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Gorgias

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Dominio público

Biografía de Gorgias

Gorgias de Leontinos, más conocido únicamente como Gorgias, fue un filósofo y retórico presorático de la escuela sofista de Grecia. Nació en el año de 483 antes de Cristo, en la ciudad de Leontini, Sicilia, Italia; y falleció en el año de 375 antes de Cristo, en la ciudad de Lárisa, Grecia. Gorgias fue hijo de Carmántides, y se desempeñó en la Antigua Grecia como orador, siendo estudiante de Empédocles y maestro de Alcidamante (hermano del médico Heródico), Isócrates, Hipócrates y Polo de Agrigento. Durante su larga y saludable vida de 108 años de edad, Gorgias fue respetado en toda Grecia por su trabajo, por lo que pudo conseguir buen dinero y viajar por toda la nación, sin tener nunca un solo domicilio. A propósito de esto, Aristófanes decía de él que era como una rana que vivía en un constante salto de charco en charco, croando (enseñando) en los lugares donde aterrizaba. Por otro lado, sobre la fortuna de este filósofo y orador, su discípulo Isócrates dice que esta solvencia económica se debía a que su maestro nunca tuvo hijos ni mujer, lo que le supuso ahorrarse los gastos que le hubiera costado sostener una familia; dice además que, como siempre estaba de viaje, nunca se vio en la obligación de pagarle impuestos a ninguna ciudad ni a Grecia misma como Estado. Por su parte, Filóstrato dice de él que, de entre todos los sofistas, fue el más destacado; y que debería ser nombrado como el padre de esta escuela. Pero bien, cabe preguntarse:

 

¿Quiénes eran los sofistas?

Los sofistas eran un grupo de filósofos, oradores y pensadores griegos que se dedicaron a impartir clases de retórica y de filosofía a cambio de dinero por toda la Antigua Grecia. Estos surgieron luego de los llamados presocráticos, quienes buscaron explicar el mundo a partir de los fenómenos naturales, y se distanciaron de estos en cuanto buscaban darle un fin práctico a la filosofía, teniendo como fin enseñarles a sus discípulos a ser ciudadanos de bien y a tener éxito en la política mediante el discurso. Su nombre proviene de la palabra griega “sophía”, que puede traducirse como “sabiduría”; y de la palabra “sophós”, que puede traducirse como “sabio”. Entre los principales exponentes de esta escuela se pueden nombrar a Gorgias, Pródico, Protágoras, Hipias, Critias, Trasímaco o Calicles.

 

Críticas a los Sofistas

No obstante, los sofistas fueron objeto de múltiples críticas dentro de la Antigua Grecia. Por ejemplo, Platón decía que solamente con el aprendizaje retórico no se podía llegar a ser un hombre virtuoso, además de que los discursos de los sofistas estaban llenos de engaños y de trampas del lenguaje, por lo que no eran más que charlatanes. Agregado a esto, Platón se burlaba de los postulados de Protágoras y de Gorgias, quienes decían que la palabra podía persuadir haciendo de los argumentos débiles unos sólidos y convincentes que pudieran “conducir el alma” de quien los escuchaba, diciendo que más que conducción había era una captura del alma del oyente por medio de engaños. Por su parte, Aristóteles también renegó de esta escuela, llegando incluso a escribir sus Refutaciones sofísticas, en donde enumera y explica 13 tipos de falacias, también conocidas como sofismas.

 

Pensamientos filosóficos de Gorgias

En cuanto a sus ideas, Gorgias, junto a Protágoras, tomaron como base los conceptos de relativismo y de escepticismo. Así, Gorgias desarrolla estas ideas y llega al nihilismo, según la cual no existen o no importan los valores ni las convicciones. Esto se da por la negación de la opinión sobre las cosas que no son permanentes, pues toda opinión puede ser falsa. De esta forma, su pensamiento puede sintetizarse en tres tesis fundamentales.

La primera de ellas es que “nada existe”, pues si algo existiera de verdad debería ser eterno, y si fuera eterno, sería igualmente infinito, y si fuera infinito, no estaría en nada. De tal forma que, si no está en nada, sencillamente no existe. Por otro lado, si aquello no fuera eterno, entonces tendría un comienzo en el que empezó a ser, significando esto que antes no fue. Y esto es imposible porque la no existencia no puede dar lugar a la existencia. De tal manera que, si no tiene un comienzo y tampoco es eterno, no es, no existe. La segunda de las tesis dice que “si algo tuviera existencia, sería también incognoscible”, pues, contrario a la idea de Parménides de que es imposible pensar el no ser, Gorgias afirma que sí se puede pensar el no ser, y por ello existe el error. De manera que cosas no existentes pueden pensarse y cosas que no se han pensado existe. Con lo que queda en evidencia que no hay una correlación entre pensamiento y existencia. La tercera y última de las tesis dice que “si algo fuera cognoscible, sería también incomunicable”, pues el lenguaje no transporta sabores, tamaños, ni colores, sino palabras, sonidos. Por lo que la realidad no puede ser transmitida por medio de la palabra.

 

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