Filósofos
Bertrand Russell
Biografía de Bertrand Russell
Bertrand Arthur William Russell, mejor conocido como Bertrand Russell, nació el 18 de mayo de 1872, en Trelleck (Gales). Vivió 97 años.
Huérfano a los seis años tras la muerte de su hermana y su madre, y posteriormente de su padre, en 1878. Según su propia autobiografía, su deseo de saber más sobre matemáticas fue lo que lo alejó del suicidio.
“A los 11 años comencé Euclides, con mi hermano (quien era siete años mayor) como tutor. Fue uno de los grandes acontecimientos de mi vida, como el primer amor. No había podido imaginar que hubiera nada tan delicioso en el mundo”. Bertrand Russell
Comenzó su educación en el Trinity College de Cambridge. Una vez se graduó, en 1888, fue enviado a los Estados Unidos para complementar sus estudios y para que pudiera estudiar la vida política y las instituciones del país.
En 1894 contrajo nupcias con Alys Smith. Sin embargo, el matrimonio no duró mucho.
Se lanzó a la fama con Principios de matemáticas en 1902. Entre 1910 y 1913 escribió Principia Mathematica (Principios Matemáticos), obra que cuenta con 3 volúmenes. Su siguiente gran obra fue Los problemas de la filosofía (1912), en la que recurrió a las matemáticas, la sociología, la psicología y la física para refutar las doctrinas del idealismo. En 1919, Bertrand Russell escribió Introducción a la filosofía matemática, y un año después publicó Práctica y teoría del bolchevismo.
Bertrand Russell vivió en Rusia durante 1920. Entre 1921 y 1922 trabajó como profesor en la Universidad de Pekín (China). Durante su estancia en Pekín sufrió de neumonía, lo cual llevó a que se rumoreara que había fallecido en varios periódicos europeos. También durante este periodo, específicamente en 1921, se casó con su segunda esposa, Dora Black.
Regresó a su país y, publicó una serie de textos que contribuyeron a su reconocimiento nacional: Análisis de la mente (1921) y Análisis de la materia (1927). Desde 1928 a 1932, dirigió el Beacon Hill School, escuela privada y muy progresista donde se aplicaban innovadores métodos de enseñanza para niños. En los Estados Unidos escribió Historia de la filosofía occidental (1945).
Por textos como Lo que creo (1925) y su defensa de la libertad sexual, manifestada en Matrimonio y Moral (1929), La conquista de la felicidad (1930) y La educación y el orden social (1932), le fue prohibido dictar clases en Nueva York, por lo que consideraban sus ataques a la religión.
En 1950 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura “En reconocimiento de sus variados y significativos escritos en los que ha luchado por los ideales humanitarios y la libertad de pensamiento”.
En 1953 publicó la novela Satanás en los suburbios y otras narraciones.
Bertrand Russell falleció el 2 de febrero de 1970 en su casa, Plas Penrhyn, en Penrhyndeudraeth, Merionethshire, Gales. Su cuerpo fue incinerado en Colwyn Bay el 5 de febrero de 1970. De acuerdo con su voluntad, no hubo ceremonia religiosa; sus cenizas fueron esparcidas en las montañas de Gales.
Bertrand Russell podría ser solo un matemático brillante que ganó un Nobel. Pero fue también un filósofo que, por sus escritos, consiguió el galardón en la categoría de Literatura. Fue un activista que defendió los derechos de las mujeres y que perdió trabajos por apoyar la libertad sexual a principios del siglo XX. Fue un pacifista al cual rechazar la I Guerra Mundial llevó a la cárcel. El que se opuso a Hitler, al estalinismo, a la invasión estadounidense de Vietnam, a las bombas nucleares y a la segregación racial. El que hizo de la paz, su lucha. Fue el que tres meses antes de su muerte, con 97 años, apeló al secretario general de Naciones Unidas para que apoyara una comisión contra los crímenes de guerra cometidos por los americanos en el país asiático.
Bertrand Russell fue un intelectual en el más amplio y profundo sentido de la palabra.
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad” Bertrand Russell.
Russell consideraba misión del intelectual la difusión de una cultura que habitúe a los hombres a la revisión de sus propias ideas y a la tolerancia mutua; sabía que la ciencia, en calidad de tal, no basta para la felicidad de los seres humanos, quienes, en la consecución de tal objetivo, deben acudir al arte, al amor y al respeto recíproco.
Su teoría del conocimiento es realista y quiere conectar con las intuiciones del sentido común ordinario. Por un lado, es el heredero de la vetusta tradición del empirismo británico, una corriente filosófica unida siempre al espíritu del liberalismo y de la Ilustración, que pretende reducir todo contenido cognitivo a los datos de la experiencia sensible. Por otro, es el lógico contemporáneo más ambicioso, obsesionado con la idea de un lenguaje simbólico perfecto que elimine toda ambigüedad expresiva. El resultado de todas estas preocupaciones es el llamado atomismo lógico de Russell.