Síguenos en redes

Actor

Mercedes Pascual

Biografía de Mercedes Pascual
Foto ANDI México

Biografía de Mercedes Pascual

Mercedes Pascual Acuña (25 de diciembre de 1930 – 9 de junio de 2019) Nació en Madrid, España. Actriz mexicana de origen español, considerada una de las figuras más importantes del teatro y la televisión mexicana del siglo XX. Cursó estudios en la academia de Teatro de Andrés Soler y tomó clases de arte dramático con el reconocido director japonés, Seki Sano. Debutó como actriz de teatro en la obra La Soga (1952), de Patrick Hamilton e incursionó en el mundo del cine con El Valor de Vivir (1954), de Tito Davison. Fue conocida como la primera gran actriz de televisión, ya que apareció en las primeras novelas mexicanas, tales como, Mi esposa se divorcia (1959), Tres caras de mujer (1963) y Anita de Montemar (1967), entre otras.

Familia e inicios

Nació y se crió en España en el seno de una familia de clase media-alta. A los nueve años su familia se trasladó a México, como consecuencia de la Guerra Civil Española (1936-1939). Una vez radicada en México, Pascual inició su formación académica y artística, tomando clases de ballet y teatro. A los doce años comenzó su carrera artística como bailarina de ballet, siendo entonces parte de la Ballet Moderno de Bellas Artes. Posteriormente, trabajó en el Ballet de la ópera de Bellas Artes y el Ballet Folcklórico de Amalia Hernández. Decidida a adentrarse en el mundo de las artes escénicas, Pascual complementó sus estudios de baile, aprendiendo sobre teatro en la Academia de Andrés Soler.

Al mismo tiempo, inició su formación actoral de la mano del reconocido e influyente director japonés, Seki Sano, quien sería conocido en México como el Padre del teatro mexicano.  Inclinada hacia el mundo de la actuación, Pascual dejó de lado su vida como bailarina para concentrarse en su carrera como actriz. Comenzando la década de 1950, debutó como actriz de teatro en la obra de Patrick Hamilton, La Soga (1952), drama criminal que fue llevado a la pantalla grande de la mano de Alfred Hitchcock. Su destacada actuación en la obra llevó a que fuera parte de múltiples proyectos a lo largo de los cincuentas. Después de La Soga (1952), actuó en Helena (1953) de André Roussin y Madeleine Gray, La cocina de los ángeles (1953), de Albert Husson y Paseo con el diablo (1954), de Guido Cantini.

Ese mismo año, debutó como actriz de cine con El Valor de Vivir (1954), de Tito Davison, un filme noir que tuvo como protagonistas a Arturo de Córdova, Rosita Quintana y María Douglas. Seguido regreso al teatro con Miércoles de ceniza (1956), de Luis G. Basurto y Mis tres amantes (1956), de Alfonso Anaya, obras que fueron seguidas por La pícara ladrona (1958) y Sangre verde (1959). Por este mismo periodo se consolidó como una de las nuevas estrellas del cine, trabajando en El esqueleto de la señora Morales (1959), de Rogelio A. González junto a Arturo de Córdova, Amparo Rivelles y Antonio Bravo. Este filme se centró en la complicada relación de un taxidermista con su obsesionada esposa.

Trayectoria actoral de Mercedes Pascual

Tras haberse dado a conocer como actriz de teatro y debutar como actriz de cine, Pascual incursionó en el mundo de la televisión con Mi esposa se divorcia (1959), reconocida serie mexicana que tuvo como protagonistas a los actores Luis Beristáin, Malena Doria y Miguel Suárez. Desde entonces seria conocida por interpretar variados roles en teatro, cine y televisión. Poco después de su debut televisivo, Pascual actuó en el filme de Emilio Carballido, Teseo (1962) y en la serie Tres caras de mujer (1963), drama en el que compartió set con Ernesto Alonso, Carmen Salas, Fanny Schiller y Prudencia Grifell, entre otros reconocidos actores de la época. Por ese mismo periodo, obtuvo su primer protagónico en el filme Las troyanas (1963), de Sergio Véjar, una adaptación cinematográfica de la obra homónima de Eurípides.

En el trascurso de los sesentas, Pascual actuó en numerosos proyectos teatrales como: El burgues gentilhombre (1965), Por Lucrecia (1966), Medusa (1968) y La Celestina (1968); asimismo, actuó en las telenovelas, El dolor de amar (1966), de Fernanda Villeli y Anita de Montemar (1967), interpretando en esta a Conchita. También se la vio en las películas, Los años verdes (1967), de Jaime Salvador y ¡Persiguelas y… alcanzalas!  (1969), de Raúl de Anda.  En el trascurso de los setentas, se concentró ante todo en su carrera como actriz de cine, apareciendo en dramas como: Pequeñeces (1971), El manantial del milagro (1974), Yo no pedí vivir (1977), Viviana (1978) y Gotita de gente (1978). También actuó en las obras, Como tú me deseas (1972), Que formidable Burdel (1978) y Las mujeres sabias (1979).

Comenzando la década 1980, Pascual interpretó su primer papel antagónico en la popular telenovela Aprendiendo a amar (1980), un drama romántico que tuvo como protagonistas a Ernesto Alonso y Susana Dosamantes. Años más tarde actuó en las obras El tuerto es rey (1982) y Mi hermano Federico (1984). Seguido protagonizó el filme de Horror Yo te amo Catalina (1986), de José Luis García Agraz y actuó en las novelas Cuna de lobos (1986–1987) y Muchachita (1986). Finalizando esta década se la vio actuar en A la misma hora (1988), de Teresa Mendicuti y Vieja moralidad (1988), de Orlando Merino. También trabajó en la novela Teresa (1989), interpretando a Enriqueta Martínez. Tras trabajar en Retrato de familia (1995), Tentaciones (1998) y Chiquititas (1998), Pascual inicio el nuevo milenio con la comedia familiar, Estamos unidos (2000).

En los últimos años de su carrera actuó en: Historias de ellos para ellas (2003), La heredera (2004), Los Sánchez (2004-2005), Amor sin condiciones (2006) y Emperatriz (2011). Su último papel como actriz fue el de Doña Amalia en el filme Tamara y la Catarina (2016), de Lucía Carreras, un famoso drama familiar protagonizado por Cecilia Cantú y Ángeles Cruz. Tras una larga y exitosa carrera, Mercedes Pascual, falleció el 9 de junio de 2019 en Ciudad de México, México.

Vida personal

Pascual contrajo matrimonio en dos ocasiones, primero con el actor Claudio Brook y después con el diplomático Víctor Flores Olea. Con estos dos tuvo a sus dos hijas: Claudia y Mercedes (1966), quien también se desempeña como actriz.

Advertisement