Venustiano Carranza Garza nació el 29 de diciembre de 1859, en el municipio de Cuatro Ciénagas, estado de Coahuila, México, y falleció el 21 de mayo de 1920, en el mismo país, más exactamente en Tlaxcalantongo, Puebla. Carranza fue un político, militar y participante de forma activa en la antigua Revolución Mexicana. Luego sería elegido presidente de la República, desde 1917 hasta 1920. Venustiano Carranza sería un fiel defensor del valor social de la Constitución, a la cual siempre deseó otorgarle validez, por encima de todo interés político privado. Inclusive fue promotor de la creación de una nueva Constitución, entre 1916 y 1917. Pese a tener algunas ideas conservadoras al final de su gobierno, está incluido entre las figuras revolucionarias más importantes de la historia mexicana, junto a Francisco I. Madero, Francisco Villa y Emiliano Zapata.
Venustiano Carranza hizo parte de una adinerada familia. Sus padres fueron el militar Jesús Carranza Neira y María de Jesús de la Garza y Garza. Durante la juventud, realizó breves estudios en su ciudad de nacimiento, después los continuó en la Ciudad de México, donde también cursaría leyes. Una enfermedad visual estaría con él el resto de su vida. Carranza contrajo matrimonio en dos ocasiones: su primera esposa fue Virginia Salinas Balmaceda, en 1882; y la segunda, Ernestina Hernández. Tuvo un total de siete hijos: los tres primeros con Virginia: Leopoldo, Virginia y Julia; los otros cuatro, con Ernestina: Jesús, Venustiano, Emilio y Rafael. A partir de 1877, Carranza ingresó a la política nacional. En esa época tuvo un paso fugaz por la presidencia municipal de Cuatro Ciénagas. Desde 1894 hasta 1898 desempeñaría ese mismo cargo, pero de manera oficial. También ejerció funciones como diputado en el Congreso de Coahuila y como diputado y senador en el estado de la capital. Incluso desde sus inicios, Venustiano Carranza se mostró en contra del régimen dictatorial de Porfirio Díaz
Tras el fusilamiento de Madero y la toma de la presidencia por parte de Victoriano Huerta, Venustiano Carranza aplicó el Plan de Guadalupe, que concluyó, en 1914, con la creación del Ejército Constitucionalista. La intención de Carranza era derrotar a Huerta y recobrar el orden alterado. No se encontraba solo, recibió el apoyo de Álvaro Obregón, Pancho Villa y Emiliano Zapata. Es probable que Carranza siempre deseara ser elegido presidente. En la mitad de 1914, Victoriano Huerta fue vencido. Tras muchas reuniones, entre ellas la famosa Convención de Aguascalientes, los distintos líderes revolucionarios nunca lograron ponerse de acuerdo. En consecuencia, los ejércitos bajo el mando de Álvaro Obregón y de Carranza terminaron enfrentándose a los de Zapata y Villa; dichos conflictos alejaron a los cuatro del poder, al menos durante un tiempo. Carranza y Obregón triunfaron.
Tras la victoria de 1915, Estados Unidos reconoció a Carranza como presidente. Un año después, él convocaría al Congreso para reformar y prácticamente sustituir la Constitución de 1857. Una facción del grupo parlamentario encargado de la revisión exigía cambios y mejoras en las leyes para proteger los derechos de los trabajadores, también un reajuste en las políticas agrarias; la otra facción, con intereses capitalistas, se negaba. Por fin se llegó a un acuerdo. El 05 de febrero de 1917 se divulgó la nueva Constitución; pese a todos los conflictos ideológicos durante su creación, las diferencias entre el nuevo documento y el anterior fueron notables. En ese mismo año, Venustiano Carranza fue elegido presidente. Tras un par de conflictos, Estados Unidos volvió a reconocerlo como mandatario. Entre los aportes que se le adjudican a su gobierno se encuentran: establecer la jornada máxima de trabajo, legalizar el divorcio e introducir el salario mínimo.
Carranza también se dedicó a la pacificación y reconstrucción del país. No por ello su gobierno puede dejar de ser calificado como conservador, poco a poco fue olvidándose del pueblo. La muerte de Emiliano Zapata, en 1919, afectaría su credibilidad. En palabras del historiador austríaco Friedrich Katz, en su libro «Pancho Villa», de 1998, el movimiento político de Carranza y, por ende, sus integrantes: «Disolvieron el ejército federal y lo sustituyeron con el que había surgido de la revolución, aunque en gran medida pronto dejó de ser un ejército revolucionario. Mantuvieron el sistema de libre empresa y derrotaron a sus rivales convencionistas cuyos jefes preconizaban profundas e inmediatas reformas agrarias». En el plano internacional, tras finalizada la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos comenzó a mirar a México desde un lugar más elevado. «La influencia económica de los Estados Unidos creció en vez de disminuir en el transcurso de la revolución. Las corporaciones norteamericanas, especialmente las compañías petroleras, alcanzaron una preeminencia de la que nunca antes habían gozado en México, a pesar de las disposiciones de la Constitución de 1917», dice Katz.
Venustiano Carranza, en 1920, cerca de terminar su periodo presidencial, tomó la decisión de apoyar como candidato a Ignacio Bonillas. Lo anterior despertó el enojo de Álvaro Obregón, quien propuso el plan y Revolución de Agua Prieta. Él fue apoyado por Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta. Luego de verse prácticamente derrotado, Venustiano Carranza trató de escapar del país; para ello se dirigió a Puebla, acompañado de algunos fieles seguidores, pero fue asesinado el 21 de mayo de 1920. Posteriormente se fundarían varios museos en su honor.