Filósofos

Teodoro “el Ateo” de Cirene

Biografía de Teodoro “el Ateo” de Cirene

Teodoro “el Ateo” de Cirene (c.340 -250 a.C) Filósofo griego perteneciente a la Escuela cirenaica. Fue discípulo de Arístipo el Joven y Aníceris y vivió en Alejandría y Grecia, antes de terminar sus días en su natal Cirene. Por su posición critica respecto a la religión recibió el nombre de “el Ateo”. En algunos aspectos pareció acercarse a las teorías cínicas.

Vida

Nació en Cirene hacia el año 340 a.C. Fue discípulo de Arístipo el Joven, nieto del famoso Arístipo, y escuchó también las conferencias de Anníceris, Zenón de Citio, Dionisio de Calcedonia y Pirrón. Miembro de la escuela cirenaica, fue desterrado de Cirene, viviendo los siguientes años en Grecia y Alejandría. Se desconoce el motivo de su destierro y poco se sabe sobre su vida posterior, excepto por las anécdotas comentadas por algunos autores, como Laercio

y Cicerón.

Se sabe estuvo en Atenas, donde por poco escapó a un juicio, tal vez por impiedad. La influencia de Demetrio de Falero lo protegió; y este incidente, posiblemente ocurrió durante el gobierno de Demetrio de Atenas, entre los años 317 y 307 a. C. Después de ser desterrado de Atenas, Teodoro estuvo al servicio de Ptolomeo en Egipto. Es muy probable que haya compartido exilio con Demetrio. Mientras estaba al servicio de Ptolomeo, Teodoro fue enviado en una embajada a Lisímaco, a quien ofendió al parecer con sus comentarios. Como resultado, Lisímaco lo amenazó de crucifixión, una anécdota que fue comentada por varios autores; entres estos, Seneca

y Cicerón.

Después del incidente con Lisímaco, se cree regr eso con Ptolomeo. Se dice estuvo también en Corinto con algunos discípulos. Posteriormente regresó a Cirene, donde paso sus últimos días y según Laercio vivió en la corte del rey Magas, hijastro de Ptolomeo.

Pensamiento y obra

Al igual que otros filósofos cirenaicos, Teodoro enseñó que el objetivo de la vida era obtener la alegría y evitar el dolor. Mientras la alegría era resultado del conocimiento, el dolor provenía de la ignorancia. En algunos aspectos pareció acercarse a las teorías cínicas, como es el caso del cosmopolitismo o la laxitud en cuanto a las relaciones sexuales. Por su actitud crítica respecto a la religión, fue tachado de ateo, aunque algunos autores dudan de si era totalmente ateo. Su obra Sobre los dioses, en la cual abordaba este tema, se perdió, por lo que, es imposible determinar su posición.

Según el Suda, escribió varias obras, aunque poco se conoce de estas.

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