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Historia

Historia del Reino de León

Historia del Reino de León
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Historia del Reino de León

El reino de León (910-1230) fue un reino medieval independiente situado en la región noroeste de la península Ibérica, abarcaba el norte de Portugal, las actuales comunidades autónomas de Galicia, Principado de Asturias, Cantabria las provincias de León, Zamora y gran parte de la provincia de Salamanca, la actual provincia de Cáceres, la de Badajoz y por último el norte de Huelva. Su fundación surge cuando los príncipes cristianos del reino de Asturias, trasladaron su capital desde Oviedo a la ciudad de León.

El reino de León fue importante en la Reconquista y en la formación de los reinos cristianos del occidente peninsular. Una parte del Reino de León, se unió al reino de Castilla en 1230. Realmente, hay escasos relatos sobre los primeros años de existencia del Reino de León. Se desataron focos de resistencia en la zona cantábrica y en la figura de Don Pelayo luego de la conquista de la península por los ejércitos ismaelitas en el 711. Pelayo, acaudillará los hostigamientos a las tropas árabes que supondrán el comienzo de la resistencia cristiana. En tiempos de Alfonso II (791-842) se instala la capital en Oviedo, y es en esta época cuando se descubre el Santo Sepulcro.

Ordoño I, en el año 856, repobló y reconstruyó las murallas de ciudad de León y Astorga. Alfonso III el Magno fue el encargado de trasladar la frontera hasta el Duero, repoblando Zamora, logró erigir uno de los reinados más grandes de la dinastía astur. Así que, León sería una zona clave en el reino debido a su potente fortificación romana, así como un centro neurálgico del territorio astur.

Cuando muere Alfonso III el Magno, el reino de Asturias se divide y queda repartido entre sus hijos: García I quien se queda con León, Álava y Castilla, Garcia I fundó el reino de León. Mientras que, Ordoño II recibe Galicia y Fruela II obtiene Asturias. Garcia I murió sin dejar un heredero así que su hermano fue aclamado rey de León y de Galicia. De este modo surgió un nuevo reino, el de León. Fruela II permaneció en Asturias. Posteriormente, el reino de León se expande hacia el Duero y el sistema Central hasta la actual Extremadura. El reino se dotó de fueros de Alfonso V, la creación de un arte de repoblación leonés y se desarrolló el sistema administrativo.

En el siglo XI, Sancho III El Mayor de Navarra adquiere el Condado de Castilla gracias a una herencia. En 1035 el condado queda en manos de su hijo Fernando. Fernando I estaba casado con Sancha, hermana de Bermudo III de León. Fernando lideró una guerra en la que cae el soberano leonés en la batalla de Tamarón contra la coalición castellano-navarra. Al no tener descendencia Bermudo III, su cuñado, se queda con la corona leonesa, tomando el título de rey de León con gran oposición entre los leoneses porque estaban en contra de la muerte de su rey. Fernando unió el condado de Castilla al reino de León. Su testamento sigue la tradición navarra de dividir los reinos entre los herederos.

A Alfonso VI, se le otorga el territorio de León, que disfruta de las mejores y más valiosas parias musulmanas. Asimismo, se le concede otros territorios a García, y Urraca y Elvira (sus hijas). Sancho II de Castilla, decidió luchar en contra de su hermano menor porque no se sintió conforme con el reparto de tierras. Junto con Alfonso VI conquista Galicia y ocupa León con la ayuda de El Cid. Finalmente, el rey castellano es muerto a manos del noble leonés Vellido Dolfos, retirándose las tropas castellanas. Como consecuencia, Alfonso VI recupera todo el territorio, gobernando como Rey de León, Castilla y Galicia.

En el reinado de Alfonso VI se consolida el poder del monarca leonés sobre Castilla, ganó el reconocimiento del Emperador de los Reinos Hispanos por el papa Gregorio VII, dichos reinos reconocerán la superioridad del rey leonés, de este modo nació el Imperio leonés. En la época de Alfonso VII El Emperador (1126-1157), reyes de toda la península ibérica y sur de Francia se declaran sus vasallos. Así desapareció el título de emperador de León.

Portugal se independizó de León, creando un reino gobernado por la hija de Alfonso Teresa casada con Enrique de Borgoña. Esto acarreó un recrudecimiento en las luchas fronterizas con Castilla, y a su muerte, el hijo de Alfonso, Fernando II hereda el reino de León, y Sancho III el de Castilla. Su sucesor, Alfonso IX, fue uno de los monarcas más populares del reino de León. Convocó las Cortes Leonesas de 1188. Estas reconocieron la inviolabilidad del domicilio, del correo, la necesidad del rey de convocar Cortes para hacer la guerra o declarar la paz, también se garantizaron numerosos derechos individuales y colectivos.

En las Cortes de Benavente se fijaron los principios y derechos económicos de la Corona de León y sus habitantes. La Corona de León está compuesta por cuatro entidades territoriales: León, Galicia, Asturias y Extremadura. En ese momento el reino vivió una gran expansión territorial. El siglo XIII los reinos peninsulares viven un auge de los sentimientos nacionalistas. De igual modo, se vio amenazada la salida al sur del reino de León por la expansión territorial de los reinos de Portugal y Castilla, la pretensión de los reyes de Castilla de anexionarse el reino provocó constantes conflictos bélicos entre los reinos de León, Portugal y Castilla.

A su muerte, el rey ordena mantener la independencia de León, declarando herederas a sus hijas. Sin embargo, Fernando III de Castilla, vulnerando los derechos legítimos de la joven reina viuda, se anexiona bajo su corona el reino de León. Para ese momento muchas ciudades empiezan a ser llamado burgos, diferenciándose de las aldeas rurales. Aparecen los burgueses, que son los habitantes de los burgos (pero no se asemeja al concepto actual de burgués), también surgen clérigos y nobles. Los burgueses se dedicaban principalmente al comercio y la producción de objetos manufacturados y su crecimiento se encontraba limitado a la tierra, por esta razón en el siglo XII hay revueltas burguesas contra las autoridades señoriales.

Luego de muchos años, los reyes de la Corona de Castilla (Juana I) poseían los títulos de rey de Castilla y rey de León. Pero, León tenía algunas legislaciones propias. Así que, podemos decir que en ese momento el Reino de León dejó de existir como unidad autónoma y se juntó con el de Castilla. Ahora bien, la última aparición incidental del reino de León en la historia se produce entre el 1 de junio y el 25 de septiembre de 1808, cuando la Junta Patriótica de León asume la soberanía del reino de León en la Guerra de la Independencia. Debemos indicar que, la Nodicia de Kesos es uno de los textos con rasgos de una lengua protorromance más antiguos del Reino de León.

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