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Auguste Comte

Biografía de Auguste Comte
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Biografía de Auguste Comte

Auguste Comte (19 de enero de 1798 – 5 de septiembre de 1857) pensador, fundador del positivismo y de la sociología. Nació en Montpellier, Francia. Su nombre de bautizo fue Isidore Marie Auguste François Xavier Comte. Nació en un hogar de origen y tradición católico y también en una familia proveniente de la monarquía francesa. Pero, Comte rompió los esquemas de la tradición familiar, durante la época de la Restauración se inclinó hacia el agnosticismo y las ideas revolucionarias. Fue un joven radical y rebelde.  Ingresó en 1814 en la Escuela Politécnica de París, donde estudió ciencias exactas e ingeniería, se sintió atraído fuertemente, por la “revolución de los técnicos” predicada por el Conde de Saint-Simon.

No pudo culminar sus estudios porque el gobierno reaccionario de 1816 clausuró dicha institución.  Comte, contra la opinión de sus padres, permaneció en París para completar sus estudios de forma autodidacta. Para sobrevivir dictó clases particulares de matemáticas, que se convirtió en su fuente principal de ingresos. Desde 1817 trabajó de secretario de Saint-Simon. En 1824 tuvo una confrontación con su jefe al presentar un trabajo titulado: Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar la sociedad pero que fue reprobado por su maestro. La confrontación se dio porque Saint-Simon quería pasar de los planes científicos a la organización práctica de aquel “sacerdocio”, en tanto que Comte no consideraba todavía completos los desarrollos teóricos.

Así que, Comte publicó su obra individualmente, lo que le granjeó la amistad y aprecio de numerosos historiadores, políticos y científicos, tales como: François Guizot, Alexander von Humboldt, el duque Albert de Broglie. A partir de ese momento, Comte empezó a trabajar en la enciclopedia de las ciencias positivas que luego sería el Curso de filosofía positiva (1830-1842). Mientras tanto, sin el apoyo de sus padres, se había unido en matrimonio civil con cultísima dama de París, mujer de eminentes cualidades intelectuales, enérgica, pero quizá no tan sumisa como él hubiera deseado.

Por aquel tiempo sufrió Comte su primer acceso de locura; los padres hubiesen querido recluirlo, pero su esposa supo retenerlo para curarlo. Luego de un periodo de recuperación y reposo, Comte concentró sus energías en el Curso de filosofía positiva desde 1830 hasta 1842. De este trabajo podemos decir que se nota la influencia de Saint-Simon, sobre la urgencia del problema social, Comte consagró su esfuerzo para resolverlo, cerrando la crisis abierta por la Revolución Francesa y sus consecuencias. Para este pensador francés el conocimiento objetivo que proporciona la ciencia debía aplicarse a los asuntos políticos, económicos y sociales, dejando de lado las ideologías apoyadas en la imaginación, los intereses o los sentimientos.

Gracias a la difusión de su Curso de filosofía positiva, Comte le dio vida a un nuevo movimiento cultural del que sería el máximo representante: el positivismo. Esta corriente fue muy popular buena parte del siglo XIX. Para Comte la «ciencia positiva» proporcionaba el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y progreso». Contrario al individualismo y a la democracia, creía en un mundo regido por el saber. Tales ideas, basadas en el pensamiento positivista, tendrían un gran éxito en los países occidentales desde mediados del siglo XIX, promoviendo el capitalismo liberal y la industria triunfante.

Pero la vida de Comte no brillaba tanto como sus teorías, su salud cada vez era peor, los trastornos psicológicos que padecía minaban su estado físico, tal fue el caso que intentó suicidarse. Esta situación acabó con su matrimonio. Comte no estuvo en el mundo académico porque su personalidad: rebelde e intransigente, se lo impidió. Fue fundador de la Escuela Politécnica la Asociación Politécnica, creada para difundir las ideas positivistas, y, a pesar de la enorme fama conseguida, no logró nunca una sólida posición oficial; nunca pudo tener un puesto como catedrático solo como profesor en la Escuela Politécnica desde 1832 hasta 1844 que fue expulsado.

Luego de su separación tuvo un nuevo amor senil con Clotilde Devaux. Pero para 1845 tuvo una nueva crisis mental. Esta situación puede ser vista en sus últimas obras; el Sistema de política positiva (1851-1854) y el Catecismo Positivista (1852). En esta expuso el evangelio de la nueva religión positivista de la humanidad, en varios aspectos es desconcertante al igual que su lenguaje. En este momento duro de su vida recibió el auxilio de Émile Littré y John Stuart Mill. Para Comte era necesario que en la historia y en el progreso de la humanidad se desarrollara la ciencia y la tecnología.

Por último, el positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desórdenes orgánicos del sistema y para su solución propone reformas que integren funcionalmente a la humanidad entera. Debemos indicar que el pensamiento positivista se extendió por toda Europa durante su vida y también después de su fallecimiento. En Inglaterra también se desarrolló y el responsable de replicarlo fue John Stuart Mill.

Otro de los personajes que difundió el pensamiento de Comte fue el positivismo de Herbert Spencer, convencido defensor de la aplicación del evolucionismo de Charles Darwin a la vida social. Ahora bien, el positivismo inglés se convirtió con Spencer en la expresión ideológica paradigmática de la burguesía, o sea, en una doctrina individualista, liberal y enemiga radical del socialismo. Aunque la vida de Auguste Comte terminó el día 5 de septiembre de 1857, por sus recaídas de salud, su pensamiento quedó intacto y, actualmente es objeto de estudio en las ramas de las ciencias sociales.

 

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