Guillermo León Valencia Muñoz nació en Popayán el 27 de abril de 1909 y murió en Nueva York en 1971. Fue un político colombiano conocido por su presidencia entre 1962 y 1966. De inclinación conservadora, dirigió el Partido Conservador y fue elegido senador en 1933.
Su padre fue Guillermo Valencia Castillo, político y poeta payanés. Guillermo León comenzó muy joven su carrera política pues fue concejal y diputado del Cauca y luego ocupó esos cargos en Bogotá. Terminó el bachillerato en su ciudad natal, donde también se graduó de abogado y obtuvo además un doctorado honoris causa de la Universidad del Cauca en 1956. Asistió como representante de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas durante la IV sesión de la Asamblea General celebrada en 1949.
En compañía de Carlos Lleras Restrepo creó e impulsó el movimiento que logró el paro del país para lograr la caída de Gustavo Rojas Pinilla en 1957. Así lo definen en la biblioteca virtual Luis Ángel Arango del Banco de la Republica en su biografía, sobre León Valencia:
“El gobierno que iniciaba el general Gustavo Rojas Pinilla sorprendió a Valencia en el momento más maduro y dinámico de su carrera política. Así tuvo ocasión de demostrarlo a raíz de la oposición que contra la dictadura se desató en el país, habiendo sido Guillermo León Valencia uno de los principales instigadores y orientadores de este movimiento”.
En 1962 llegó a la presidencia de la república después de Alberto Lleras Camargo
Al terminar sus cuatro años, GuillermoLeón Valencia fue derrotado por Carlos Lleras Restrepo y en adelante fue embajador en Madrid. Éste puesto lo tuvo diez veces, esa no fue la última vez. Su gobierno es reconocido por haber creado la Junta Monetaria que devaluó el peso y crearon el impuesto a las ventas. Incrementó de manera importante el presupuesto para obras públicos, de servicios y la educación. Parece que el funcionamiento general del país mejoró exponencialmente. De su preocupación social vale la pena decir que creó sesenta mil nuevas viviendas y financió algunos medicamentos, el programa se llamó “drogas genéricas” destinadas a llevar los medicamentos más comunes, a precios que muchas veces alcanzaron hasta el 60% menos del valor de venta común y también comenzó el plan de integración hospitalaria.
En materia familiar, contrajo nupcias con Susana López Navia también oriunda de Popayán y tuvieron cuatro hijos: Pedro Felipe, Alma, Ignacio y Diana. Es el único presidente de Colombia que ha quedado viudo durante el transcurso de su mandato, la señora López Navia murió el 19 de mayo de 1964 a causa de un accidente cerebrovascular en el Palacio de San Carlos.
Con tan solo 62 años de edad, Guillermo León Valencia murió mientras se desempeñaba como diplomático ante Estados Unidos, murió en Manhattan el 4 de noviembre de 1971.
Ha sido bastante recordado en la historia de Colombia, por ejemplo el 27 de mayo del 2009 por el centenario de su nacimiento se hicieron actos conmemorativos en Bogotá y Popayán. En lugares como el Teatro Municipal invitando al presidente de ese momento, Álvaro Uribe Vélez y con autoridades civiles, militares, eclesiásticas y sus descendientes. Ese mismo día Uribe inauguró el Museo Guillermo León Valencia en la capital del Cauca.
Aquí algunas de las palabras que pronunció en sus discursos:
“Nosotros mismos, hombres y mujeres de Armenia, que estáis disfrutando de este espectáculo incomparable, no podéis daros todavía cabal cuenta de lo que representa una pacificación realizada con el mínimo de derramamiento de sangre, por un ejército heroico en el combate, pero magnánimo y respetuoso de las instituciones democráticas. Esto es un milagro de la civilización política del país. Hasta ayer el odio frontal de los partidos nos lanzaba a unos contra los otros. Ahora el Frente Nacional, a través del gobierno de mi ilustre antecesor, en el mío, y seguramente, en el de mi insigne sucesor, cumplirá completamente esa paz adquirida a tan alto costo.
No nos correspondió a los miembros de este gobierno la época de las vacas gordas, de que habla la leyenda antigua, sino, la de las vacas flacas, amargadas por la tragedia y la desolación. No obstante, supimos cumplir con nuestro deber y aquí está el país pacificado. Ahora, que venga el ilustre sucesor a cosechar las semillas de la paz que le dejamos sembrada y a realizar el desarrollo y el progreso de Colombia. Para ello, puede contar con este pueblo que, lo único que necesitaba era, que se le dejara vivir, y se le permitiera trabajar”. Guillermo León Valencia