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Arte

Bartolomé Esteban Murillo

Biografía de Bartolomé Esteban Murillo
Bartolomé Esteban Murillo [Public domain]

Biografía de Bartolomé Esteban Murillo

Bartolomé Esteban Murillo (31 de diciembre de 1617 -3 de abril de 1682) Nació en Sevilla, España. Pintor barroco español, considerado uno de los artistas más representativos de este movimiento artístico y cultural, entre sus obrar más exaltadas se encuentran Las Inmaculadas. Hijo de Gaspar Esteban, un barbero y María Pérez Murillo, quien provenía de una familia de plateros. Murillo creció en el seno de una familia con recursos moderados; cuando esta tenía nueve años quedo huérfano y una de sus hermanas se hizo cargo de él; por la pérdida debió encontrar la manera de sostenerse, es por esto que empezó a desempeñarse como pintor en el taller de Juan del Castillo.

Murillo el pintor

Tras la muerte de sus padres, Murillo, empieza a trabajar en el taller de Juan del Castillo, pariente de Murillo por el lado materno, con el paso del tiempo fue desarrollando sus habilidades, sus pinturas fueron reconocidas como una de las pinturas representativas del movimiento barroco español. A los trece años ya se desempeñaba como pintor independiente en Sevilla, pasados uno años recibe su primer pedido importante, este consistía en una serie de lienzos que serían exhibidos en el claustro de San Francisco el Grande, esta serie constó de trece cuadros, entre los más exaltados de la colección están: San Francisco confortado por un ángel, San Diego dando comida a los pobres, San Diego en éxtasis ante la Cruz, La cocina de los ángeles y Fray Junipero y el mendigo. Estos lienzos fueron más tarde saqueados durante la invasión napoleónica de 1810, dos de estos se perdieron y otros fueron repartidos por diferentes lugares de Europa y América, quedando uno en Sevilla. En las obras se destacan las virtudes franciscanas, dando énfasis en la solidaridad y la caridad, además de los milagros que experimentaron números miembros de la comunidad franciscana.

Esta primera serie fue exaltada y le trajo gran reconocimiento, desde entonces fue llamado para realizar diversos trabajos en Iglesias y comunidades religiosas, es necesario resaltar que la mayoría de sus obras fueron inspiradas en la temática religiosa, en estas representaba ángeles, querubines, la sagrada familia y escenas de la Biblia, entre otros; también tuvieron espacio en sus pinturas escenas del cotidiano como las expuestas en las pinturas: El niño con el perro (1650), Muchacha con flores (1670) y Niños comiendo de una tartera (1675), entre otros. El éxito de sus pinturas le permitió llevar una vida holgada, sin dificultades económicas; en 1645 contrajo matrimonio con Beatriz Cabrera y Villalobos, con la cual tuvo nueve hijos, tres de estos murieron en el momento en que la peste llegó a Sevilla.

Después de entregar sus primeras pinturas a catedrales, Murillo, empezó a especializar en temas iconográficos, ahondando especialmente en la figura de la Virgen y el Niño que fueron representados en numerosas ocasiones por Murillo. El pintor presentaba a la Virgen, joven, dotada de belleza, delicadeza y gracia, lo cual es notorio en las pinturas: La Virgen del Rosario (1650), Virgen de la Servilleta (1666), Inmaculada Concepción (1670) La Asunción de la Virgen (1670) y la Inmaculada de Soult (1678), asimismo, representó a otras mujeres santas como la pintura Santas Justa y Rufina de 1666 y la Magdalena Penitente, que ha sido datada entre 1650 y 1655.

Immaculada de Soult

En 1658 se trasladó a Madrid, en la ciudad pintó Invitation to a game of argolla (1659), Two Peasant Boys and a Negro Boy (1660), El Buen Pastor (1660) y La Sagrada Familia (1660), entre otros; durante su estancia intervino en la fundación de la Academia de Pintura, la cual dirigió junto a Francisco de Herrera el Mozo. Esta fue una de las épocas de más actividad artística de Murillo, trabajó para el Monasterio de San Agustín, seguido empezó el desarrollo de la serie de cuadros para Santa María la Blanca, los que terminó en 1665. Retorno a Sevilla en 1660, donde más tarde trabaja para la comunidad de capuchinos de Sevilla, para los que pintó la obra Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna (1678), él trabajó para los capuchinos tomó varias décadas, al final de la intervención artística de Murillo, el templo lucía como un museo, sus obras giraban entorno a la vida de Santo Tomás de Villanueva. Más tarde pinta seis lienzos para el Hospital de la Caridad, estos hacían alusión a las obras de misericordia, como el San Juan de Dios. Las obras de Murillo expuestas en el hospital fueron robadas en 1810, por el Mariscal francés Soult, quien posteriormente las exhibió en su casa de París, tras la muerte del francés sus hijos vendieron las obras, en la actualidad son expuestas en diferentes museos del mundo.

Entre 1681 y 1682, empezó la serie de lienzos para la Iglesia de los Capuchinos de Cádiz, esta se vio obstaculizada al sufrir un accidente, mientras trabajaba se cae de un andamio, esta caída lo dejó enfermo hasta su muerte el 3 de abril de 1882. El trabajo de Murillo ha sido dividido en tres etapas, según Juan Agustín Ceán Bermúdez, la primera abarca los primeros trabajos de Murillo hasta 1652, a este le llamó el estilo frió; el segundo periodo fue nombrado el periodo cálido abarcó los años 1652 a 1656 y el ultimo es el periodo vaporoso, este empieza en 1667 hasta 1682.

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