Umberto Eco (5 de enero de 1932 – 19 de febrero de 2016) escritor, semiólogo, filósofo y profesor. Nació en la localidad de Alessandria, Piamonte, Italia. Su padre, Giulio Eco, se desempeñaba como contable hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, porque tuvo que servir en las fuerzas armadas. Durante la guerra, Umberto y su madre, Giovanna Bisio, tuvieron que trasladarse a un pequeño poblado piamontés para asegurar sus vidas. Eco luego de un tiempo empezó a recibir educación por parte de la Orden Salesiana. Luego de terminar la escuela estudió filosofía en la Universidad de Turín.
Su interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se reflejó en su tesis sobre El problema estético en Santo Tomás (1956), el gusto por dicho tema era tal que estuvo presente en su novela El nombre de la rosa escrita muchos años después, concretamente en 1980. Desde 1971 fue docente en la Universidad de Bolonia, donde dictó la cátedra de Semiótica. También fue editor cultural, al mismo tiempo, de la RAI, la radiotelevisión italiana; posteriormente fue docente en Florencia y luego en la de Milán (1956–1964).
En este periodo conoció a un grupo de artistas (pintores, músicos, escritores) denominado Gruppo 63, que fueron claves en el desarrollo de su carrera como escritor. Para este periodo también conoció el amor, Renate Ramge, una profesora de arte alemana con la cual tuvo dos hijos. Eco empezó a mostrar un estilo que llamó la atención al combinar el concepto filosófico, la expresión artística y cultural, situados en su ámbito histórico; y, en segundo lugar, interpretó cualquier fenómeno cultural como un acto de comunicación regido por códigos y, por lo tanto, al margen de cualquier interpretación idealista o metafísica.
“El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee” – Umberto Eco
Podemos afirmar que esto fue gracias a su temporada como docente de teoría semiótica. Las obras de Eco abarcan desde la producción artística de vanguardia, por ejemplo: Obra abierta (1962), hasta la cultura de masas, como en Apocalípticos e integrados (1964) o en El superhombre de masas (1976). No solo escribió novelas también dedicó un periodo de su vida a escribir sobre la teoría semiótica: el Tratado de semiótica general (1975), publicado también en Estados Unidos con su título en inglés, el autor elaboró una teoría de los códigos y una tipología de los modos de producción sígnica.
Se enfrentó al estructuralismo en auge, o sea a la concepción ontológica de la estructura de los fenómenos naturales y culturales: La estructura ausente (1968) y Lector in fabula (1979). Aunque antes de iniciar en la novela su obra narrativa se centró en cuentos para niños ilustrados por Eugenio Carmi, La bomba y el General y Los tres cosmonautas
Durante su vida discutió sus conceptos básicos del Tratado de semiótica general, en ocasiones, fueron estudiados nuevamente, y modificados por el propio autor en unos artícu los para la Enciclopedia Einaudi y recogidos después en Semiótica y filosofía del lenguaje (1984)
“Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no quiere decir que creen en nada: creen en todo” – Umberto Eco
Eco fue un escritor que manejo la novela negra, el género histórico, la imitación de estilos medievales o humorísticos de la historieta contemporánea de una manera impecable. Gran parte del éxito de la obra mencionada anteriormente se debe a ello; fue best-seller europeo. Humberto intentó recrear la tradición ocultista y masónica como metáfora de la irracionalidad superviviente en los movimientos terroristas y en las mafias económicas. Lo anterior lo hizo en su no tan famosa obra El péndulo de Foucault (1988), traducido y vendido en todo el mundo, debemos afirmar que no gozó del favor de los críticos y los lectores, como tampoco despertaron juicios tan favorables La isla del día antes (1994).
El éxito llegó con una novela con tono picaresco, ambientada en la Edad Media: Baudolino (2000). Posteriormente salió a la luz La misteriosa llama de la Reina Loana (2004); El cementerio de Praga (2010); y su última novela, Número cero (2015). Su trabajo ha sido merecedor de varios premios y condecoraciones: en mayo de 2000 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias. Era sabido que el escritor venía padeciendo un cáncer que claramente opaco su actividad literaria pero no su calidad. A la edad de 84 años el gran Eco falleció en Milán el 19 de febrero del 2016. Póstumamente se publicó De la estupidez a la locura, libro que recopiló todos sus artículos publicados en prensa, seleccionados por el mismo Eco antes de su fallecimiento.