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Historia

Saladino

Biografía de Saladino
Ismail al-Jazari (1136–1206) [Public domain], via Wikimedia Commons

Biografía de Saladino

Saladino (1138 – 4 de marzo de 1193) sultán de la dinastía ayubí y el principal héroe del mundo islámico. Nació en Tikrit, Irak. A pesar de hacer parte del mundo islámico los cristianos lo admiraron por su carácter noble y caballeroso. Saladino nació en el seno de una respetable familia kurda originaria de una antigua ciudad de Armenia. inició su carrera militar junto a su padre Ayyub y su tío Sirkuh, que servían a Nur al-Din, uno de los más importantes jefes militares de Siria. Participó en la expedición de Sirkuh a Egipto, y asumió el mando a la muerte de éste, en 1169.

Muchos de sus familiares eran soldados al servicio de los gobernantes sirios y mesopotámicos. Pero, en el año 1139 fueron expulsados su padre Najm ad-Din Ayyub y su tío Asad al-Din Shirkuh, así que se pusieron al servicio de Zengi, señor de Mosul y Alepo, que había unificado bajo su mando la zona norte de Siria e Irak. Este líder musulmán tenía la intención de expulsar a los cruzados de Oriente Próximo, logró arrebatarles el Condado de Edesa. Como sus familiares se unieron a su ejército, fueron recompensados, especialmente su padre quien quedó a la cabeza del gobierno de Baalbek.

Luego de la muerte violenta del caudillo Zengi se desató la guerra civil en Siria por la sucesión. La familia de Saladino se pondría de parte del heredero designado: Nur al-Din. Luego de brindar su apoyo en varias confrontaciones su padre recibió el gobierno de Damasco, y su tío Shirkuh, el mando del ejército. Saladino mientras tanto recogió todas las enseñanzas de su padre, además era un niño muy interesado en autores como Euclides, el Almagesto, en temas como la aritmética, derecho y otras materias académicas. Estudió el Corán y la ley islámica: sabía el Hamasah de Abu Tammam de memoria.

La toma de Jerusalén por los cruzados en la Primera Cruzada, fue un gran suceso social que influyó moralmente en Saladino. La carrera militar de Saladino comenzó bajo la influencia y sugerencia de su tío Shirkuh, general de Nur al-Din. Ahora bien, en 1171 fue sultán de Egipto, aquí logró reinstaurar el sunismo, y en Siria, unificó el Oriente Próximo. En 1187 llevó a cabo la batalla de Hattin donde derrotó a los cruzados y conquistó Jerusalén, gracias a su valentía puso fin a casi nueve décadas de ocupación por parte de los cruzados, lo que provocó la Tercera Cruzada ocurrida entre 1189 a 1192.

Los cristianos, bajo el mando de Ricardo Corazón de León, no volvieron a tomar la ciudad, más bien firmaron la paz con Saladino y recuperaron las plazas costeras que habían reconquistado. La ocupación del país del Nilo puso fin al período fatimí y al mismo tiempo aumentó el prestigio de Saladino dentro de un islam aún traumatizado por la caída de Jerusalén en poder de los cruzados en 1099. A la muerte de Nur al-Din, hasta aquel momento considerado como el gran campeón del islam, Saladino supo maniobrar con destreza para apartar a sus sucesores y afianzarse en el poder en Siria.

Cuando estuvo al mando, ordeno y unió esfuerzos para reunificar los diferentes estados islámicos de Oriente, para ello, organizó un poderoso y disciplinado ejército cuyo núcleo fundamental eran los fiables guerreros turcos y kurdos. En el momento que su ejército estaba fortalecido, reavivó la guerra santa y atacó al Estado de los cruzados en Palestina en 1187. Estratégicamente, atrajo al principal ejército cruzado, el del rey Guido de Lusignan, a los Cuernos de Hattin, donde lo rodeó y aniquiló. Como consecuencia, las posesiones cruzadas en Tierra Santa, con inclusión de Jerusalén, fueron cayendo una tras otra.

La reacción de los cristianos no se hizo esperar y dio comienzo a la Tercera Cruzada: en cabeza de los reyes de Francia e Inglaterra, Felipe Augusto y Ricardo Corazón de León que construyeron un poderoso ejército que desembarcó en Acre y sitió la ciudad. Los intentos de Saladino para socorrer Acre fueron infructuosos, y finalmente ésta fue tomada por los cristianos en 1191. Saladino dedicó entonces hacer todo lo posible para detener el avance de Ricardo Corazón de León en dirección a Jerusalén. La templanza de los musulmanes logró contener los progresos de los cruzados y se concretó la tregua que dejaba el interior de Palestina, incluida Jerusalén, en manos de los musulmanes, aunque se aseguró el derecho de paso de los peregrinos a esta ciudad.

Luego de esto, la figura y el nombre de Saladino tomó mucho ímpetu porque se le consideró el salvador del islam. Los mismos cruzados no dudaron en resaltar su valentía y su honor. Lamentablemente, Saladino murió en el año 1193, a la edad de 55 años, debido a una enfermedad desconocida en ese momento. Luego de su muerte su nombre se volvió legendario y en Occidente fue el héroe de numerosas leyendas. Fue enterrado al lado derecho de la Gran Mezquita de Damasco, en la capital de Siria.

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