Religión
Jesús de Nazaret
Nombre Completo | Yeshúa o Yahshua |
---|---|
Causa de Muerte | Crucifixión |
Ocupación | Líder religioso, predicador |
Seudónimo | Jesucristo |
Nacionalidad | Imperio Romano |
Padres |
Biografía de Jesús de Nazaret
Jesucristo, también conocido como Jesús de Nazaret, Cristo, o simplemente Jesús; cuyo nombre hebreo original era Yeshúa o Yahshua que significa “La salvación” o “Yahweh salva” que es una contracción de Yahoshua, que significa “El Señor que es la Salvación”. Es la figura sobre la cual se fundamenta el cristianismo y una de las más difundidas en la cultura de occidente, ya que no solamente es considerado por las diversas denominaciones cristianas como el hijo de Dios, sino también como su encarnación, es decir, es Dios hecho hombre, que vino a la tierra con la misión de dar salvación a la humanidad del pecado, a través de su mensaje y su sacrificio en la cruz. Motivo por el que se le llamó “Cristo” un término griego que significa “Ungido”, equivalente al hebreo “Mashíaj”, traducido como “Mesías”.
Como ocurre con la mayor parte de los fundadores de las religiones, la vida de Jesús de Nazareth se encuentra muy poco documentada por parte de escritores no creyentes. Sin embargo, podemos mencionar a Josefo (año 93), Plinio (112), Tácito (116), Suetonio (120), como algunos de los escritores, cuyas menciones corroboran la existencia histórica de Jesús. Su vida y obra es vastamente cubierta por parte de sus discípulos y seguidores, como es el caso de los cuatro Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), los cuales constituyen la principal fuente histórica acerca de su vida.
Ubicación histórica de la existencia de Jesús
Los historiadores han reconstruido, a grandes rasgos y en lo esencial, lo que fue la existencia de Jesús en términos de espacio y tiempo. Jesús vivió en Palestina, sobre todo en Galilea; en Cafarnaum, así como en Jerusalén, capital de Judea. Su existencia puede situarse históricamente gracias a un punto seguro de referencia: Juan comenzó a predicar y a bautizar en el Jordán durante el año que siguió a octubre del 27, o al mes de agosto del año 28. Jesús murió un viernes 14 de Nisán (la víspera de Pascua judía), lo que permite dos dataciones probables: el 7 de abril del 30, o el 3 de abril del 33.
“El hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado”. Concilio Vaticano II
Antes de la era cristiana, los años se contaban a partir de la fundación legendaria de la ciudad de Roma, (año 754 a. C). Con la expansión del cristianismo, se empezaron a contar los años a partir del nacimiento de Cristo. Un error de cálculo de Dionisio el Exiguo (quien introdujo en el siglo VI el cómputo actual), hizo creer que el nacimiento de Cristo había tenido lugar 754 años después de la fundación de Roma, mientras que una serie de estudios más precisos, llevaron a la conclusión que había sido el 747 o 748.
Así se explica, justamente, porque el nacimiento de Jesús se sitúa 6 o 7 años antes de la era cristiana.
Vida de Jesús de Nazaret
Según las dataciones históricas mencionada, se cree que nació aproximadamente en el año 6 a. C., en el seno de una familia humilde de Nazaret. Siendo la joven María (Miriam) y José (Yosef), quienes se hicieron sus padres adoptivos, ya que, como se afirma en la Biblia, el nacimiento de Jesús fue de carácter sobrenatural debido a que no fue producto de una intervención sexual, sino que el mismo Dios escogió a María (cuando esta era virgen) para que llevara a su hijo en el vientre, de manera que este fuera una concepción por el espíritu, hecho del que ella tuvo noticia por el ángel Gabriel que se le apareció y se lo comunicó.
Pese a que tradicionalmente en el calendario romano (que es el que la mayoría del mundo está inscrito) se cree que el nacimiento de Jesús de Nazaret fue el 24 o 25 de diciembre, la verdadera fecha según el calendario hebreo es en el mes de Tishrei (septiembre-octubre), en el cual los judíos celebran la fiesta de Sukkot.
Luego de sufrir las persecuciones del Rey Herodes que llevaron a que la familia se refugiara durante un tiempo en Egipto, su infancia se desarrolló sin alteraciones en la ciudad de Nazaret. Alrededor de los 30 años, Jesucristo, comenzó a constituirse como un maestro de la Ley o Rabino, a través de sus predicas, adhiriéndose a las predicaciones que venía dando Juan El Bautista.
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros”. Jesús de Nazaret
Un día, luego de una de sus predicas, Jesús de Nazaret, se hizo bautizar por Juan en el río Jordán, y en ese momento tuvo lugar el primer anuncio de su vínculo con Dios, ya que Juan, afirmó que Jesucristo era el mesías que Dios que había prometido. Posteriormente, el Bautista fue capturado y decapitado por Herodes por hacer tales afirmaciones. Entonces Jesús, se hizo cargo de la tarea iniciada por él y comenzó a predicar su verdad.
Durante ese tiempo, Jesucristo, reclutó a algunos hombres que se dedicaban a profesiones como la pesca o la cobranza de impuestos, que más tarde, se convirtieron en sus doce apóstoles y lo acompañaron en su recorrido evangelizador.
La predicación de Jesucristo, consistía en una revisión de lo establecido en la Ley a través del uso de palabras sencillas y un lenguaje poético, sumándole a lo ya establecido, conceptos como el amor al prójimo, el desprendimiento de los bienes materiales, el perdón, y la esperanza en la vida eterna. Además, el uso de métodos de enseñanza como la parábola. Así, los más humildes comenzaron a identificarse con su propuesta y se propagaron las noticias de los numerosos milagros (sanidades, resurrección de personas fallecidas, etc.) que iba realizando.
Su gran acogida en el pueblo, más las acusaciones de hipocresía moral a los fariseos, provocaron que la autoridad oficial viera en Jesús de Nazaret una amenaza.
Así es que, fue denunciado ante el gobernador romano: Poncio Pilatos, por supuestamente haberse autoproclamado Rey de los Judíos y Mesías. Cabe señalar, que, en realidad, Jesús siempre habló del reino de Dios y no de uno terrenal.
Entonces el gobierno comenzó a cercarlo, sin embargo, Jesús ya sabía que el final de sus días en esta tierra estaba pronto, así que reunió a sus discípulos en lo que se denominó “La última Cena” para despedirse de ellos y encomendarles una misión especial.
Así, fue apresado en el Monte de los Olivos mientras oraba, según se narra, con la colaboración de uno de sus discípulos: Judas Iscariote, quien lo traicionó por treinta monedas de plata. Tal situación, dio inicio a un proceso en el cual fue violentamente maltratado, antes de ser finalmente crucificado en el Gólgota. Según los relatos bíblicos, tres días después, resucitó y ascendió a los cielos.
Así, los apóstoles fueron los responsables de continuar la difusión de su mensaje por todo el mundo, lo cual hicieron de manera tan exitosa que hoy en día el cristianismo goza de gran acogida y popularidad alrededor del planeta.
“Yo soy la resurrección y la vida: el que tiene fe en mí, aunque muera vivirá; y todo el que está vivo y tiene fe en mí, no morirá nunca”. Jesús de Nazareth (Juan 11, 25)
Datos curiosos de Jesús
Jesucristo: Jesu-Cristo no es un nombre compuesto, sino una profesión de fe que dice “Jesús es el Cristo”. Con esto se quiere decir que Jesús de Nazaret, único, es simultáneamente el Cristo enviado por Dios, el señor y Mesías ungido por el Espíritu Santo.
Mito de Jesús: En el siglo II, numerosos escritos apócrifos han permitido a la imaginación popular representarse a Cristo de manera legendaria. El tratamiento que dan dichos escritos a su vida es de una serie de acontecimientos maravillosos, los cuales no pueden sustentarse históricamente, y que pertenecen al mito de Jesús.
No escribió nada: Conversaba, convivía con el pueblo bajo y hablaba a un público oprimido. Las ideas del Nazareno nunca fueron escritas por él, fueron transmitidas en una literatura popular oriental, helenizadas después, y convertidas en la más difundida religión de la historia.