Políticos
Piedad Córdoba
Nombre Completo | Piedad Esneda Córdoba Ruíz |
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Nacimiento | enero 25, 1955 |
Fallecimiento | enero 20, 2024 |
Causa de Muerte | Infarto del miocárdio |
Ocupación | Abogada, política y senadora |
Nacionalidad | Colombiana |
Cónyugue | Luis Ángel Castro (1973) |
Padres | Zabulón Córdona y Lía Ruíz |
Signo zodiacal | Acuario |
Cuenta de Instagram | @piedadcordobaruiz.oficial |
Biografía de Piedad Córdoba.
Piedad Esneda Córdoba Ruíz (25 de enero de 1955 – 20 de enero del 2024), fue una política y abogada, nacida en Medellín, Antioquia, Colombia. A lo largo de su destacada carrera, se ganó el reconocimiento como miembro destacado del Partido Liberal, contribuyendo de manera significativa a la arena política de Colombia.
Primeros años
Piedad Esneda Córdoba Ruíz, mejor conocida como Piedad Córdoba, fue una abogada, defensora de derechos y política colombiana. Es hija de los profesores Zabulón Córdoba y Lía Ruiz. Es de ascendencia chocoana y paisa.
Desde temprana edad, demostró un interés activo por la justicia social y los problemas políticos que afectaban a su país. Su compromiso con la equidad y la paz la llevaron a convertirse en una figura influyente en la escena política colombiana.
Inicios
En sus primeros años, Piedad Córdoba estudió Derecho en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, donde se graduó como abogada. Se tituló como Especialista en Opinión Pública y Mercadeo en la Pontificia Universidad Javeriana de la ciudad de Bogotá y Derecho Organizacional y de Familia en la Universidad Pontifica Bolivariana. Su educación sentó las bases para su posterior carrera como defensora de los derechos humanos. A lo largo de los años, se conoció por su valiente lucha en favor de las comunidades marginadas y víctimas de la violencia en Colombia.
Piedad Córdoba inició su carrera política en la década de 1980, convirtiéndose en una líder comunal en los barrios de la ciudad de Medellín, colaborando estrechamente con el dirigente William Jaramillo. Entre los años 1984 y 1986, dio un paso más allá al asumir su primer cargo público, desempeñándose como subcontralora municipal de Medellín. Durante este periodo, su participación en la vida política local fue destacada.
En 1986, William Jaramillo fue designado alcalde de Medellín, y en consecuencia, Córdoba fue nombrada como su Secretaria Privada. Este cargo en el gabinete municipal la situó como la mano derecha del alcalde, desempeñando un papel crucial en la administración durante los dos años que Jaramillo estuvo al frente. Esta experiencia marcó un hito en la carrera política de Córdoba, consolidándola como una figura relevante en la escena política local de ese momento. Sin embargo, este periodo también coincidió con un contexto político turbulento en Colombia, especialmente para aquellos afiliados a movimientos de izquierda como la Unión Patriótica, que enfrentaron persecución y violencia.
Carrera
En la década de 1990, Piedad Córdoba dejó una huella significativa en la política colombiana al ser elegida tanto senadora como representante a la Cámara. Su paso por el Congreso se destacó por la incansable defensa de los derechos de las comunidades marginadas y la valiente lucha contra la violencia política, logrando reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional. A pesar de estos logros, sus posturas políticas y su compromiso con encontrar soluciones negociadas a los conflictos armados en Colombia también generaron controversias.
En 1998, su liderazgo se consolidó al lograr la reelección, ampliando sus temas de debate para incluir la solución negociada del conflicto armado. No obstante, al año siguiente, en 1999, vivió el dramático episodio de ser secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dirigidas por Carlos Castaño Gil. Después de ser liberada y buscar refugio en Canadá, regresó valientemente a su país, pero tuvo que enfrentar dos atentados que la llevaron a tomar la difícil decisión de mantener a salvo a sus hijos en Canadá.
Durante su liderazgo en el Partido Liberal, se resaltó al encabezar una campaña abstencionista en 2003 con el objetivo de frenar la aprobación de un referendo convocado por el presidente de esa época, Álvaro Uribe Vélez. La estrategia resultó exitosa, ya que tan solo una de las 18 preguntas propuestas fue aprobada. A finales de ese año, cedió la presidencia del partido, marcando un cambio en su trayectoria.
Dos años después, su camino político experimentó un giro cuando el Consejo de Estado anuló su elección como senadora debido a irregularidades en las mesas de votación. Tras dejar el Senado, canalizó su energía hacia el fortalecimiento de la corriente de izquierda dentro del Partido Liberal. Además, fundó con determinación el movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, concebido como una disidencia interna del partido, con el propósito de contribuir a nuevas perspectivas y enfoques.
Siendo opositora y crítica del gobierno de Álvaro Uribe, Piedad Córdoba desplegó su papel en 2007 como intermediaria en las negociaciones para un acuerdo humanitario entre las FARC-EP y el gobierno colombiano, contribuyendo significativamente a la liberación de personas. Sin embargo, a pesar de estos avances, el respaldo gubernamental se retiró, provocando tensiones diplomáticas con Venezuela.
Uno de los momentos más notorios en la carrera de Córdoba fue su participación como mediadora en las negociaciones para la liberación de secuestrados por grupos guerrilleros. Su papel como intermediaria la llevó a establecer contactos directos con líderes rebeldes, buscando acuerdos humanitarios y la liberación de personas secuestradas, incluyendo militares y políticos. Estos esfuerzos le valieron reconocimiento en algunos sectores, también generaron controversias y críticas de aquellos que consideraban inapropiado entablar diálogos con grupos armados.
Piedad Córdoba no solo representó al país en foros internacionales, sino que también fue considerada como posible precandidata presidencial para el año 2010, aunque finalmente optó por no formalizar su inscripción. En las elecciones legislativas de marzo de ese mismo año, decidió postularse al Senado, logrando la tercera votación más alta dentro del Partido Liberal. En 2010, fue destituida y sancionada por la Procuraduría General de Colombia debido a su presunta colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un grupo guerrillero. Aunque la decisión fue posteriormente anulada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, este episodio ha dejado una marca en su carrera. Su tiempo en el Senado no solo fue marcado por cifras, sino por una dedicación apasionada a diversas causas. Abogó incansablemente por proyectos en favor de la democracia, brindando especial atención a las madres comunitarias, mujeres cabeza de hogar y la comunidad afrocolombiana. Además, se posicionó firmemente en contra de la violencia intrafamiliar y la corrupción, demostrando su compromiso con valores fundamentales para la sociedad.
Para el año 2017, Piedad Córdoba dio inicio a su travesía hacia la presidencia, pero sorprendentemente, el 9 de abril de 2018, anunció su retirada. Si bien se distanció del Senado, Gustavo Petro, el presidente en ese momento, la incorporó en la lista del Pacto Histórico para las elecciones del 2022. Pero, problemas en su salud obstaculizaron su plena participación política. A pesar de estos contratiempos, durante la campaña presidencial de marzo del 2022, logró ser elegida como senadora. En este último periodo senatorial, enfrentó la difícil situación de la posible extradición a Estados Unidos de su hermano Álvaro por acusaciones de narcotráfico.
A nivel internacional, ha sido reconocida por su labor en defensa de los derechos humanos y la promoción de la paz. Ha recibido premios y distinciones por su valentía y compromiso con la reconciliación en un contexto de conflicto armado.
Vida personal
La vida de Piedad Córdoba estuvo marcada por momentos de profunda conexión y construcción familiar. Contrajo matrimonio con Luis Ángel Castro en 1973, dando inicio a una historia compartida que se manifestó en la llegada de cuatro hijos: Natalia María, Juan Luis, Camilo Andrés y César Augusto.
Muerte
El 20 de enero de 2024, la senadora Piedad Córdoba se vio enfrentada a un desafío insuperable: un infarto que dejó un vacío irreparable. Natalia, su hija, fue testigo de este fatídico momento al encontrar a su madre pálida en el baño. En un acto de amor y urgencia, la sostuvo entre sus brazos y llamó a los escoltas de la senadora.
En busca de auxilio, Piedad fue trasladada a la Clínica Los Conquistadores, ubicada cerca de su hogar. El equipo médico desplegó todos sus esfuerzos en un intento desesperado por preservar la vida de la destacada líder. Pero, la implacable realidad se hizo presente: tras 20 minutos de intensas maniobras de reanimación cardiopulmonar, se confirmó su partida. Piedad Córdoba, a la edad de 68 años, sucumbió ante un infarto agudo de miocardio fulminante, dejando un legado imborrable.