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Historia

Historia del Holocausto

Historia del Holocausto
Atribución: Bundesarchiv, Bild 183-N0827-318 / CC-BY-SA 3.0

Historia del Holocausto

A finales del siglo XVIII, surgió un movimiento que reivindicaba la Ilustración, la emancipación y la plena integración de los judíos al continente europeo, llamado la “cuna de la civilización”. En ese periodo miles de judíos participaron en al auge cultural y científico del continente. Con el arribo de la modernidad y el progreso, se expandieron por Europa ideas extremistas, como las teorías de superioridad racial y el fascismo. Estas ideas recayeron sobre varios grupos humanos, especialmente sobre la comunidad judía, que eran alrededor de 9.5 millones para el año de 1933.

La mayor cantidad habitaba en el oriente europeo: Polonia, Rumania, Hungría y la Unión Soviética, estos mantenían sus tradiciones culturales muy conservadas; por el contrario, los judíos de la zona occidental, quienes ocuparon las zonas de Holanda, Dinamarca, Bélgica, Italia, Francia, Inglaterra, Austria, Checoslovaquia, Grecia y Alemania, adoptaron las tradiciones nacionalistas y los modismos regionales. Cuando terminó la República de Weimar, Adolf Hitler ascendió al poder, Alemania habitaba 500 mil judíos.

En un periodo de crisis, pobreza y desempleo surgieron diversos movimientos políticos de extrema derecha, entre ellos el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores, conocido como el Partido Nazi. En estos partidos se implantó la idea de la superioridad racial y el discurso de odio manifestado en la teoría racial de Hitler. La teoría está claramente expresada en el libro Mi Lucha, escrito por Hitler 9 años antes de llegar al poder, plasma su ideología racista y advierte que los seres superiores deben dominar el mundo.

El presidente de Alemania Paul Von Hindenburg, otorgó a Hitler el cargo de canciller, desde 1933 hasta su muerte en 1945. Durante este periodo utilizo varios instrumentos de persuasión para fortalecer su poder y doctrina cada vez más; empleó banderas, insignias, uniformes e incluso su propio periódico. Constituyó las Tropas de Asalto, un grupo violento encargado de proteger los encuentros del partido, provocaron disturbios en los mítines de los grupos contrarios a su ideología como los demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas. En suma, realizaban hostigamientos a los judíos, sobre todo a los comerciantes.

Con Hitler a la cabeza del gobierno, inició la época más oscura en la historia de Alemania. La época del Holocausto, la persecución y el asesinato sistemático, organizado y auspiciado por el Estado, de seis millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores. Los judíos comenzaron a ser víctimas de segregación racial; al igual que otros grupos minoritarios que vivían en Alemania: personas con discapacidad, los gitanos, los homosexuales, los intelectuales, los testigos de Jehová y los comunistas.

Los judíos eran catalogados como una raza “infrahumana”. A raíz de esto se les prohibió la entrada a las universidades, su participación en la esfera pública fue censurada y se les impidió ejercer cualquier puesto de relevancia política o pública. El odio era tal que podían ser castigados si ingresaban a parques prohibidos para judíos, podían ser golpeados, torturados o hasta enviados a campos de concentración. Los discapacitados fueron vistos como una amenaza para la reproducción optima de la raza aria, se ejecutaron varios planes para erradicar a las personas con discapacidad. Estuvieron involucradas tanto la población civil como las autoridades del régimen y miles fueron víctimas del Programa de Eutanasia.

Los intelectuales representaban a una amenaza porque eran considerados deformadores de la mente. Por ello, hacia 1935, varios intelectuales liberales fueron enviados a campos de concentración, muchos lograron huir, otros con intervención de algunos miembros de la sociedad civil pudieron quedar en libertad, pagando altas fianzas o solicitando el favor al gobierno de Hitler. Otro grupo perseguido fue el de los homosexuales, las personas que aparecían en la lista rosa fueron perseguidas y eliminadas.

Además de los campos de concentración que servían para controlar y agrupar a los judíos y los otros grupos humanos considerados inferiores existieron los ghettos, campos de tránsito y campos de trabajos forzados para los judíos durante los años de la guerra. Asimismo, las autoridades alemanas establecieron numerosos campos de trabajos forzados. También se implementaron, luego de la invasión de la Unión Soviética en 1941, los equipos móviles de matanza y los batallones militarizados de oficiales de la Policía, que realizaban operaciones de asesinato en masa de judíos, romaníes y oficiales del partido comunista y del estado soviético.

Las unidades alemanas de las SS y la policía, asesinaron a más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos. Durante estos años las autoridades alemanas del régimen nazi deportaron a millones de judíos desde Alemania, y otros territorios aliados del Eje hacia los ghettos y los centros de exterminio, donde fueron víctimas de las famosas cámaras de gas.

Cuando se avecinaba el final de la Segunda Guerra Mundial los guardias de las SS llevaron a los prisioneros de los campos en tren o en marchas forzadas, conocidas como “marchas de la muerte”, para que los Aliados no liberaran a los prisioneros. Pero con el avance de las fuerzas aliadas hacia Alemania, lograron liberar muchos prisioneros de los campos de concentración. Las marchas terminaron el 7 de mayo de 1945; día en que las fuerzas armadas alemanas se rindieron incondicionalmente a los Aliados.

Después del Holocausto, muchas víctimas sobrevivientes llegaron hasta los campos de refugiados que administraban las fuerzas aliadas. Entre 1948 y 1951, casi 700 mil judíos emigraron a Israel, otros judíos refugiados emigraron a Estados Unidos y a otros países, en estos campos permanecieron aproximadamente hasta el año 1957. Los graves crímenes cometidos durante el Holocausto devastaron los grupos humanos considerados como inferiores en Alemania y lugares aliados, especialmente se eliminaron por varios medios a cientos de comunidades judías de los territorios ocupados de Europa Occidental y también impacto a la población judía de la zona Oriental.