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Médicos

Miguel Servet

Miguel Servet
Dominio Público

Biografía de Miguel Servet

Miguel Servet (29 de septiembre de 1511- 27 de octubre de 1553) teólogo y médico. Nació en Villanueva de Sijena, España en el seno de una familia distinguida. Desde muy pequeño sus padres le brindaron un apoyo incondicional en lo respectivo a su formación, por ello desarrolló  una habilidad increíble para las letras. Manejaba el latín, griego y hebreo. Esto le posibilitó la situación para estudiar teología. Miguel se trasladó hacia Barcelona con tal fin. Para esa época estuvo en Toulouse, y entró en contacto con la Reforma protestante, esto despertó en él interés, por ello, comenzó a ingresar en el mundo de los estudios bíblicos. Junto con Quintana y el resto del séquito imperial, viajó a Italia y Alemania para presenciar la coronación de Carlos V como emperador en 1530.

Estando allí conoció al confesor de Carlos I fray Juan de Quintana, con quien trabó una amistad y lo acogió a su servicio. Ambos emprendieron un viaje hasta Roma en 1530 para presenciar la coronación del emperador. Luego de un tiempo juntos, Miguel decidió dejarlo para iniciar un nuevo camino, inició una larga peregrinación por diferentes ciudades europeas tales como Lyon, Ginebra, Basilea, en estos lugar fue actor de varias polémicas con líderes reformistas como Johannes Ecolampadio o Martín Bucer.  Aunque estaba a favor de la Reforma protestante, pero la diferencia era que creía en el desarrollo de una cristología contraria a la Santísima Trinidad.

Las diversas peripecias continentales fueron claves para que Miguel conformara relaciones con los líderes reformistas. De todas sus experiencias recogidas, Servet logró en 1531 publicar su obra titulada De Trinitatis Erroribus en español, De los errores de la Trinidad, expuso la doctrina unitaria, en otras palabras anuló la creencia en la Trinidad. La polémica que causó fue impresionante, incluso llegó la noticia hasta su país natal donde el obispo de Zaragoza solicitó la intervención de la Inquisición.

Realmente, Servet nunca se vio alterado por la situación. Creía estar muy seguro y tener motivos para compartir semejante postulado. Se dirigió a París y luego a Lyon. En aquella ciudad se dedicó a trabajar en la edición de la Geografía de Ptolomeo y sin olvidar su objetivo trabajó en la edición  de la Biblia. Posteriormente, comenzó a descubrir una pasión por la medicina que lo motivó a regresar a  la capital francesa, donde fue alumno de Sylvius y Johannes Guinter. Unos meses más tarde ejerció la medicina en Charlieu. Serves no fue aceptado en la universidad de Paris porque sustentó que aprobaba un tratado de astrología que exponía que exista una influencia de las estrellas en la salud humana.

Con los conocimientos de medicina que adquirió, escribió su obra Christianismo restitutio (1553) en donde plasmó la concepción de la Santísima Trinidad que él tenía. La impresión de esta obra fue un trabajo complejo, Servet se acercó a un amigo impresor de Basilea al que ofreció el manuscrito, pero este se negó a imprimirlo. Finalmente, tuvo que adecuar una casa para la impresión y para ello tuvo que invertir una cantidad importante de dinero, se imprimió secretamente en una casa vacía de Vienne. En el libro no se hizo referencia del lugar, el impresor y tampoco su autor. No obstante, Miguel Servet incluyó las iniciales de su nombre al final e insertó de manera implícita su nombre en diversas partes del texto.

Este libro de casi 700 páginas continuo sosteniendo su postulado sobre la Trinidad expuesto en libros anteriores. Lo nuevo es que agregó treinta cartas a Calvino y un discurso dirigido a Melanchthon. Este libro habló sobre la necesidad de reformar de modo riguroso el cristianismo, inclusive más rigurosa que la emprendida por los protestantes. Esta obra se caracterizó por ser más agresiva que las anteriores,  se mostró especialmente duro hacia los reformadores y criticó severamente la doctrina tradicional de la Trinidad apelando a la  razón, la historia o las Escrituras.

Como rápida respuesta cuando la obra fue difundida, la Inquisición empezó a perseguirle, tuvo que huir de Lyon hacia Italia, pero cuando estuvo por territorio ginebrino fue reconocido, detenido y acusado de hereje por Calvino. La condena fue unánime y rápida, fue condenado a muerte en la hoguera. Así, el 27 de octubre de 1553, Miguel Servet murió bajo la hoguera. Luego de su muerte, en 1982, se tradujeron algunas obras como Treinta Cartas a Calvino, Sesenta signos del Anticristo y Apología de Melanchton.

Miguel Servet fue un hombre que conmocionó una sociedad que aunque estaba en un momento de generar reformas y configurar el pensamiento, en este caso religioso, estuvo un paso más allá y realmente generó grandes polémicas y puso en jaque la institución de la iglesia católica. Su fuerte creencia en la que consideraba a Jesús como una divinidad deseada por el Padre y, en consecuencia, con un origen simultáneo al acto físico del nacimiento. Esta concepción, le enfrentó tanto a los católicos como a los protestantes, su obra fue censurada y las que ya estaban en circulación fueron eliminadas.

La obra Christianismi Restitutio, fue enviada por Servet a Calvino. La reacción de Calvino al leer  dicha obra, fue denunciar a Servet ante la Inquisición de Lyon, lo que provocó la huida apresurada de éste. La obra además de manejar el tema teológico, expuso en el capítulo V el proceso de la circulación pulmonar o menor, con la intención de sustentar su postulado. Podemos afirmar que este capítulo pasó a la posteridad porque expone un particular planteamiento médico.  Definitivamente su vida y su obra nos permite ver el ambiente de tensión que se vivió en esta época con relación a las reformas protestantes.

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