo estos eran exclusivamente reservados a sacerdotes y a la naciente profesión de músico. También se efectúa el desarrollo de instrumentos de viento y cuerda como el oboe doble o el arpa, este último era el más apreciado por su tonada suave. La música acompañaba los actos de culto, las ceremonias y la guerra.
“La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”. Miguel de Cervantes Saavedra
Tanto para Grecia como Roma, la música era un factor esencial en las prácticas sociales, pues estas esencialmente se usaban para transmitir un conocimiento educativo a los habitantes. Aparece la figura del rapsoda o aedo, los cuales viajan por los pueblos recitando lo poemas épicos que guardan la memoria del pueblo y sus tradiciones, acompañando la narración con el uso de una lira. En las fiestas dionisiacas era indispensable el uso del aulós, un instrumento de viento similar a una flauta, por su conexión con lo divino. Con el desarrollo de las comedias, tragedias y dramas, se condensaron el canto, la música y la danza en una sola representación artística.
En la otra parte del mundo, en oriente, se transmitía el conocimiento musical de un instrumento específico a partir de dinastías. La unión de sus practicantes en agrupaciones musicales componía sonidos bajo la concepción de la armonía entre los instrumentos y el tiempo, para que estos no se interrumpan entre sí. También, se desarrolló una escala de sonidos compleja basada en afinidad entre instrumentos y su potencial al generar melodías.
Luego de la caída del imperio romano, en la Edad media, la música seguiría relacionada con lo sagrado, la forma sería por medio de los cantos gregorianos, alabando la figura del dios de la religión cristiana. En este momento también aparece una variedad de música más popular y accesible para las gentes de baja escala social, por medio de juglares, trovadores o troveros, que componían sus cantos a partir de historias que escuchaban. Estas creaciones se destacaban por no siempre tratar de un héroe o una figura sagrada, podrían ser simplemente hechos del día a día o hechos que acontecieron recientemente que se modificaron para ser transmitidos por medio de canciones.
En la época del Renacimiento, se desarrolla el concepto de polifonía en el pueblo de Flandes, relacionando dos o más voces y sonidos en medio de un equilibrio armónico. Esta concepción se vio refleja con el desarrollo del estilo flamenco. En Francia se llevó a cabo la creación de la Chason, aquella condensaba el tema amoroso, además de la crítica política y social en una expresión cantada, potenciando la fuerza rítmica de los sonidos. Por su parte Italia inspirada en el modelo flamenco instauró la fróttola y la lauda.
Con el movimiento Barroco influenciando la música aproximadamente entre los años 1600 a 1900, se empieza uno de los periodos más abundante y prósperos en composiciones. A partir de este periodo se desarrollan las concepciones técnicas que mantenemos hasta nuestros días desde las escalas, el acompañamiento, los tonos, hasta la armonía, intensidad y expresividad. Se consolidan los espacios para la audición de música destina sólo para las clases sociales altas, además principales espectadores de las sinfonías. En cuanto a la voz se emplea la práctica de castrar niños para mantener su voz todavía aguda (los Castrati), debido a que esta tonalidad era considerada la mejor.
“La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer”. Ludwig Van Beethoven
A partir del clasicismo se perfeccionan los aportes de la época barroca en cuanto a la técnica y el equilibrio de estructura y melodía. Este periodo también es conocido por ser la edad de apogeo respecto a las orquestas sinfónicas. La música siguió evolucionando y volvió a recuperarse en valor esencial de pertenecer a todo tipo de gentes, ramificándose en distintas variedades según las culturas, estilos, influencias, etc. Hasta el punto de llegar a variedades casi infinitas.