Arquitectos

Gian Lorenzo Bernini

Biografía de Gian Lorenzo Bernini

Gian Lorenzo Bernini (7 de diciembre de 1598-28 de noviembre de 1680) Nació en Nápoles, Italia. Arquitecto, escultor y pintor italiano, considerado una de las figuras más destacadas del barroco italiano y la arquitectura del siglo XVII. Se formó como artista en el taller de su padre el reconocido escultor manierista, Pietro Bernini y posteriormente comenzó trabajar con el apoyo de diversos mecenas, entre los cuales estaban incluidos la familia Borghese. Inició su carrera artística hacia mediados de la década de 1610, con las esculturas San Lorenzo de la Retícula (1614), La Cabra Amaltea (1615) y San Sebastián (1616). Fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro en 1629 y desde entonces trabajó para diversos Sumos pontífices y reyes. Entre sus obras más destacadas están los monumentos: Sepulcro de Urbano VIII y Altar del Santísimo Sacramento y las esculturas:  Daniel y el león y Habacuc y el ángel.

Familia e inicios

Hijo del escultor manierista Pietro Bernini y su esposa Angelica Galante; Bernini tuvo como hermanos a Luigi, Dorotea, Eugenia, Agnese, Francesco, Vincenzo, Emiliana, Beatrice, Domenico, Camilla, Guiditta e Ignazio. Cuando Gian Lorenzo tenía seis años, la familia se trasladó a Roma, en donde su padre comenzó a trabajar bajo la protección del cardenal Scipione Caffarelli-Borghese, miembro de la poderosa e influyente familia Borghese. Establecido en Roma, Bernini comenzó a formarse como artista en el taller de su padre, tomando lecciones de pintura y escultura. La influencia de su padre en estos años de formación y su interés por la escultura helenística se puede apreciar en sus primeras esculturas como San Lorenzo de la Retícula (1614), La Cabra Amaltea (1615), Fauno bromeando con Cupidos (1616)

y San Sebastián (1616)

Apolo y Dafne (1622-1625). Galleria Borghese [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)]

El desbordante talento del artista llevó a que fuera reconocido rápidamente por importantes personalidades de la ciudad como la familia Borghese, quienes desde su juventud le apoyaron económicamente. Bajo la protección de los Borghese, Bernini restauró y creó importantes esculturas y monumentos que los consagraron como una de los artistas más importantes de su época. Sus primeras obras con el apoyo de la familia fueron los cuatro Grupos Borghesianos, un grupo cuatro esculturas que abordó temas bíblicos y mitológicos. Estos cuatros esculturas fueron: Eneas, Anquises y Ascanio (1618-1619), basada en la obra Virgilio, Eneida; El Rapto de Proserpina (1621-1622), David (1623-1624) y Apolo y Dafne (1622-1625).

Trayectoria artística de Gian Lorenzo Bernini

Tras darse a conocer como escultor de la poderosa e influyente familia Borghese con el grupo escultórico conocido como los cuatro Grupos Borghesianos, Bernini se convirtió en uno de los escultores más cotizados e importantes de Roma, siendo el encargado de la mayoría de los trabajos arquitectónicos de la comunidad eclesiástica. Su primer trabajo fue la estatua de Santa Bibiana para la iglesia de este mismo nombre encargado por el entonces Sumo Pontífice Urbano VIII, quien fascinado por su trabajo le nombró arquitecto de Dios y arquitecto encargado de la Basílica de San Pedro en 1629.  Poco antes de su nombramiento, Bernini comenzó a construir el nuevo altar de la basílica

, sobre el cual se erige un gran baldaquino de bronce apoyado por cuatro columnas de estilo salomónico; construido entre 1624 y 1633.

Cátedra de San Pedro (1666) Dnalor 01 [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons

Mientras llevaba a cabo esta obra, comenzó la construcción del Mausoleo de Urbano VIII, el cual terminó en 1647, con varios años de retraso. Posteriormente creó el Éxtasis de Santa Teresa (1647-1651), grupo escultórico en mármol encargado por el cardenal Cornaro, ubicado actualmente en la Iglesia de Santa María de la Victoria. Por este mismo periodo creó los trabajos en mármol La Verdad (1645) y la Fuente de los Cuatro Ríos (1648-1651), para la Plaza Navona, obras que fueron consideradas la cumbre del artista. En el trascurso de la década de 1660, terminó su trabajo en la basílica, decorando el interior con su famosa escultura, Cátedra de San Pedro (1666) y construyendo su icónica columnata elíptica y la Scala Regia en la entrada de la basílica.

Por este mismo periodo realizó diversas construcciones arquitectónicas como la colegiata de Ariccia y la iglesia de Castel Gandolfo para la familia Chig y la Sant’Andrea para Camilo Pamphili. A mediados de la década de 1660, se trasladó a Francia para encargarse de la restructuración del palacio del Louvre, pero sus diseños no gustaron a los comisionados franceses, por lo que regresó a Italia en seis meses; durante su estancia en Francia le fue encargada la realización del Retrato ecuestre de Luis XIV,

estatua que tras varias modificaciones fue ubicada en el Palacio de Versalles.

Al regresar a Roma, el papa Alejandro VII le encargó la construcción de sepulcro, monumento de gran importancia en el que se ve al Papa acosado por la muerte junto a cuatro figuras alegóricas: la Caridad, la Verdad, la Prudencia y la Justicia. La Tumba de Alejandro VII (1671 -1678) y El busto del Salvador, fueron las últimas obras de este reconocido escultor italiano. La obra de Bernini influyó profundamente en el arte barroco italiano y la arquitectura europea del siglo XVII, alcanzando a influir en la obra de artistas como el británico Christopher Wren y el español Ventura Rodríguez. Este destacado arquitecto barroco, falleció el 28 de noviembre de 1680 en Roma.