Ana Griselda Blanco Restrepo (14 de febrero de 1943 – 3 de septiembre del 2012), reconocida mundialmente como La Viuda Negra, La Reina de la coca, entre otros alias, fue una narcotraficante y criminal, nacida en Cartagena de Indias, Bolívar, Colombia. Aparte de su historial delictivo, Griselda Blanco es conocida por ser una de las fundadoras del Cartel de Medellín.
Ana Griselda Blanco Restrepo, reconocida mundialmente como La Viuda Negra, La Reina de la coca, entre otros alias, fue una influyente figura en el mundo del narcotráfico y el crimen colombiano. Hija de Fernando Blanco y Ana Lucía Restrepo, su vida estuvo envuelta desde temprano en la dificultad y la pobreza. Después de que su madre se mudara a Medellín, Griselda enfrentó situaciones difíciles en su adolescencia. A los 14 años, escapó del hogar de su madre tras ser víctima de abuso sexual por parte de su padrastro.
Desde una edad temprana, Griselda exhibió un interés y participación en actividades delictivas. Se sumergió en el mundo de la delincuencia juvenil y pronto comenzó a participar en actividades ilegales. La pobreza y la adversidad que experimentó temprano en la vida la llevaron a buscar formas poco convencionales de mejorar su situación económica.
Griselda Blanco inició su carrera delictiva en Colombia, inicialmente traficando cigarrillos de contrabando. Con el tiempo, su ambición y astucia la llevaron a adentrarse en el tráfico de drogas, particularmente cocaína, aprovechando las conexiones con los emergentes carteles colombianos de la época.
En la década de los 70s, Blanco se trasladó a Estados Unidos junto a su entonces esposo, Alberto Bravo, estableciendo sus operaciones de tráfico de drogas en Queens Nueva York. Su ascenso fue meteórico; rápidamente se convirtió en una figura dominante en el lucrativo negocio de la cocaína, participando en contrabando masivo y distribución a gran escala. Fundó una organización criminal conocida por su brutalidad y efectividad en el mercado ilícito.
La historia de Griselda Blanco es representativa del surgimiento del narcotráfico en América Latina y su expansión hacia los Estados Unidos. Su papel como pionera en el negocio de la cocaína la catapultó a la cima del submundo criminal, ganándose el apodo de “La Madrina”
Griselda Blanco, conocida como la “Reina de la Cocaína”, desempeñó un papel fundamental en el boom del narcotráfico en Colombia durante las décadas de 1970 y 1980. Sus comienzos se remontan en la ciudad de Medellín, donde estableció vínculos con destacados traficantes como Pablo Escobar, Carlos Lehder y José Gonzalo Rodríguez Gacha. Esta asociación estratégica les permitió crear una extensa red de distribución de cocaína hacia Estados Unidos y otros mercados internacionales. Juntos, dominaron la industria del narcotráfico, aprovechando la creciente demanda de drogas ilícitas en todo el mundo.
Blanco se destacaba por su astucia y audacia en el negocio del contrabando de drogas. Fue pionera en la implementación de métodos innovadores, como el empleo de famosas “mulas humanas”, que son personas que transportan cápsulas de droga en sus cuerpos, y la adaptación de contenedores de carga, para eludir los controles de las autoridades y transportar considerables cantidades de cocaína de manera discreta. Asimismo, desarrolló estrategias ingeniosas, como ocultar la cocaína entre productos legales dentro de los contenedores, para evitar cualquier sospecha durante los procedimientos de inspección.
A lo largo de su turbulenta vida en el mundo del narcotráfico, Griselda Blanco se destacó por su participación en numerosos asesinatos, principalmente para eliminar competidores y asociados desleales que representaban amenazas para su imperio criminal. Su relación con Pablo Escobar, aunque notable, fue marcada por constantes rivalidades y conflictos internos en el cartel de Medellín, donde ambos luchaban por poder y dominio.
Además, la presencia de Blanco en Miami durante la década de los 70s y 80s estuvo estrechamente ligada a la violencia relacionada con las drogas, conocida popularmente como las “Cocaine Cowboys Wars”. Durante este tiempo, el control de las rutas de narcotráfico y la disputa por el mercado de la cocaína en Miami llevaron a un aumento dramático de la violencia, con La Viuda Negra
Griselda Blanco fue arrestada en California, Estados Unidos, en 1985 por su presunta participación en actividades de narcotráfico y asesinato, marcando un hito importante en la lucha contra el crimen organizado en el país. Al año siguiente, en 1986, fue condenada a cadena perpetua por dichos delitos.
En 1994, Blanco enfrentó nuevos cargos relacionados con los homicidios de Johnny Castro, Alfredo Lorenzo y Grizel Lorenzo, aunque lograron conseguir pruebas contundentes en su contra y su participación en estos asesinatos, el caso cayó por un tecnicismo legal.
Después de cumplir diez años en prisión, Griselda Blanco fue finalmente liberada en el 2004. Este evento captó la atención del público y los medios debido a su notoriedad en el mundo del narcotráfico. Posterior a su liberación, la criminal fue deportada a su país natal.
Griselda Blanco estuvo involucrada con tres parejas a lo largo de su vida. En primer lugar, fue pareja de Carlos Trujillo, con quien tuvo tres hijos: Uber, Dixon y Osvaldo. La relación entre Griselda y Carlos se vio afectada por problemas matrimoniales, y en un momento, Griselda amenazó a Carlos con muerte si continuaba con ella, lo que llevó a que él huyera.
Más tarde, Blanco se casó con Alberto Bravo y ambos emigraron a Estados Unidos, donde trabajaron juntos en el negocio del narcotráfico. No obstante, la relación terminó trágicamente cuando Blanco asesinó a Bravo en un bar luego de descubrirlo siéndole infiel.
Su tercer matrimonio fue con Darío Sepúlveda, con quien tuvo a su hijo menor, al que llamaron Michael Corleone Sepúlveda Blanco, inspirado en el personaje de la saga de películas “El Padrino”, interpretado por Al Pacino. Desafortunadamente, la relación con Sepúlveda también acabó en tragedia cuando él fue asesinado en Medellín, presumiblemente debido a conflictos con Griselda Blanco relacionados con la custodia de su hijo.
A lo largo de su vida, Griselda Blanco negó rotundamente haber matado a sus parejas. Pero, su implicación en estos homicidios ha sido objeto de especulación y controversia, lo que le ha valido el apodo de “La Viuda Negra”.
El fallecimiento de Griselda Blanco el 3 de septiembre de 2012 en Medellín, Colombia, marcó el trágico final de una vida envuelta en el crimen. La Viuda Negra fue asesinada a balazos por un sicario que la abordó mientras estaba en una carnicería, disparándole dos veces en la cabeza tras bajarse de una motocicleta. A los 69 años, su muerte puso fin a una carrera delictiva que la había convertido en una de las figuras más infames de la historia criminal.
En la narcocultura, Griselda Blanco fue inspiración para diversos proyectos cinematográficos y televisivos en los que fue encarnada: