Biografía de Manuel Ascencio Segura

Manuel Ascencio Segura (23 de junio de 1805 – 18 de octubre de 1871) escritor y dramaturgo. Es considerado uno de los máximos representantes del costumbrismo y el creador del teatro nacional peruano. Nació en Lima, Perú. Su padre es el teniente del ejército español Juan Segura y su madre Manuela Cordero. Por consejo de su padre, a los 13 años comenzó la carrera militar en el ejército realista como cadete. Más adelante, luchó al lado de su padre en la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824). Derrotados, el joven Manuel pasó a servir a las filas patriotas, alcanzando el grado de capitán del segundo batallón Zepita.

Fue partidario del primer gobierno del general Agustín Gamarra. Tiempo después, escribió su primera comedia, La Pepa, en esta narraba la prepotencia de los militares, aunque no fue interpretada por miedo a que su carrera militar se viera afectada. Segura tuvo que ser testigo de un país convulsionado política y civilmente a causa de las constantes guerras civiles. Felipe Santiago Salaverry le nombró administrador de la aduana de Huacho. Luego, participó al lado de Salaverry contra la invasión boliviana ocurrida en el año de 1835.

La contienda se inclinó en su contra y por ello fue hecho prisionero en Camaná, logró salvar su vida. Durante un tiempo permaneció aislado de la milicia. En 1839, fue nuevamente llamado por el general Gamarra para servir en el ejército, del cual se retiró cuando ostentaba el cargo de Teniente Coronel en 1842. Segura incursionó en la política haciendo parte del Ministerio de Hacienda. También se destacó como redactor en varios periódicos, tales como El Comercio de Lima. Allí publicó su única novela, Gonzalo Pizarro, utilizando la modalidad de encargos. En 1841 renunció a este puesto para dedicarse a la edición de un periódico propio, titulado La Bolsa.

En este publicó artículos de costumbres (Los Carnavales, Me voy al Callao, El Puente). En estas obras retrató los personajes de su tiempo de un modo familiar y con un lenguaje común. En este periódico también publicó algunos poemas y letrillas satíricas: A las muchachas y El Cometa. El té y la mazamorra, Los viejos, Las calles de Lima, Dios te guarde del día de las alabanzas, fueron los artículos que más popularidad le aseguraron. De esa manera se convirtió en el representante mayor del costumbrismo, al lado de Felipe Pardo y Aliaga.

Segura tuvo ciertas discusiones con Pardo porque lo tachaba de tener actitudes anticostumbrista y despectiva frente a los gustos populares. Pardo respondió con una crítica al poema de Segura Los tamales con El tamalero. Entre 1839 y 1845 estrenó varias piezas teatrales. Su primer estreno fue el drama Amor y política y la comedia El sargento Canuto, nueva crítica al militarismo, la cual tuvo una gran acogida. En adelante escribió el drama histórico Blasco Núñez de Vela (1840), la comedia La saya y el manto (1841 o 1842) y el entremés La mozamala (1842). Pero, la más reconocida de sus piezas es Ña Catita (1845).

Para ese momento, estaba casado con la joven Josefa Fernández de Viana. Juntos vivieron un tiempo en Piura, adonde fue Secretario de la Prefectura. Fundó y dirigió el semanario El Moscón, predominantemente satírico y la burlesco, fue un gran opositor de los abusos de la política criolla. El Moscón se cerró en el año 1851. Por esos años escribió también La Pelimuertada, subtitulada Epopeya de última moda (1851), poema satírico lleno de ingenio, en el que nuevamente arremetió contra su rival literario, Felipe Pardo. El 12 de octubre de 1858 recibió una pensión por su servicio a la nación. Los problemas de salud cada vez eran peores. De vuelta a Lima, se dedicó de lleno a las labores literarias.

Posteriormente, aceptó un puesto como diputado suplente por el departamento de Loreto. Sus últimos años de vida los dedicó especialmente a compartir con la intelectualidad limeña, acudir a las veladas literarias y a animadas tertulias. Finalmente, murió el 18 de octubre de 1871. Para terminar, debemos indicar que, Segura representó los valores democráticos de la nueva sociedad peruana, tenía una gran afinidad con lo popular y los nuevos grupos sociales nacientes. En su honor, el Teatro Principal de Lima fue rebautizado con su apellido en 1929.