Georges Bataille (10 de septiembre de 1897 – 9 de julio de 1962) novelista, poeta y ensayista. Nació en Billom, Francia. Estudió en l’École des Chartes y luego ingresó en la Escuela Superior de Estudios Hispánicos de Madrid. En su juventud sus intenciones era iniciar una vida sacerdotal, así que, asistió a un seminario católico, pero en 1922 abandonó la fe cristiana, no se tiene conocimiento sobre los motivos. Lo que sí es sabido, es que los burdeles de París para él son auténticas iglesias.
Como bibliotecario en la Biblioteca Nacional de París, gozó de cierta libertad para escribir, leer y difundir sus postulados. Luego de varios años obtuvo un puesto como director de la Biblioteca Municipal de Orleans (hasta el día de su muerte). Participó en actividades de los grupos surrealistas hasta que se alejó de André Breton, y dirigió las revistas Documents, Acéphale y Critique. Su bagaje a nivel cultural y literario era impresionante.
Gracias a su amigo Alfred Métraux, se interesó por la etnología, disciplina que lo llevó a estudiar la religión y lo sacro, el elemento antropológico tuvo presencia por Marcel Mauss y el filosófico se debió a Alexandre Kojève. En el año de 1937 fundó con Michel Leiris y Roger Caillois el Collège de Sociologie, con el objeto de analizar las manifestaciones de lo sagrado en la sociedad moderna.
Su labor mereció comentarios de todo tipo, Michel Foucault alabó su obra. A través de la literatura y el ensayo, cuestionó la racionalidad de la palabra escrita y el concepto clásico de sujeto. Dejó de lado la retórica para aproximarse a lo que él llamaba “la desnudez del ser”, ya que aseguró que la mejor manera para que el hombre consumara sus ideas era por medio de la “transgresión”. Era claro que en sus postulados el individuo vivía una realidad dividida, condicionada y limitada por los grandes sistemas racionales de la ética y la estética. Como alternativa, el humano debía experimentar el éxtasis para lograr una experiencia interior liberadora.
Tomó la filosofía trágica de Nietzsche y la dialéctica de Hegel, para elaborar un misticismo materialista donde Dios es una ausencia que no excluye lo sagrado, y donde el exceso es un camino de revelación en donde erotismo y muerte se vinculan íntimamente. Las experiencias transgresoras (arte, risa, erotismo) rompen los límites de la lógica. Lo anterior nos lleva a una zona de “no-saber” que es completamente ajena al campo de lo posible, del conocimiento, y de la racionalidad, y que tiene su origen en la ausencia de la verdad.
Las novelas eróticas que escribió fueron: Historia del ojo (1928), El azul del cielo (1935), Madame Edwarda (1937), El cura C (1950) y Mi madre (1966); conjunto que supone una referencia esencial en los estudios sobre literatura y erotismo. Completa su obra literaria el conjunto de poesías reunidas en L´Archangelique (1944). Su obra ensayística comprende estudios sobre el marqués de Sade, Marcel Proust, Franz Kafka