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Historia

Historia del Café

Historia del café
Pixabay / Libre de derechos

Historia del Café

La planta del café es originaria de Abisinia, actual Etiopía, en el oriente de África. Se expone, a modo de leyenda, que un pastor de Abisinia llamado Kaldi, observó que los frutos rojos de provenientes de un arbusto tenían un efecto revitalizante en las cabras que lo consumían en los montes, efecto que no dudo en comprobar por su propia cuenta. Aunque él no fue el primero en descubrir las propiedades del café; algunas tribus africanas, al moler el grano sacaban una pasta como alimento para los animales; también lo usaban los guerreros para aumentar sus fuerzas. Los prisioneros de guerra fueron los encargados de expandir su cultivo por Arabia, donde se popularizó, Yemen fue el principal centro de cultivo.

Para ese momento era llamado qahwa. Según estudios, antes del siglo XV, la transformación de este fruto en bebida no existía; un grupo de arqueólogos británicos afirman que probablemente, el tratamiento para ser consumido comenzó a partir del siglo XII, en Arabia. Algunas décadas más adelante, en 1511, un mameluco circasiano llamado Khair Bey, decretó el sellamiento de todas las cafeterías, argumentando sobre los perjuicios del café, al enterarse que las críticas contra su administración provenían de dichos espacios. La clausura de las cafeterías causó insubordinaciones, obligando al gobernador de Egipto a reabrir dichos espacios. Luego de esto su expansión fue notable, para 1630 había ya un millar de cafeterías en El Cairo.

En Europa el escenario fue similar, se creyó que la ingesta de café promovía un espíritu crítico durante el desarrollo de las tertulias, donde era muy común beber café mientras se desarrollaban los intercambios intelectuales entre los participantes. El café fue rechazado por los grupos protestantes. En suma, en el norte y este de Alemania algunos terratenientes exigieron una ley con el fin de prohibir su difusión, dichas medidas pervivieron durante 50 años hasta que Federico II de Prusia despenalizó su uso, con la idea de aplicarle un exagerado impuesto. Aunque su comercialización se legalizó, esta directriz causó un fuerte malestar en la población.

El rechazo también fue manifestado por parte de los sacerdotes católicos en varias partes de Europa, quienes afirmaron que esta bebida era proveniente de las artimañas de Satanás, pues las personas se mostraban adictos a su consumo; visto como un sustituto del vino. Ante esta polémica religiosa, el papa Clemente VIII amante del café, bautizó simbólicamente la mezcla, haciéndolo así aceptable para los católicos. Por el contrario, en la zona sur y oeste de Europa fue aceptado. Surgieron diversas cafeterías en Oxford y en Londres. La primera se abrió en 1652 en la capital.

Las cafeterías sirvieron como espacio de entretenimiento y a su vez como espacios donde nacieron las ideas liberales e ilustradas. En las cafeterías se llevaron a cabo tertulias de carácter clandestino, también la cafetería sirvió como espacio para crear y distribuir panfletos. En 1676, esta situación incitó al fiscal del rey Carlos II de Inglaterra a cerrar las cafeterías, argumentando que allí se edificaban crímenes de ofensa contra el rey y contra el reino. Las reacciones de los habitantes no se hicieron esperar, el edicto de cierre debió revocarse.

El café Procope en Berlín, inventó una nueva forma de preparar el café: utilizando un filtro, agua caliente y café molido. Este producto ha sido tan importante que en 1734 Johann Sebastián Bach compuso su célebre Cantata del café. Vemos como el café ha generado diversas situaciones, fue el móvil para crear motines, para avivar discordias, construir ideas liberales y modificar la economía de una región. El café alcanzó en el siglo XVIII la aceptabilidad social en Europa. Pronto los grandes cultivos aparecieron en Ceilán e Indonesia, implantándose posteriormente en América del Sur.

En Ceilán, las plantaciones de café no tuvieron mucho éxito debido a que los cultivadores no tenían el conocimiento necesario para prosperar el cultivo, por ello, fueron devastadas por una enfermedad y sustituidas por el té. En otro lugar del mundo, Martinica y Guadalupe, la planta fue conocida y cultivada rápidamente cuando fue traída por el capitán de infantería Gabriel Mathieu de Clieu, Cincuenta años más tarde, ya habían plantadas aproximadamente 19 millones de plantas en las islas. En otro momento, los holandeses llevaron semillas a la Guayana Neerlandesa y francesa, estas a su vez fueron enviadas a Brasil donde se estableció la primera plantación en 1727, a pesar de fuertes medidas impuestas por las autoridades coloniales.

Algunos años después, los misioneros capuchinos llevaron las primeras semillas de café desde el Brasil hasta territorio venezolano; mientras que a Colombia llegó proveniente de las Antillas Francesas. En el departamento del Magdalena se presenciaron los primeros cultivos en pequeña escala. En el caso norteamericano la producción de café se incrementó durante la Guerra de la Independencia; a causa del poco acceso a las importaciones de té. En el caso colombiano, las plantaciones comenzaron a aumentar y se establecieron en Cúcuta, los más grandes al mando de Ignacio Ordóñez de Lara. Por otro lado, en Cundinamarca fue Tyreel Moore en 1867 quien estableció los primeros cultivos y en Antioquia fue Mariano Ospina Rodríguez. Ciertamente los más exitosos por la producción de un café exquisito estuvieron a cargo de Eduardo Walker en la región de Caldas. Su expansión fue tal que para 1890 el café fue el motor de la economía regional. En 1886 Simón López lo extendió a la ciudad de Pereira de donde partió la expansión del cultivo a zonas del Quindío y al Valle del Cauca.

Durante el siglo XX las regiones que se posicionaron como las mejores productoras de principales cafés en América del Sur fueron Brasil, Ecuador y Colombia. En Asia fue Vietnam, y en los países africanos Kenia y Costa de Marfil. Hawai desarrolló una pequeña producción de café de gran calidad y un costo muy elevado, cuenta con numerosas variedades. Pero el café más caro y famoso es el de Blue Mountain producido en Jamaica. No podemos desmeritar la gran calidad del café colombiano que es de tipo exportación. Por su parte, Perú ha desarrollado numerosas plantaciones de café orgánico de altísima calidad que han ganado reconocimiento mundial.

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