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Historia de la plomada

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Historia de la Plomada

No son muchos los inventos que alcanzan un carácter de utilidad y un impacto tan grande en la historia de la construcción como lo logrado por la plomada. Al descubrir la historia de la plomada nos adentramos en el origen de la constatación de la verticalidad.

La plomada, aún en la actualidad, forma parte del equipo imprescindible de los albañiles; ya que constituye una pieza fundamental en las edificaciones erigidas desde los tiempos más remotos, testimonio de ello son las colosales obras de los egipcios.

“Una plomada consiste en una pequeña pesa, regularmente de plomo (a eso debe su nombre), que prende del extremo de una cuerda. Su función es la de comprobar la verticalidad de un muro o de las paredes de un edificio; del mismo modo permite verificar su grado de inclinación respecto al suelo”.

Muchos investigadores coinciden en que la civilización egipcia tuvo un juicio mucho más empírico que conceptual respecto a la construcción de las obras más imponentes y duraderas de todos los tiempos. Por esta razón, muchos aseguran que fueron los egipcios los inventores de la plomada, y de muchos instrumentos más, capaces de asegurar en la realidad las proyecciones conceptuales de su imaginativa.

Una teoría mística que relaciona a la plomada con una de las joyas que representa al conocimiento de los hombres, con aire retórico se cuestiona si acaso fue Seshat, diosa de la arquitectura y el cálculo, o Thot, dios de la ciencia, o de repente Ptah, dios de las artes, la deidad que inspiró la idea de atar al extremo de una cuerda de 12 nudos que utilizaban para medir, un peso para constatar la verticalidad de los muros.

“En una de las estatuas que representa al arquitecto Senmut, este aparece sosteniendo una plomada”

Durante el gobierno de la reina Hatcshepsut, de la XVIII Dinastía de Egipto; misma época en que vivió el famoso arquitecto Senmut, hacia 1500 a.C., los egipcios utilizaron las plomadas sobre sus balanzas, de esta manera podían verificar su total horizontalidad y su perfecto equilibrio. Hacia el 600 a.C, los egipcios utilizaron la plomada aplicada al merkhet, un instrumento utilizado por sus astrónomos para estudiar y predecir el movimiento de las estrellas.

Así entonces, se puede concluir que la plomada no solo ha jugado un papel determinante en la historia de la construcción, sino que también es un antecesor que precedió a la aguja como instrumento indicador del punto de inercia en las balanzas, del mismo modo al péndulo, instrumento inventado por Galileo Galilei, como instrumento para calcular el paso del tiempo.

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