Historia
Historia de Los Niños Héroes
Historia de Los Niños Héroes
Los Niños Héroes. La leyenda construida alrededor de estos jóvenes nace en el marco de la Batalla de Chapultepec. La confrontación se llevó a cabo en el cerro de Chapultepec, ubicado en las proximidades de la Ciudad de México. En el combate participaron los ejércitos de Estados Unidos contra los de México. La causa de dicha batalla fue la invasión de México a tierras texanas que luego de un acuerdo habían quedado en manos de la nación norteamericana. Sin embargo, los mexicanos tenían residuos de tropas militares en San Blas y un colegio regido por México en las cercanías al cerro. El conflicto armado se dio en el periodo presidencial de James Knox Polk.
La guerra entre Estados Unidos y México se generó por diversos factores. El primero de ellos, es el espíritu expansionista característico en esta nación, mientras que en México el inestable gobierno de Mariano Paredes y Arrillaga, que había sido tomado por un golpe de Estado. Por otro lado, la consecuencia de los eventos de colonización de Texas a manos de inmigrantes estadounidenses condujo a roces entre México y Estados Unidos. Aunque notablemente los problemas de estas dos naciones tienen un antecedente mayor, en el momento en que Francia vende Lousiana a Estados Unidos, estos argumentaban que el territorio de Texas hacia parte de la zona contemplada en dicho trato. Para negociar esto, el ministro español Luís de Onís buscó un acuerdo, así en 1819 se llevó a cabo el tratado Transcontinental.
La ofensiva inicia a partir de las tres de la mañana del día siguiente, 13 de septiembre, comenzaron a ser bombardeados intensamente provocando un gran saldo de muertos y heridos. Si bien es cierto, las muertes no solo se dieron por las armas sino por las condiciones insalubres del entorno. El general Nicolás Bravo al ver que sus hombres habían sido diezmados en cuestión de horas pidió refuerzos. En horas de la noche, cesó el cañoneo y la guarnición trató de reponer los blindajes. Antonio López de Santa Anna envió los efectivos del batallón de San Blas comandados por el general Felipe Santiago Xicoténcatl.
El ejército norteamericano poseía mayor número de hombres y además sus armas eran de mejor calidad, la confrontación que duro todo el día en donde se luchó cuerpo a cuerpo; dejó muy mal parado a las tropas mexicanas; las tropas de Estados Unidos logran avanzar hasta tomarse el edificio del Colegio Militar; en ese momento, los prisioneros eran alrededor de quinientos cincuenta, cien de ellos oficiales, y entre estos el general Nicolás Bravo, también diez coroneles. En cuestión de horas los mexicanos son abatidos y los invasores se presentan gloriosos. Los mexicanos perdieron más de dos millones de kilómetros cuadrados de su territorio.
Cuando las tropas llegan al Colegio Militar, entre la confusión y la zozobra, se encontraban los seis cadetes mexicanos del Colegio Militar que murieron valientemente por la defensa de su tierra. Cuando el director del Colegio Militar Gral. Mariano Monterde, conoció la noticia de la guerra, solicitó a los cadetes que se marcharan a sus hogares ya que el colegio sería utilizado como zona estratégica de defensa. Algunos alumnos en un acto de valentía pidieron quedarse para permanecer acuartelados y defender a su país de esta injustificada invasión. Estos jóvenes tenían entre 14 y 18 años.
Los cadetes, lucharon cuerpo a cuerpo, resistiendo heroicamente el asalto de las tropas norteamericanas, muy superiores en número y armamento. Tuvieron en jaque durante dos días al ejército estadounidense antes de perecer en la trágica batalla. La tradición indica que Fernando Montes de Oca se arropó en una bandera mexicana y se lanzó al vacío desde lo alto del Castillo, con el fin de que el enemigo no se apoderara de la bandera.
Los seis cadetes que se encontraban en formación en el Colegio Militar fueron: Juan de la Barrera, nacido en la capital de México en 1828; Juan Escutia, nacido en Tepic, Nayarit, aproximadamente en 1830; Francisco Márquez, de Guadalajara, Jalisco, en 1834; Agustín Melgar, oriundo de Chihuahua nacido en 1828; Fernando Montes de Oca, proveniente de Azcapotzalco, y Vicente Suárez, quien nació en Puebla en 1833. Estos seis jóvenes pasaron a la historia de la nación mexicana bajo la denominación de los Niños Héroes, su acción reviste una importancia notable y es símbolo de orgullo nacional.
Por ello, actualmente, el Castillo de Chapultepec es un lugar de interés turístico y de una gran importancia para la historia de México, además se fundó en dicho lugar el Museo Nacional de Historia, y en sus alrededores se observan las placas conmemorativas en los puntos donde murieron los jóvenes que aspiraban a ser militares mexicanos más conocidos como los Niños Héroes de Chapultepec.
Los restos mortales de los seis jóvenes fueran hallados en el bosque de Chapultepec y reconocidos oficialmente en 1947. En la actualidad, sus restos se encuentran en el Monumento a los Niños Héroes, erigido en su memoria y ubicado contiguo al cerro de Chapultepec. Dicho monumento fue realizado por el escultor Ernesto Tamariz y el arquitecto Enrique Aragón Echegaray. En la fecha de la toma del Castillo por parte de las tropas enemigas se celebra actualmente una conmemoración en la que se rememora el acto de valentía de estos prematuros héroes, así como del General Felipe Santiago Xicoténcatl y todos los que dieron su vida por la causa. Aquí se celebran actos cívicos, acompañados de arreglos florales.