Alonso de Ojeda (1468 -8 de febrero de 1515) Nació en Cuenca, España. Navegante, descubridor y conquistador español. Ojeda se crió en el seno de una familia hidalga, sin embargo, no tenían muchos recursos, motivo por el cual desde joven se desempeñó como paje para Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, más adelante gracias a los contactos de su familia se convierte en el protegido del Obispo y presidente de la Junta de Indias, don Juan Rodríguez de Fonseca, esta relación beneficiara en gran medida a Ojeda. En 1492, Ojeda se desempeña como soldado en la toma de Granada, su papel en la defensa del territorio español, le trajo reconocimiento.
Para finales de 1493, Ojeda se embarca, este es escogido como miembro del segundo viaje de Cristóbal Colón, durante su estancia en La Española se le ordena pacificar a los indios de la región, con lo cual demostró sus grandes habilidades como militar, resistió y doblego la fuerza de numerosos caciques, se encargó de poner en orden la administración del territorio español en el Caribe, en este periodo Ojeda combatió en la batalla de la Vega Real, en la cual se enfrentó a un gran ejercito conformado por nativos.
Al regresar de gestó la empresa que se dio a conocer como “viajes andaluces”,
A lo largo de esta expedición Ojeda y sus compañeros recolectan oro y perlas las cuales ofrecen a los Reyes católicos, cuando regresan a España. En España con la ayuda del Obispo Juan Rodríguez de Fonseca, Ojeda consigue una capitulación que le da el derecho de descubrir y nombrar nuevas tierras, al mismo tiempo es nombrado gobernador de Coquibacoa. Con la capitulación firmada emprende su segunda expedición en compañía con Juan de Vergara y otros, zarpó con cuatro navíos desde Cabo Verde, se dirigieron hacia Margarita y posteriormente recorrieron la zona de la costa de Curiana hasta Paraguana, en este periodo Ojeda, fundó Santa Cruz, primer poblado español en América, este ocurrió a comienzos de 1502.
Cuatro años después es nombrado gobernador de Urabá, más tarde parte hacia La Española, durante su estadía en esta busca expandir el territorio conocido, razón por la cual incursiona en los territorios de Turbaco junto a Juan de La Cosa, al llegar son sorprendidos por los nativos, los cuales atacaron lanzando flechas envenenadas, durante el ataque Juan de La Cosa, pierde la vida. Ojeda sobrevive, sin embargo, la situación en el territorio se complica, los nativos se levantaban constantemente, los ataques eran frecuentes, incluso el mismo Ojeda sale herido en 1510, al ser alcanzado por una flecha envenenada; la población española estaba cansada, enferma y sin suministros suficientes para mantenerse, debido a esta situación Ojeda se ve forzado a renunciar como gobernador de Urabá.
Al renunciar se traslada a Santo Domingo en donde reside hasta su muerte el 8 de febrero de 1515, fue enterrado en el Monasterio de San Francisco en Santo Domingo. Estipulo como voluntad que se le enterrara en la entrada del monasterio, lugar donde su tumba fuera constantemente pisoteada, esto como castigo por sus malas acciones en vida, al morir se cumplió su voluntad, pocos días después de su muerte, su esposa una indígena que llamada Isabel a la cual también llamaban “Guaricha”, con la cual tuvo tres hijos, fue encontrada muerta enfrente de su tumba, no se sabe cómo ocurrió o cual fue la causa de la muerte de esta. En 1965, durante el periodo de la guerra civil la tumba de Ojeda fue saqueada y sus restos fueron tomados, hasta el día de hoy no se han encontrado. La escena de su muerte fue retratada en un monumento erigido en Maracaibo (Venezuela), en este se representó la entrada al monasterio debajo de esta se encuentra un montículo, en el cual descansa el cuerpo de una mujer indígena.