Síguenos en redes

Biografía

Hernán Núñez de Toledo

Biografía de Hernán Núñez de Toledo
Manuel Esquivel de Sotomayor, grabado, José López Enguídanos, dibujo, Public domain, via Wikimedia Commons
Nombre CompletoHernán Núñez de Toledo y Guzmán
OcupaciónHumanista y latinista
Apodo/Pseudónimosel Comendador Griego, el Pinciano
NacionalidadEspañola
Movimientos

Humanismo renacentista, Renacimiento

Biografía de Hernán Núñez de Toledo

Hernán Núñez de Toledo y Guzmán (c.1475 -1553), también conocido como el Comendador Griego o el Pinciano, fue un humanista y latinista español. Profesor de retórica y griego en las universidades de Alcalá y de Salamanca, en la primera, tradujo por encargo del cardenal Cisneros los textos griegos de la famosa Biblia políglota complutense. Fue autor de una compilación de Refranes de la lengua castellana,  y de algunas ediciones críticas de autores clásicos, como Séneca y Plinio.

Primeros años

Nacido posiblemente en Valladolid (hacia 1475), su padre, Ruy López de Toledo, fue tesorero de los Reyes Católicos hasta el año 1480. Poco se sabe de su infancia o juventud, excepto que en la década de 1490, la familia se mudó a Granada. Allí entró en contacto con el conde de Tendilla, Íñigo López de Mendoza, quien fuera desde entonces su amigo y protector. También estuvo cerca de Arias Barbosa, y de Antonio de Nebrija, a quien  conoció en algún momento entre 1486 y 1499. No se sabe cuantos años estuvo al servicio del conde de Tendilla, si bien el conde fue un verdadero mecenas y le encomendó la formación de su hijo Luis Hurtado de Mendoza, futuro gobernador de Alhambra y capitán de la armada de Andalucía, en 1499.

Al servicio del conde, Núñez publicó tres importantes obras: un Comentario a las Trescientas de Juan de Mena, publicado en 1499; la segunda edición del mismo comentario, aparecida en 1505, y una traducción de la Historia de Bohemia, escrita por Eneas Silvio Piccolomini, con fecha de 1509. Previo a la publicación de estas obras, Núñez, habría viajado dos veces a Italia para completar su formación humanística. Se sabe estuvo en Bolonia, estudiando el griego y fue discípulo nada más y nada menos que de Filippo Beroaldo,  Battista Pio y Joviano de Sancta Maura. También, durante un breve periodo, aprendió el árabe en Granada.

Profesor de retórica y griego

Ya habiendo alcanzado el dominio de las lenguas bíblicas (griego, latín y hebreo) y del árabe, en 1511 opositó a la Cátedra de Hebreo de la Universidad de Salamanca. No obtuvo la plaza, por lo que, en 1513 se encontraba en la Universidad de Alcalá. Allí, por encargo del cardenal Cisneros tradujo al latín los textos griegos de la Biblia Poliglota. Para mayo de 1519, sucedió a Demetrio Ducas ocupando la Cátedra de Griego. Durante esos años como docente, publicó en Alcalá de Henares varias traducciones al latín de las obras del poeta Mosco y una traducción del De moribus institutiones ad nepotes, de san Basilio Magno.

Su carrera en Alcalá se vio truncada cuando, involucrado en los movimientos políticos de la ciudad, apoyo al bando contrario a Carlos I, durante las revueltas comuneras. Sofocada la rebelión tuvo una acalorada disputa con el noble Alfonso Castilla, quien le hirió con un puñal. Al no poder tomar venganza, debido a la posición del noble, Núñez abandonó  Alcalá y se estableció en Salamanca.

En Salamanca

Fue así que, en 1524, obtuvo la Cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca. Desde 1527, dio también la Cátedra de Retórica, manteniendo ambas hasta su jubilación. En las aulas salmantinas, tuvo una brillante actividad docente, pero no sin descalabros, como cuando opositó por la Cátedra de Gramática en 1533 y no fue elegido.

Con todo, Núñez siguió en Salamanca y más tarde fue nombrado diputado y examinador en Gramática. Finalmente, en enero de 1548 se jubiló de la Cátedra de Retórica y en septiembre de la  Cátedra de Griego. En los años siguientes continuó prestando sus servicio a la universidad. Su labor erudita no cesó pues se volcó a la escritura de su Refranero, obra que vio la luz de forma póstuma en 1555. Realizó, también, ediciones críticas de autores como Séneca, Plinio y Pomponionela.

Nuñez de Toledo falleció en Salamanca en 1553.

Advertisement