Mitología
Historia del mito de Narciso
El mito de Narciso
Es el relato de un joven muy atractivo que se admiró tanto que terminó enamorado de sí mismo. Narciso no podía amar a otra persona. Ovidio cuenta una versión de este suceso. Narciso es tan bello que las mujeres y también los hombres lo pretenden. La ninfa Eco, era una de sus mayores pretendientes. Un día para llamar la atención de Narciso quien iba caminando por el bosque la ninfa empezó a hacer unos ruidos. Pero, como Eco estaba condenada a hablar repitiendo las últimas palabras que oía (castigo de la diosa Hera) Narciso realmente no comprendía lo que expresaba.
Cuando Narciso logra ver la ninfa ella le hace gestos de deseo, pero él la rechaza y decide alejarse. La ninfa se esconde en una cueva muy triste. Aunque se recluyó en lo más lejano su eco se seguían escuchando.
Némesis, la diosa de la venganza, condena la actitud de Narciso haciendo que este se enamore de su propia imagen reflejada en un estanque. Así que, el joven comienza a contemplar su reflejo, pero inexplicablemente no puede dejar de halagarse y admirarse, en un momento siente que no se puede separar de sí mismo y muere ahogado, atraído y ciego por su propia imagen.
Versión
Narciso es pretendido por un joven llamado Aminias. Narciso, lo rechazó porque no era capaz de amar a alguien, le envía al joven una espada con la intención que se de muerte a sí mismo, como prueba de amor. Aminias obedece a Narciso, pero antes lanza una maldición sobre Narciso al que condena a amar a su propio reflejo.
Un día estaba viéndose en un estanque y no es capaz de separarse de su reflejo e inexplicablemente cae al agua. Algunos creen que murió de sed, incapaz de tomar de esta agua, por miedo a que su reflejo desaparezca.
Sea cual sea la versión del mito de Narciso se sabe que esta dio origen a la expresión “narcisismo” que se refiere a aquellas personas que se admiran y halagan con desenfreno.