Aleksandr Aleksandrovich o Alejandro III de Rusia (10 de marzo de 1845 -1 de noviembre de 1894) fue un zar de Rusia de la dinastía Romanov. Hijo de Alejandro II de Rusia, accedió al trono a la muerte de su hermano, Nicolás Aleksándrovich, convirtiéndose en el penúltimo zar de Rusia. De una clara orientación conservadora, fue partidario del nacionalismo ruso, acabó con las reformas liberales de su padre y adoptó programas basados en los conceptos de ortodoxia y autocracia . Se rodeó de un grupo de consejeros autoritaristas, entre los cuales figuraban Nikolai von Bunge, Dmitri Tólstoi y su mentor Konstantín Pobedonóstsev.
Alejandro III nació el 10 de marzo de 1845 en San Petersburgo. Fue el segundo hijo de Alejandro II de Rusia y de María de Hesse-Darmstad . En disposición se parecía poco a su padre, impresionable y de buen corazón, y menos aún a su tío-abuelo Alejandro I, refinado y caballeresco, pero complejo. Durante los primeros veinte años de su vida, no tuvo perspectivas de acceder al trono. Recibió un entrenamiento superficial -dado a los grandes duques de la época- y no fue mucho más allá de la instrucción primaria y secundaria. Tenía conocimiento del francés, inglés y alemán, así como el básico entrenamiento militar.
Cuando se convirtió en heredero, tras la muerte de su hermano mayor Nicolás Aleksándrovich en 1865, Alejandro comenzó a estudiar los principios del derecho y la administración con el jurista y filósofo político K.P. Pobedonostsev. Este influyó en el carácter de su reinado inculcándole el odio por el gobierno representativo y la creencia de que todo zar debía cultivar con celo la ortodoxia. Siguiendo los deseos de su fallecido hermano Nikolay, en 1866 se casó con su prometida, la princesa Dagmar de Dinamarca, conocida en adelante como Maria Fyodorovna.
El matrimonio resultó ser muy feliz engendrando a su primer hijo, el primogénito y futuro zar Nicolás II, en 1868. Al año siguiente nació su segundo hijo, Alejandro Aleksándrovich, que murió con solo un año en 1870. Los otros hijos del matrimonio fueron Jorge (1871-1899), Xenia (1875-1960), Miguel (1878-1918) y Olga (1882-1960), que nació al año de haberse convertido en zar.
El 14 de marzo de 1881, un día después del asesinato de su padre, Alejandro III fue nombrado zar. En respuesta al asesinato, una vez en el trono, Alejandro restauró medidas absolutistas y reprimió duramente toda agitación revolucionaria. Desde un principio, Alejandro había mostrado que sus ideas diferían a las de su padre.
En política exterior, Alejandro continuó campañas de expansión colonizando Turkestán y ordenó el inicio de las obras del ferrocarril Transiberiano. En 1892 destruyó la alianza con Alemania para firmar un convenio con Francia, que le garantizaba créditos para la industria que Alemania negaba.
Por su estricto control y vigilancia, Alejandro se ganó la enemistad de los zemstvos, que, impregnados por la corriente liberal, veían con preocupación su política económica represiva. Estos tendría en su hijo Nicolás II, la personificación de sus esperanzas.
Durante su reinado, Alejandro sufrió dos atentados: el primero en marzo de 1887, y el segundo el 5 de mayo de ese mismo año, cuyos autores fueron juzgados y posteriormente fusilados. Entre los muertos se encontraba el hermano mayor de Lenin, Alexander Ulyánov. Con de un dura represión policial, Alejandro puso entonces fin al terrorismo nihilista.
Falleció el 1 de noviembre de 1894 en Livadia, Crimea, victima de una nefritis. Le sucedió su hijo, Nicolás II, quien fuera el último zar de Rusia.