Historia
Historia de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki
Historia de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki
Japón, desde finales del siglo XIX, se presentó como una potencia económica y militar. A mitad del año 1941, Japón pretendía conformar una coalición de naciones asiáticas libres de la influencia europea, lideradas por ellos, este proyecto se conceptualizó bajo el nombre de “la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia”. Por ello, los nipones decidieron ocupar el sur de Indochina, territorio controlado por Francia. Las intenciones expansionistas de Japón sobre las colonias europeas en el sudeste de Asia y en el Pacífico generaron gran conflicto.
Para ese momento Estados Unidos era el máximo enemigo de Japón. Entre el 7 y el 8 de diciembre de 1941, los japoneses bombardearon las instalaciones estadounidenses en el Pearl Harbor, Hawai, y en Filipinas. Como respuesta, Estados unidos, le declaró la guerra a Japón, pero sigue neutral en Europa. A este escenario se suma Alemania en manos de Adolf Hitler, declarando la guerra a Estados unidos. Lo mismo hizo Italia. En este momento, Estados unidos declaró la guerra a las potencias del Eje, esto tuvo consecuencias negativas para Japón como miembro de las potencias del Eje.
La flota nipona sufrió duros golpes en Midway (1942) y Filipinas (1944). Como consecuencia, la estabilidad económica y social de Japón estaba tambaleando. Para 1945 la guerra era aún peor. En su afán por vengar los atentados de Pearl Harbor, Estados Unidos constituyó el proyecto Manhattan desde 1942, por seguridad se le llamó el “Proyecto de Desarrollo de Materiales Substitutos”.
El nuevo presidente de Norteamérica, Harry Truman, el 26 de julio de 1945 instó al pueblo japonés a rendirse, por medio de la Declaración de Potsdam, de lo contrario advirtió que sufrirían una devastadora destrucción. Realmente con la rendición Japón quedaría desposeído de sus conquistas y su soberanía, quedando reducido a las islas niponas, los dirigentes militares del Japón serían procesados y condenados.
Japón se negó a dicho llamado, como consecuencia el 6 de agosto de ese año, la primera bomba atómica, un artefacto nuclear cargado de Uranio-235 bautizado como “Little Boy”, fue lanzado en la ciudad de Hiroshima, ante esto, el presidente estadounidense se jactaba de dicha situación, catalogándola como una hazaña científica lograda por grandes cerebros como, Robert Oppenheimer, Niels Böhr y Enrico Fermi. Desde ese momento, Estados Unidos fue un país activo en la Segunda Guerra Mundial. Con el plan de lanzar estas bombas nucleares, el país norteamericano violaría los tratados estipulados en la convención de La Haya, sobre la ley de la guerra aérea, donde se prohibía el bombardeo de ciudades con civiles, aunque en esa ciudad haya objetivos militares.
A pesar de este duro golpe Japón no se rindió. Estados Unidos ante la resistencia de Japón, varios días después, lanzó sobre Nagasaki el segundo artefacto nuclear llamado “Fat Man”, esta vez cargado de Plutonio-239. Finalmente, el 9 agosto de ese mismo año Japón decide rendirse ante tal golpe que causó asombro en todo el globo terráqueo. Little Boy y Fat Man; fueron las primeras bombas atómicas de la historia que tuvieron un uso lesivo. Esto era prueba de la capacidad humana de destruir su propio mundo y prueba de los alcances de Estados Unidos.
Ahora bien, como un hecho de alcance mundial y que luego fue considerado un acontecimiento histórico, es necesario relatar este cruel acontecimiento que generó tormento en la población japonesa. El 6 de agosto de 1945 explotó Little Boy, a una altura de 600 metros sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. La explosión creó una onda de calor de unos 300.000 grados centígrados, que desató una potente onda de choque y un estallido de radiación gamma. Los edificios entraron en combustión, y casi todas las personas que estaban dentro del hipocentro de la explosión murieron de inmediato. En suma, los potentes incendios crearon corrientes de aire caliente que generaron una detonación mayor. El resultado fue una lluvia radiactiva, conocida como la «lluvia negra». Con aquel fenómeno natural inducido, murieron aproximadamente 100.000 personas. Otras 10.000 quedaron afectadas y muchas morirían en los años siguientes.
Ante la negativa de Japón de rendirse, el pueblo nipón sufriría un nuevo bombardeo nuclear, la idea era impactar la población de Kokura, pero el pesado ambiente generado por bombardeos anteriores hizo que el avión volara hacia Nagasaki. Sin ninguna compasión los Estados Unidos detonaron la bomba Fat Man, mucho más potente que la anterior. Esta contenía plutonio, estalló a 500 metros de altura con una potencia equivalente a la de 21.000 toneladas de TNT. Las cifras de muertes fueron un poco mayores al atentado atómico vivido tres días antes.
Es necesario mencionar que Japón ya había sido atacado antes de estos grandes ataques. Por ejemplo, el 9 de marzo un bombardeo de más de tres horas causó 100.000 muertos y un millón de heridos en Tokio. Además, otros bombardeos arrasaron Nagoya (11 de marzo), Osaka (13 de marzo) y Kobe (16 de marzo), dejando un salde de 150.000 ciudadanos muertos y un número incalculable de heridos y mutilados.
Con la explosión de la segunda bomba nuclear; el Emperador Hiro-Hito anunció la rendición incondicional de Japón, citando el poder destructivo de la bomba atómica y las vidas culminadas de inocentes compatriotas. Aunque esta decisión fue celebrada por el bien de la humanidad, muchas figuras del mundo, aseguraron que la rendición desde el primer ataque nuclear hubiera salvado las vidas de los ciudadanos de Nagasaki. Las consecuencias de este cruel suceso fueron incalculables. El 2 de septiembre se firmaba la rendición de Japón en la bahía de Tokio.
Hiroshima que era una importante ciudad industrial y portuaria, ubicada en la isla Hondo, fue atacada estratégicamente por las fuerzas norteamericanas ya que esta era un importante enclave militar, que albergaba depósitos de armamento y plantas de investigación secretas. Por otra parte, el bombardeo a Nagasaki sabemos que fue un error porque esta ciudad no representaba gran importancia económica o militar en Japón, aun así, su ataque tuvo consecuencias devastadoras para el pueblo japonés.
Gracias a este suceso, se abrió un largo debate en torno, a los bombardeos “convencionales” realizados durante y antes de la Segunda Guerra Mundial. Se habló sobre las nuevas armas totalmente destructivas. Por ello, a partir de 1945, las potencias aliadas de Occidente buscaron y estipularon la defensa de los Derechos Humanos y la búsqueda de la paz en las relaciones internacionales. Posteriormente, se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con la participación de cincuenta países.
La organización fue creada para: velar por la libre determinación de los pueblos, no interferir en problemas internos de los estados, asegurar la paz internacional por medios pacíficos, fomentar la cooperación económica, cultural y sanitaria entre las naciones y, por último, establecer un Tribunal Internacional de Justicia con sede en La Haya, Holanda. El año 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” con el fin de promover el respeto de los derechos y las libertades a nivel internacional.