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Poeta

Juana de Ibarbourou

Biografía de Juana de Ibarbourou
Unknown authorUnknown author, Public domain, via Wikimedia Commons
Nombre Completo Juana de Ibarbourou
Nacimientomarzo 8, 1892
Fallecimientojulio 15, 1979
OcupaciónPoetisa
Apodo/PseudónimosJuana de América
NacionalidadUruguaya
Cónyugue

Lucas Ibarbourou

Padres

Vicente Fernández y Valentina Morales

Biografía de Juana de Ibarbourou

Juana de Ibarbourou (8 de marzo de 1892 – 15 de julio de 1979) poetisa, es considerada una de las mejores poetas de la lírica hispanoamericana de principios del siglo XX. Nació en Melo, Uruguay. Su nombre de nacimiento es Juana Fernández Morales. Su padre era un español llamado Vicente Fernández. Mientras que su madre, Valentina Morales, nació en Uruguay, pero con descendencia española. Su familiar era una de las más antiguas del Uruguay. Vivió hasta los 18 años en Melo. Luego, se trasladó a la capital. Fue en ese momento cuando escribió sus tres primeros poemarios: Las lenguas de diamante, El cántaro fresco y Raíz salvaje. En 1929 fue llamada Juana de América en el Palacio Legislativo del Uruguay, ceremonia que presidió Juan Zorrilla de San Martín. También participó el ensayista mexicano Alfonso Reyes.

Se casó con el capitán Lucas Ibarbourou, de quien adoptó el apellido a los veinte años de edad. Juana de Ibarbourou logró publicar y difundir sus poemas en varios periódicos de su país, uno de los más comprometidos con la causa fue La Razón. Ella firmó en un principio como Jeannette d’Ibar. Comenzó su larga travesía lírica con los poemarios mencionados anteriormente, contenían varias alusiones bíblicas y míticas, también tocaba temas de carácter romántico, maternal, de la exaltación física y de la naturaleza. Por otra parte, imprimió un erotismo que constituye una de las innovaciones de su producción, la cual se vio tempranamente reconocida.

Uno de sus poemas demuestra esa actitud amorosa y dolosa. Representa a la mujer que se sabe admirada y deseada por el hombre y que lleva dentro de sí toda la fuerza de esa naturaleza que ama

“Besarás mil mujeres, más ninguna

te dará esta impresión de arroyo y selva

que yo te doy”.

 

Su poesía fue presentando algunos cambios, por ejemplo, en La rosa de los vientos (1930) se adentró en el vanguardismo. Con Estampas de la Biblia, Loores de Nuestra Señora e Invocación a san Isidro, inició en cambio un camino hacia la poesía mística. Luego, recibió el premio en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid y el Gran Premio Nacional de Literatura brindado por el gobierno nacional. Debemos mencionar que, fue la primera persona en recibir dicho reconocimiento.

 

Cargos relevantes de Juana de Ibarbourou

El 3 de octubre de 1947 fue elegida para sentarse en un sillón en la Academia Nacional de Letras. Juana de Ibarbourou fue presidenta de la Sociedad Uruguaya de Escritores en 1950. Un logro muy importante para una mujer en esta época gobernada especialmente por hombres, donde las mujeres no poseían acceso a los cargos públicos.

Mientras fue presidenta de la Sociedad Uruguaya de Escritores trabajo en la producción de: Perdida (1950), Azor (1953) y Romances del destino (1955). En esta misma época, en Madrid, se publicaron sus Obras completas (1953), donde se incluyeron dos libros inéditos: Dualismo y Mensaje del escriba. De su obra poética posterior destaca Elegía (1967), libro en honor a su esposo. Fue una escritora muy versátil; creó varias obras en prosa enfocadas especialmente al público infantil; podemos destacar Epistolario (1927) y Chico Carlo (1944).

Su nombre en la literatura uruguaya del siglo XX se encuentra en los primeros puestos, codeándose con importantes escritores de su país y de América Latina; hizo parte de la nómina femenina de poetisas como: María Eugenia Vaz Ferreira, y Delmira Agustini. Aunque, cada una de ellas desarrolló un acento propio y característico; por ejemplo, mientras Vaz Ferreira representa la altiva castidad, Agustini la mujer en espera anhelante, y Juana de Ibarbourou es el equilibrio de la entrega espontánea.

Juana de Ibarbourou mantuvo una cercanía especial con la chilena Gabriela Mistral: ambas poseyeron la misma sensibilidad exquisita y arrebatadora, ambas poseían facilidad y sencillez en la forma de expresarse. Aunque existe una diferencia: Gabriela Mistral está poseída de un espiritualismo cristiano; Ibarbourou, al menos en sus primeras obras, muestra un carácter pagano, desbordando toda ella vitalidad y sensualidad. La temática central de sus versos es el diálogo con la naturaleza. El escritor venezolano Rufino Blanco Fombona dijo que Ibarbourou concibió a la muerte como una continuación de la vida, una suerte de evolución natural. En “Vida garfio”, se imagina muerta, pero, en realidad, continúa sobreviviendo por el amor.

Debemos mencionar que, todos sus pensamientos arrancan de sus propias sensaciones. En uno de sus escritos se evidencia una clara influencia de Federico García Lorca; Romances del destino (1955). Posteriormente, en 1967 publicó Elegía, obra dedicada a su difunto esposo Lucas Ibarbourou. Juana de Ibarbourou murió el 15 de julio de 1979; fue velada en el Salón de los Pasos Perdidos. El gobierno decreto un día de duelo nacional y fue enterrada con honores de Ministro de Estado, siendo la primera mujer en la Historia de Uruguay a la que se le otorgó tal distinción.

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