Biografía de Josep Llimona

Josep Llimona (8 de abril de 1863 – 27 de febrero de 1934) escultor. Nació en Barcelona, España. Se formó en la Escuela de la Llotja y también complementó su proceso de aprendizaje al lado de Frederic Trías: frecuentando su taller. Además, estudió pintura con Martí Alsina y escultura con los hermanos Valimitjana y con Nobas. Para el año de 1880 se trasladó a Roma, para estudiar gracias a una beca (pensión Fortuny) por el Ayuntamiento de Barcelona.

Fue el responsable de crear el esbozo para la estatua ecuestre de Ramón Berenguer el Grande en Roma. Esto le permitió ganar reputación y varios reconocimientos. En la misma ciudad conoció a Enric Serra, un pintor nacido también en Barcelona que cultivó la pintura costumbrista. Con respecto a la escultura tuvo influencias del arte cuatrocentista y un poco de arte medieval. En la academia Gigi aprendió sobre artistas como Donatello.

Por un lapso se inclinó por la temática religiosa (Primera comunión, 1897), y de manera sorpresiva se orientó hacia el desnudo femenino, dentro de este campo se puede mencionar una de sus obras maestras: Desconsuelo, Juventud. Otra obra muy popular fue El forjador. Es necesario mencionar que fue un escultor muy versátil y por ello no se encajó en una sola tendencia. Llimona esculpió el monumento a Cristóbal Colón del puerto de Barcelona, y el friso del Arco de Triunfo y algunos encargos de la comisión de la Exposición Universal.

Con el apoyo de su hermano Joan, fundó el Circulo Artístico de Sant Lluc, lo dirigió entre 1898 a 1902. El Círculo comparte una ideología católica y moralista y hay presencia de varias obras que responden a esta temática: la Virgen del Rosario (1892) y Consumatum est (1896). Luego llegó su preocupación por la estética modernista, del escultor Miguel Blay Fábregas. Para indagar más viajó a París. Tales viajes lo llevaron a ponerse en contacto con artistas como Auguste Rodin, Constantin Meunier o Paul Albert Bartholomé. El pintor español logró una conexión con el ideario artístico de Aristide Maillol y Manolo Hugué.

Su estilo artístico presentó un cambio luego de la muerte de su esposa: se reflejó en la necesidad de centrarse en el dolor físico y moral a través de figuras femeninas, desnudas en su mayoría, objeto de atención en su producción escultórica. Dichas esculturas se integran en la tendencia modernista. Sus obras sobre el cuerpo femenino están llenas de sensualidad y refinamiento, demuestran una gran habilidad del pintor sobre el mármol.

Llimona realizó una obra social: un monumento en honor al doctor Robert (1903-1910), la obra es de carácter realista e idealista para exaltar el pueblo catalán. Posteriormente, esculpió Sant Jordi ecuestre del Parque de Montjuïc (1924) y los Mártires de la Independencia (1925). Llimona realizó varios trabajos para familias aristocráticas y de la burguesía, especialmente realizó monumentos funerarios. A saber: el Entierro de Cristo realizado para la parroquia de Vilafranca del Penedés, el Cristo resucitado (1914), y el Calvario para el cementerio de Portugalete (Vizcaya), encargado por el marqués de Comillas. Cultivó varias obras de temática piadosa: Amor a la infancia, por ejemplo.

Para el año de 1931, Llimona asumió el cargo de presidente de la Junta de Museos de Barcelona, motivó la vida artística y cultural barcelonesa, se relacionó con los escultores modernistas más destacados e influyentes de la vida artística catalana del primer tercio del siglo XX. Durante su trayectoria realizó varias exposiciones en España y en Europa y por su estatua ecuestre de Ramón Berenguer el Grande recibió la medalla de oro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, y gracias a Desconsuelo mereció el premio de honor de la Exposición Internacional de Bellas Artes. En el año de 1932 ganó la Medalla de Oro de la ciudad de Barcelona y hasta los últimos años de vida fue Presidente de la Junta de Museos de Barcelona. Sus últimos años esculpió obras como: Figura femenina, El beso de Judas (Catedral de Tarragona), El baño dispuesto en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y para el año de 1931 en Buenos Aires, especialmente en el Parque Rivadavia fue el responsable de realizar la Fuente de la doncella.