Filósofos
Empédocles
Biografía de Empédocles
Empédocles de Agrigento (484 a.C. – 424 a.C.) filósofo y poeta. Nació en Agrigento, Sicilia. Provenía de una familia culta y acomodada, por lo cual su educación fue de la más alta calidad. Su padre, Metón, intervino en el derrocamiento del tirano Trasideo en el año 470 a. C. Su abuelo, también llamado Empédocles, fue criador de caballos, y venció en las carreras de caballos en Olimpia durante la LXXI Olimpíada. Vivió su infancia en su ciudad natal, que para aquel momento vivía una situación esplendorosa gracias al gobierno del tirano Terón, quien estuvo interesado por las artes y la religión, encarnando así las preocupaciones del pueblo agrigentino. Luego de la muerte de Terón, se vivió un periodo de tiranía impuesta por su hijo Trasideo.
Posteriormente esta fue derrocada y se dio una transformación política, en este proceso el filósofo estuvo muy activo, uno de las acciones fue la disolución una organización oligárquica conocida como la asamblea de los mil. En sus discursos afirmaba a los habitantes de Agrigento que era necesario abandonar las luchas entre partidos y cultivar la igualdad política, por ello rechazó cualquier cargo ofrecido. Empédocles se hizo muchos enemigos por sus ideales democráticos y quizás por su extravagancia, en una ocasión trataron de impedirle el acceso a Agrigento.
Su figura ha sido relacionada con la de un mago y profeta, autor de milagros y revelador de verdades ocultas y misterios escondidos. Era un hombre multifacético, mientras fue jefe de la facción democrática de su ciudad natal, también fue un famoso científico y médico-taumaturgo. Como vemos, gracias a su posición social y a su inteligencia, pudo obtener importantes cargos en la vida pública. Si hablamos de sus obras debemos afirmar que se conocen pocas: Políticos, el tratado Sobre la medicina, el Proemio a Apolo, el poema Sobre la naturaleza (incompleto) y las Purificaciones. Escribió sus obras en forma de poemas. Su doctrina parece estar influida por Parménides, a quien se dice que conoció mientras viajo a Elea.
La filosofía de Empédocles representa la primera tentativa de armonizar ambas posturas: la de los filósofos de Mileto y la de la escuela de Pitágoras. En sus obras, Empédocles comienza, como Parménides, estableciendo la necesidad y perennidad del ser; su originalidad consiste en conciliar dicha necesidad con el devenir. Para ello el filósofo planteó cuatro principios constitutivos, los cuatro elementos naturales: el agua, el aire, la tierra y el fuego. A diferencia de filósofos como Tales, Anaxímenes, Jenófanes y Heráclito, las raíces de Empédocles permanecen cualitativamente inalteradas: aunque se combinan en distintas proporciones para formar todas las cosas, en su individualidad son inmutables y eternas.
Según Empédocles, Amor y Odio son dos fuerzas cósmicas que provocan el continuo cambio. El primero tiende a unir los cuatro elementos, como atracción de lo diferente; mientras que el Odio actúa como separación de lo semejante. Cuando predomina totalmente el Amor, se genera una pura y perfecta esfera toda ella igual e infinita. El Odio comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta lograr la separación completa del caos. Así las dos fuerzas, en sus cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos.
Para el griego el hombre también está formado por los cuatro elementos. En ese sentido, Empédocles dedicó gran interés a la observación de la naturaleza en todo su esplendor, y expuso innovadoras visiones sobre la evolución de los organismos vivos o la circulación de la sangre; estableció asimismo la tesis de la sede del pensamiento en el corazón, la medicina la acogió por mucho tiempo. De lo anterior surge una teoría llamada metempsicosis: asegura que solamente los hombres que logren purificarse podrán escapar por completo del círculo de los nacimientos y volver a morar entre los dioses.
Aunque Empédocles no figura entre los grandes de la filosofía griega, su teoría de las «cuatro raíces» fue muy popular durante veinte siglos después: fue adoptada por Aristóteles. Ahora bien, en los tiempos de la fundación de la química como ciencia moderna, de la mano de Antoine Lavoisier, fue necesaria en el descubrimiento de los «elementos». El filósofo griego fue el primero de los pensadores del eclecticismo pluralista que intentó conciliar las visiones contrapuestas de la realidad establecidas por Parménides y Heráclito.
Empédocles también escribió sobre el alma, el conocimiento y sensación, el ciclo cósmico y la generación de los seres vivos. El final de su vida lo pasó exiliado en el Peloponeso. En realidad, la razón de su muerte es un misterio. Se concibieron varias versiones con relación a su muerte, la más conocida de todas es aquella según la cual se habría suicidado, aproximadamente a los 60 años de edad, arrojándose al volcán Etna con el fin de ser venerado como un dios por sus conciudadanos. Lo que resulta admirable en este hombre fue su sabiduría no tanto intelectual sino espiritual.