Escritores
Tomás Carrasquilla
Biografía de Tomás Carrasquilla
Tomás Carrasquilla (17 de enero de 1858 – 19 de diciembre de 1940) narrador y escritor. Nació en Santo Domingo, Antioquía, Colombia. Su padre fue Rafael Carrasquilla Isaza, ingeniero civil, y su madre fue Ecilda Naranjo Moreno, una amante de las letras. Su padre se dedicó a las labores mineras, por ella la familia Carrasquilla se mudó al pueblo de Concepción. Posteriormente, comenzó sus estudios en leyes en la Universidad de Antioquia, pero no logró culminar sus estudios debido a las guerras civiles de principios del siglo XX. En tal sentido, se desplazó al municipio de Argelia para trabajar en una mina.
Carrasquilla, conoció a Fernando González, y al caricaturista Ricardo Rendón, y al escritor León de Greiff. Posteriormente, fundó el grupo de Los Panidas. Por un tiempo se dedicó al oficio de sastre y a realizar frecuentes viajes de negocios a Medellín. Entre 1879 y 1891 asumió el cargo de secretario del juzgado del circuito y juez municipal. Durante ese lapso publicó su obra: Simón el mago gracias a esta obra pudo ingresar al Casino Literario, dirigido por Carlos Eugenio Restrepo, futuro presidente de Colombia. En 1890 se publicó en un volumen colectivo del Casino Literario.
Tomás Carrasquilla, creó con algunos amigos una biblioteca pública en Santo Domingo y, escribió su primera novela: Frutos de mi tierra. Esta fue innovadora porque su escritura utilizaba términos muy coloquiales. Narraba las aventuras del joven Agustín y de la familia Alzate y sobre la vida de un pueblo pequeño, de temas cotidianos como las envidias entre familias, los chismes y recelos, todo con la intención de ser fiel a la realidad.
Carrasquilla superó las formas planas, exteriores y un tanto insustanciales de las obras costumbristas. Gracias a Carrasquilla aparece en Colombia el escritor de oficio, que se dedica por completo a la literatura. En suma, el aporte en el campo narrativo de Carrasquilla es notable porque con él surgen elementos fundamentales de la narrativa: la crítica social y la esencia de lo humano visto a través de personajes que, poseen sus propias características individuales, dotados de vicios y virtudes.
Luego de escribir Frutos de mi tierra, el escritor antioqueño viajó por primera vez a Bogotá temporalmente. Durante esta estancia en la capital, Baldomero Sanín Cano lo introdujo en los círculos intelectuales capitalinos, presentándole al poeta José Asunción Silva. Con su novela ya editada, regresó a su pueblo. Continuó su vida entre Medellín y Santo Domingo. Lamentablemente sufrió un accidente mientras cabalgaba un caballo, se vio obligado a permanecer inmóvil durante dos meses, y cuando se repuso y regresó a Santo Domingo, una enfermedad en la garganta lo postró nuevamente.
Al tiempo redactó tres de sus más famosos cuentos: Blanca, Dimitas Arias y el legendario A la diestra de Dios Padre. Este último fue el más popular a nivel nacional, relata la historia de Peralta, un hombre generoso que auxilia a los miserables de la tierra y recibe la ayuda de Jesucristo; detiene a la muerte y le gana al diablo en el juego, y se ganó el cielo por vida ejemplar. Su popularidad fue tal que el dramaturgo y director Enrique Buenaventura lo adaptó al teatro.
En el año de 1903 Carrasquilla escribió El ánima sola, San Antoñito, El padre Casafús, la crónica El baile blanco y, Salve, Regina. Al año siguiente, su producción literaria mermó, pero se dedicó a escribir columnas en El Espectador de Medellín. El escritor se adhirió al ambiente nocturno y de bohemia, yendo a tertulias literarias y sociales. Fue miembro de tertulias como la de Susana Olózaga de Cabo y la de los clubes Unión, Cosmos y Jockey Club.
Desde agosto de 1914 se radicó en Bogotá, y trabajó en el Ministerio de Obras Públicas. Luego, al trasladarse El Espectador a Bogotá, Carrasquilla siguió escribiendo columnas. Publicó por entregas la novela corta Ligia Cruz. Se dice que Carrasquilla gustaba de dictar sus obras y era poco amigo de escribirlas. En 1922 redactó el homenaje a José Asunción Silva: Por el poeta.
La marquesa de Yolombó, es una de sus obras más representativas. Allí plasmó su profundo conocimiento de los seres humanos, la precisión de su realismo y demuestra la capacidad para ver a los personajes en sus permanentes cambios. Por otro lado, es interesante prestar atención a las descripciones de tradiciones y creencias, de celebraciones y ceremonias que aparecen en La marquesa de Yolombó, estos elementos enriquecen la recreación del ambiente, muestran también lo más entrañable y auténtico de la región y del poderoso sincretismo cultural de Colombia.
Desde 1926, sufrió trastornos circulatorios, ceguera y una parálisis, pero no impidió su creación literaria; dictó la trilogía Hace tiempos, integrada Por aguas y pedrejones, Por cumbres y cañadas y Del campo a la ciudad. Es una recopilación de sucesos autobiográficos y su última gran obra literaria. Falleció el 19 de diciembre de 1940 en Medellín, a causa de la gangrena.
Su obra fue reconocida por la Academia Colombiana de la Lengua que le otorgó el Premio Nacional de Literatura y Ciencias José María Vergara y Vergara. Sigue siendo reconocido como el primer novelista del país y un gran referente de la la literatura del Siglo de Oro.