Síguenos en redes

Historia

Reformas borbónicas en Nueva España

Reformas borbónicas en Nueva España
Josegalvanh / CC BY-SA

Reformas borbónicas en Nueva España

Las Reformas borbónicas fueron una serie de cambios administrativos ideados por la monarquía borbónica con el fin de modernizar las colonias en América. Dichas reformas comenzaron a aplicarse en Nueva España a partir de comienzos del siglo XVIII. Con estas el poder de la Iglesia se vio reducido, mientras que una nueva idea de Estado comenzaba a reforzarse. Fueron suprimidos los reinos, nacieron las intendencias, los ejércitos propios de la colonia, se impulsó la formación técnica y se dio prioridad a la liberalización de la economía. Fue un duro remezón a las viejas formas coloniales.

Caen los Habsburgo y llegan los Borbones

Una vez extinta la casa de los Habsburgo llegarían al poder los Borbones y con estos una serie de reformas basadas en el pensamiento ilustrado de la época. Era el momento de salvar a la España en decadencia, reforzando el poder en las colonias y aumentando las ganancias que estas producían y se había visto estancado por las guerras y la constante lucha por el dominio entre las grandes potencias.

Con las reformas se buscaba poner en orden las colonias, modernizarlas y sacar mejor provecho de las mismas, convirtiéndolas en una insignia de poder. Estas reformas ya se habían aplicado en la España peninsular, por lo que a partir de comienzos del siglo XVIII comenzaron a aplicarse en los diferentes territorios coloniales a diferentes escalas; la idea era mejorar el rendimiento de cada colonia por lo que se apostó por lo que mas daba, en el caso de México la minería.

El remezón administrativo

En el ámbito administrativo con las reformas se produjo un cambio fundamental en la forma en la que se dividía y manejaba el virreinato. Fueron suprimidos los reinos y capitanías y en su lugar se introdujeron las intendencias, centralizando el poder en la figura del intendente. Pensando en la protección de la colonia y las complicaciones que esto había traído-por practicidad y ganancias- se decidió crear un ejercito propio para cada virreinato que protegiera la región. Cabe mencionarse que hasta ese momento la protección de la colonia estaba en manos del ejército peninsular, el cual solo acudía en casos de alto riesgo.

Se priorizo la formación de una milicia y ejército regular, la construcción de fortificaciones, la capacitación de los militares de origen americano y la creación de escuelas acordes a estas tareas. Los mismos esfuerzos se hicieron con la marina.

Economía en Nueva España

La administración borbónica se preocupó especialmente por mejorar los ingresos provenientes de la colonia. Se necesitaba dinero para superar la crisis provocada por la Guerra de Sucesión y las luchas por el dominio en la colonia. Es por esto que se optó por la libertad de comercio y el financiamiento de la industria minera, la espina dorsal de la economía de Nueva España. Con la liberalización del comercio, los Borbones acaban de una vez y por todas con los monopolios comerciales creados por los administradores coloniales.

Sin embargo, el poco conocimiento real que tenía la Corona sobre el funcionamiento del comercio en la colonia, trajo varios problemas. Por ejemplo, la Colonia no sabía el rol que jugaban los alcaldes mayores en el comercio y el manejo de créditos para el cultivo y la ganadería. Al caer esta figura muchos productores y el mismo comercio se vio afectado. No obstante, no todo fue malo, pues con la liberalización e inversión en ciertos sectores se amplio el comercio entre colonias, algo que inicialmente estaba prohibido y que había dado cabida al contrabando y otras practicas ilícitas.

Además del mejoramiento al sector minero, con apoyos económicos y la creación de escuelas, las reformas apostaron por las otras caras de la economía en Nueva España como la pesca o la agricultura, creando escuelas para la formación. Otro importante cambio fue el cambio de la casa de la moneda, ahora en manos de la corona y el traslado de la Casa de Contratación con sede en Cádiz. Esta institución estaba encargada de la regulación comercial y ahora debía velar por el comercio y los viajes entre América y España (en auge en la época).

La Iglesia, los jesuitas y la desamortización de bienes

La reforma que causo más estragos fue quizás la que se aplicaba a la Iglesia y sus propiedades. Con las reformas no solo se expulsaron a los peligrosos Jesuitas (para la Corona), sino que también se vio reducido el poder que tenia la Iglesia sobre la colonia. Todas sus exoneraciones y privilegios desaparecieron y su autoridad política se vio minada. Esto por supuesto no gusto mucho, se ordenó el adoctrinamiento en español y perdieron monopolio de la enseñanza, pues a la colonia llegaron nuevas figuras ilustradas para desarrollar las ciencias y la industria. No obstante, el índice de analfabetismo para finales de siglo seguía siendo elevado.

Y con respecto a sus propiedades y la desamortización de estas, el hecho provoco varios alzamientos.  Nuevamente la corona no tuvo en cuenta como funcionaba la colonia, la mayoría, sino todas, las propiedades de los pequeños y medianos productores estaban grabadas con hipotecas o censos eclesiásticos, por lo que esta medida afectaba directamente a los sectores productivos del virreinato.

Pero los alzamientos, quejas e incluso las cartas escritas a la administración (cosa que raramente pasaba), no funcionaron. La real cédula con la que se enajenaban todos los bienes eclesiásticos comenzó a aplicarse a partir de septiembre de 1805, produciendo un ingreso de alrededor de 12 millones para la Corona.

Efectos socioeconómicos y crisis

Como es de suponerse, las reformas trajeron consigo múltiples efectos y consecuencias. Obviamente hubo beneficios, se amplio el comercio entre las colonias, la inversión a la minería produjo un nuevo impulso económico y la desamortización de bienes creo un nuevo ingreso para la Corona. Sin embargo, tales medidas no fueron bien sopesadas y faltaron a la realidad de la colonia, suscitando alzamientos, nuevas rivalidades comerciales y cierta desazón contra la corona, que se iría ampliando con el paso de los años. No hay que olvidar que las reformas permitieron o facilitaron a la larga la creación de los movimientos independentistas que acabaron con la colonia.

La crisis que experimentó el virreinato a principios del siglo XIX, agudizada por la situación de España en ese momento, no hizo mas que solidificar el paso a la independencia. Con las reformas el Virreinato experimentaría un siglo de grandes cambios y un impulso en la economía, sin embargo, para finales del mismo y comienzos del XIX llego la crisis.