Jean Rodolphe Perronet, mejor conocido como Jean Perronet (27 de octubre de 1708 – 27 febrero de 1794), ingeniero y arquitecto francés. Su familia integrada por su padre, un miembro de la guardia suiza; por su parte, su madre se dedicaba al cuidado del hogar, esta mujer le inculcó a su hijo el amor al estudio y la admiración a su padre. A la edad de 17 años se desempeñó como aprendiz de Jean Beausire, primer arquitecto de la villa de París. A su lado aprendió infinidad de cosas que le permitieron escalar al puesto de ayudante de ingeniero en el año 1735 en Alençon, y un año después ingresó en el cuerpo de ingenieros de puentes de París. Dos años después, se convirtió en ingeniero de la généralité de Alençon.
En 1747, fue nombrado director del cuerpo de diseñadores reales, y estuvo al mando de la producción de mapas y planos para el reino. Posteriormente, trabajó en la afamada École des ponts et chaussées, de la que fue fundador y primer director, el ayudante ingeniero Gaspard de Prony se convirtió en su mano derecha. Durante este período de su vida conoció al constructor de puentes suizo Charles Labelye, cuando aquel cambió de residencia, continuaron en contacto por medio de correspondencia. Gracias a las enseñanzas de su amigo, Jean Perronet emprendió la construcción de varios puentes en su ciudad.
Este arquitecto también estuvo muy interesado en la publicación de libros sobre construcciones, arquitectura y diseños. En ese sentido, contribuyó a la redacción de la Enciclopedia 2, editada entre 1751 y 1772 bajo la dirección de Diderot y de d’Alembert. Asimismo, participó en la redacción de dos artículos, titulados Pompe à feu y Épinglier. En la arquitectura se destacó en la arquitectura estructural, fue muy reconocido por sus construcciones de arcos en piedra. Su trabajo más conocido es el Pont de la Concorde. También, estuvo a cargo de la enseñanza de ingenieros de puentes y caminos y de la supervisión de su trabajo en los généralités. Perronet fue un verdadero maestro y utilizó métodos de enseñanza innovadores y modernos para aquellos tiempos.
Mientras asumía el cargo de colaborador en la Enciclopedia, fue nombrado primer ministro ingénieur du roi. Luego, fue miembro de la Academia de Ciencias en 1765. Entre 1747 y 1791, ordenó la rehabilitación de 2500 km de carreteras. En la Enciclopedia escribió el articulo Pompe à feu. En su honor y para reconocer su trabajo se nombró la calle junto a la sede de la École des ponts et chaussées con su nombre, en suma, una estatua de él se ha erigido en la esquina noreste de la Île de Puteaux, a los pies del pont De Neuilly.
Además de dedicarse a la planificación de diseños, Jean Perronet también estudió el ciclo de fabricación de elementos como clavos, herramientas, entre otras. Esto con la finalidad de estudiar y proponer un método para reducir el tiempo de fabricación y obtener partes terminadas en el menor tiempo posible. Fue una persona muy perfeccionista y curiosa, cuestión que lo llevaba a investigar y buscar mejores métodos y resultados. Durante la construcción de un puente en Mantes en 1763, Perronet descubrió que el empuje horizontal de una serie de arcos elípticos se pasaba a lo largo de los estribos en los extremos del puente.
Basado en esta experimentación, terminó su diseño definitivo del arco de piedra a la forma en la que hoy es conocido. Actualmente, podemos observar que esta construcción contiene arcos extremadamente planos, sostenidos por un material llamado cimbra y se adhirió por medio de una técnica conocida, en ese momento, como encofrado. Aunque, posteriormente se le realizaron algunas modificaciones como adelgazar los muelles, con el fin de ensanchar la vía navegable y reducir la erosión de la corriente.
El resultado fue estéticamente agradable; Perronet Pont de Neuilly ha sido reconocido como el puente de piedra más elegante del periodo contemporáneo europeo. La edad no fue impedimento para este hombre, a los 80 años comenzó la construcción del Pont de la Concorde, originalmente bautizado como Pont Louis XV, en 1787. La construcción de esta obra no fue interrumpida a pesar de que se dio el estallido de la Revolución Francesa. Ordenó mantener el trabajo en marcha, completándolo en 1791.
Casi diez años después fueron publicadas sus memorias, en ellas se registra todo el trabajo realizado por Perronet, durante aproximadamente 80 años, y sus obras arquitectónicas. Tales como: Puente en Orléans (1750-1760), Puente en Mantes 1757-1765, Puente en Trilport (1758-1764), Puente en Château-Thierry, 1765-1786, Pont Saint-Edne en Nogent, 1766-1769, Puente en Neuilly-sur-Seine, 1768-1774, Pont Les Fontaines, 1770-1771, Puente en Sainte-Maxence sur l’Oise, 1774-1785, Puente en Biais-Bicheret, 1775, Puente en Nemours, 1776-1791, Puente en Brunoy,1784-1787, Puente en Rosoy, 1786-1787, Pont Louis XVI, 1786-1791.
Jean Perronet murió en la ciudad de París, el 27 febrero de 1794, a los 85 años de edad. Fue despedido en una misa a la que asistieron una cantidad de franceses que admiraron su trabajo, también fue despedido por su familia y amigos cercanos.