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Conquistadores

Darío I

By No machine-readable author provided. Ginolerhino assumed (based on copyright claims). [GFDL, CC-BY-SA-3.0 or CC BY 2.5 ], via Wikimedia Commons

Biografía de Darío I

Darío I el Grande fue el tercero de los reyes persas de la dinastía aqueménida, comenzada por Ciro II. Gobernó Persia desde el 521 hasta el 486 a. C., llevando al imperio a su mayor esplendor y entregándole el trono a su hijo Jerjes I, quien, para algunos historiadores, es quien lleva al imperio a su declive. Darió nació alrededor del año 549 a. C. y murió en el 486 a. C. con la edad estimada de 63 años. Fue hijo del gobernador de Partia durante los mandatos persas de Ciro II y Cambises II, Histaspes, miembro de la dinastía Aqueménida. Como todo hijo de príncipe, Darío fue educado dentro de la corte y pronto recibió el título de “portador de la lanza” de manos de Cambises II, a quien acompañó en las batallas contra Egipto. Para el 522 a. C., el entonces rey persa fue informado de que su hermano había sido asesinado por el mago Gaumata, quien se declaró en rebelión, por lo que Cambises decidió irse de Egipto. No obstante, este murió en el camino sin alcanzar Persia. De tal manera que Darío se alió con seis de los más fieles amigos del fallecido y juntos partieron hacia Persia con la intención matar al traidor. A este lo encontraron en Ecbatana, donde fue liquidado por el propio Darío; y poco más tarde, Darío entraría en Pasargada para coronarse como emperador en el 522 a. C. luego de que su abuelo, Arsames, y su padre, Histaspes, abdicaran al trono.

Luego de esto, Darío se instaló en la ciudad de Ecbatana, en donde fue víctima de toda clase de sublevaciones por parte de los fieles a Gaumata. Así, se rebelaron los elemitas, los babilonios, los bactrinos, y de igual forma, hubo disturbios en Elam, Egipto, Asiria, Media, Partia y en la misma Persia. De forma que en el mismo 522 a. C., la mayoría del imperio estaba en rebelión. No obstante, para el 521 a. C. la mayoría de estas situaciones habían sido controladas mediante la fuerza militar o por la vía pacífica, asesinando, según sus propias palabras, a ocho reyes falsos e instaurando la paz de nuevo en el Imperio. En cuanto al ámbito administrativo, fundó las satrapías, un sistema de provincias unitarias que delegaba su poder en gobernantes locales con alta independencia. Además, reformó el ejército y le encargó la función de mantener el orden interno, siendo comparables con la función que tiene la policía actualmente.

Fuera de esto, también desarrolló un conjunto de carreteras que unieron los principales lugares del Imperio, unificó todas las monedes imperiales en una (el dárico) y permitió la libertad de culto entre las distintas regiones, con la única excepción de que Ahuramazda fuera reverenciada como la máxima divinidad. En cuanto a sus relaciones con otros reinos, conquistó gran parte del valle del Indo, destacándose la región de Gandhara, con lo que pudo comerciar con las culturas del subcontinente indio. En cuanto a los egipcios, estos habían logrado independizarse durante las rebeliones ocurridas inmediatamente después de la coronación de Darío, pero este visitó la región y, con la colaboración del sátrapa de la región, Ariandes, pudo reconquistar los territorios de Egipto. Por su parte, los tracios, quienes eran vistos como una amenaza al Imperio Persa, pudieron salvarse de las tropas que Darío envío para destruirlos, luego de que alejaran a sus enemigos del Danubio.

En cuanto a los griegos, los persas se enfrentaron a ellos luego de la Revuelta jónica, en la que varios de los pueblos jonios sometidos por Darío se levantaron contra él en el 500 a. C. No obstante, estos fueron reconquistados por la superioridad númerica persa. Este enfrentamiento tuvo su final en el 494 A. C. con la destrucción de Mileto, luego de la cual Darío se abalanzó sobre las ciudades de Artafernes y Datis. Con estas victorias iniciales, los persas marcharon hacia Atenas, donde fueron derrotados en la Batalla de Maratón por las fuerzas de Milciades, un general que había combatido anteriormente bajo las órdenes de Darío. Tras esta derrota, el emperador persa maquinó una nueva guerra contra Grecia, pero no pudo llevarla a cabo porque tuvo que partir a Egipto a apaciguar una insurrección. Dirigiéndose hacia este territorio, Darío murió finalmente en el 486 a. C. debido a una enfermedad. Su hijo, Jerjes I, heredero del trono, sería quien continuaría la guerra contra Grecia.

¿Qué significa el nombre de Darío?

El nombre de Dario significa “aquel quien mantiene el bien”.

¿Quién fue el rey Ciro?

Ciro II el Grande fue un rey de la dinastía aqueménida que gobernó Persia entre el 559 y el 530 a. C., a la cual llevó hasta la consolidación del Imperio persa aqueménida luego de que conquistara buena parte de Mesopotamia y de Irán, así como Babilonia, Media y Lidia, siendo el imperio más grande conocido hasta la fecha.

¿Quién fue Jerjes y Artajerjes?

Jerjes I es el hijo de Darío I, quien lo sucede en el trono del Imperio Persa aqueménida desde el 486 hasta el 465 a. C. Artajerjes, a su vez, es el hijo de Jerjes I, y también asume el trono de Persia desde el 465 hasta el 424 a. C.

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