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Arte

François Boucher

Francois Boucher
Tomado de: https://www.instagram.com/p/BwwP7NxHkkI/

Biografía de François Boucher

François Boucher (29 de septiembre de 1703 – 30 de mayo de 1770) pintor de la época rococó. Nació en París, Francia. Fue muy conocido por sus obras de estilo idílico y mitológico. Su aprendizaje artístico tuvo varios obstáculos. A los 17 años, fue aprendiz del pintor François Lemoyne, luego comenzó a trabajar con el grabador Jean-François Cars; con él aprendió la técnica del aguafuerte.

En 1723, Boucher obtuvo el Premio de Roma, pero tuvo que esperar cuatro años para hacer el viaje de estudios en Italia por falta de plazas, se alojó en la Academia Francesa en Roma, antes de emprender el viaje, mientras tanto colaboró en una serie de grabados sobre dibujos del difunto Watteau, promovida por Jean de Julienne. Finalmente, Boucher emprendió el viaje a Italia acompañando a los Van Loo, y a Charles-Joseph Natoire, director de la Academia de Roma. Gracias a sus conocimientos y talento fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura. Llegó a ser rector de tal academia y director de la Real Fábrica de tapices de los Gobelinos. En 1765 fue nombrado Primer pintor del rey.

En Italia conoció el arte de G. B. Tiepolo, una de las grandes figuras del rococó. De ahí aprendió, un estilo totalmente desvinculado del natural, cautivador, brillante y superficial, constituye un fiel reflejo de la corte francesa de mediados del siglo XVIII. Esta comunión entre sus tendencias estilísticas y los gustos de la época está en la base de la enorme fama de que gozó y de los numerosos cargos y honores que recibió, los más prestigiosos de la época. Madame de Pompadour, la célebre amante de Luis XV, lo consideró su artista preferido. Entre sus obras destacan las de tema alegórico y mitológico, en las que Boucher se recreó en la sensualidad del cuerpo femenino, acentuando sus formas redondeadas. El triunfo de Venus y El baño de Diana se inscriben en esta línea.

Gozó de la amistad y protección de Madame de Pompadour y fue uno de los decoradores más famosos de la época. No solo fue pintor sino también se destacó como grabador en el taller del maestro Cars, asumiendo el cargo de grabador oficial de las obras de Antoine Watteau. En 1723 ganó el Premio de Roma de la Academia y más tarde, se trasladó a Italia, donde contactó con Giovanni Battista Tiepolo. Tras regresar a Francia fue nombrado miembro de la Academia en 1734. La obra que presentó para obtener el puesto se tituló Rinaldo y Armida (1734) que se conserva en el Museo del Louvre. Años más tarde, en 1765, fue director de este museo. Boucher fue también primer pintor del rey y director de la Manufactura de los Gobelinos.

Durante su trayectoria François Boucher pintó techos y medallones para las mansiones nobles, decoró interiores, ilustró libros, erigió escenografías y telones teatrales, entre otras labores artísticas. Demostró un gran talento para realizar retratos, escenas de la historia antigua, imágenes religiosas o paisajes de delicados coloridos. Sus pinturas recreaban el amor, los dioses, los pastores y la sensualidad. Usaba tonos rosas, azules, verdes y gris perla, evocando la gracia. Sus numerosas figuras de diosas y ninfas semidesnudas pretendían evocar actitudes graciosas y sensuales entre insinuantes ropajes y expresiones ingenuas y maliciosas. Ejemplo de ello es El triunfo de Venus y El baño de Diana. Antoine Watteau y Boucher comparten el gusto por el desnudo femenino. Este tipo de pintura expresa una concepción decorativa o erótica.

Por otro lado, el género pastoril ocupó un lugar importante en la trayectoria del pintor francés. Utilizó la trama tradicional, dándole un toque personal. Abordó el tema sin restringir la fantasía, teatralizando los paisajes y convirtiendo a los pastores en elegantes damas y caballeros. Por último, debido a que este tipo de escenas carecía de argumento, el pintor se liberaba de captar la personalidad del rostro representado en un retrato. Boucher pintó, siempre con gran perfección algunos retratos, paisajes y escenas de interior. Con el tiempo, muchos críticos reaccionaron desfavorablemente por la excesiva sensualidad que contenían sus modelos en las pinturas. En los últimos años de su vida, el neoclasicismo, hizo caer en el olvido a Boucher.

De todas formas, sus estudios de desnudos son notables. Su genio creador y versátil quedó plasmado en infinidad de obras y lienzos. En la actualidad hay obras de Boucher en la mayoría de los museos importantes, como el del Louvre, la National Gallery o el Ermitage de San Petersburgo; sin embargo, la más completa colección de sus cuadros se encuentra en la Wallace Collection de Londres. Luego de su muerte, 30 de mayo de 1770, varias obras fueron reconocidas.

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