Abraham “Bram” Stoker (8 de noviembre de 1847 – 20 de abril de 1912) Novelista y escritor irlandés, autor de Drácula. Uno de los autores más influyentes de finales de siglo XIX y comienzos del XX. Ejerció como funcionario publicó, al igual que su padre y trabajó como representante y secretario del famoso actor Henry Irving. Sus experiencias con este fueron narradas en Recuerdos personales de Henry Irving. Crítico y novelista, llegaría a publicar varios cuentos cortos, aunque su obra más destacada fue Drácula (1897). Otros títulos importantes son: El misterio del mar (1902), La dama de la mortaja (1909), Famosos impostores (1910) y La guarida del gusano (1911).
Nació en Clontarf, Dublín, el 8 de noviembre de 1847. Fue el tercero de los siete hijos de Abraham Stoker y Charlotte Thornley. Su padre era funcionario publico y su madre un importante reformista feminista. Debido a su frágil salud curso estudios en su hogar con profesores privados. En su adolescencia fue un ávido lector, se mostró atraído especialmente por la obra de Walt Whitman, autor con el que entablo amistad años después.
Aunque su salud era frágil, esto no impidió que fuera un excelente estudiante y deportista. Una vez estuvo recuperado, inició sus estudios en el Trinity College (1864), institución de la que se graduó Matemáticas y Ciencias en 1870. Fue entonces campeón de atletismo y presidente de la Sociedad Filosófica. Mientras aun cursaba estudios, en 1867, se convirtió en funcionario público. Llegó a ejercer en el Dublin Castle y fue crítico literario para The Evening Mail.
Hacia comienzos de los setentas comenzaría a publicar sus primeros relatos de terror. Estos aparecieron en las publicaciones de la London Society y en la revista Shamrock. Entonces vieron la luz La Copa de Cristal (1872) y The Chain of Destiny (1875).
En 1878 conocería a su ídolo el actor Henry Irving, gracias a una crítica sobre la puesta escena de Hamlet, en la que intervenía el actor. Pronto nació entre ellos una profunda amistad y Stoker se convirtió en el representante y secretario del actor. Trabaron juntos por las siguientes dos décadas, en las que Stoker se encargó de la correspondencia, los negocios y los viajes del artista.
Estuvo con este en todas sus giras y fue su compañía en sus últimos momentos. También dirigió junto a Irving el Lyceum Theatre de Londres. Todos sus momentos y experiencias fueron recopilados en el libro Recuerdos personales de Henry Irving publicado en 1906.
Stoker nunca dejo de escribir, en sus primeros años con Irving, publicó su segunda novela The Snake’s Pass (1890) y el articulo Las Obligaciones De Los Escribanos En Los Tribunales De Primera Instancia de Irlanda (1879)
Aunque fue prolífico escritor, su nombre paso a la historia por la creación del mítico Conde de Drácula en 1897. Basada en la historia del misterioso príncipe rumano Vlad Tepes, también conocido como Vlad El Empalador, Drácula se convertirá en todo un icono de la literatura de terror. Ha sido la inspiración de la mayoría de los relatos vampíricos escritos desde entonces y en muchas ocasiones se la ha llevado a la pantalla grande. Sobresalen las adaptaciones de F. W. Murnau (Nosferatu, 1922), Tod Browning (Drácula, 1931) y Francis Ford Coppola (Drácula, de Bram Stoker, 1992).
Otros libros suyos son Bajo el crepúsculo (1882), El sueño de las manos rojas (1984), El hombro de Shasta (1895), El misterio del mar (1902), El Hombre (1905), La señora Athlyne (1908) y El invitado de Drácula (1914).
Estuvo casado con Florence Balcombe y tuvo un hijo llamado Noel.
Stoker falleció el 20 de abril de 1912 en Londres, a causa de la sífilis. Tenía 64 años.