Biografía de María Bayo

María Bayo (28 de mayo de 1961) soprano. Nació en Fitero, Navarra, España. Estudió música en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona. Luego, se trasladó a Alemania para profundizar sus estudios en la Escuela Superior de Música de Detmold aprovechando su beca por el gobierno de Navarra. Conoció a la cantante Teresa Berganza, ella le brindó muchos consejos valiosos en el plano artístico. Bayo ganó popularidad gracias a sus cualidades vocales y su excepcional presencia en el escenario.

Rápidamente fue considerada la nueva «joven promesa» del panorama vocal. En esos años de presentación en la sociedad musical recibió varios premios de la Villa de Logroño, Julián Gayarre (Pamplona), Francesc Viñas (Barcelona) y Maria Callas (Italia). Sin embargo, no fue hasta 1988 que obtuvo el primer premio en el Gran Concurso Internacional Belvedere en Viena y despegó su carrera internacional.

Cosechó sus primeros éxitos internacionales con Lucia di Lammermoor y La sonnambula en Saint Gallen y Lucerna. Interpretó a Susanna en Las bodas de Fígaro, papel que le proporcionaría a lo largo de su carrera numerosos éxitos. La prensa francesa la proclamó «gran revelación de la temporada» en el año de 1991. Emprendió varias giras a nivel internacional estuvo en la Staatsoper de Hamburgo, el Théâtre de la Monnaie de Bruselas, el Covent Garden de Londres, la Deutsche Staatsoper Unter Den Linden de Berlín, el Teatro Colón de Buenos Aires, la Metropolitan Opera House de Nueva York y en la Scala de Milán, donde debutó en 1991 como Musetta en La bohème, de Giacomo Puccini.  

Al poco tiempo recibió en Alemania el Premio de la Crítica por su grabación discográfica Arie antiche, era una presentación de canciones antiguas del barroco italiano. Bayo demostró su interés por la lírica antigua y por los instrumentos musicales. A mediados de los años noventa, María Bayo había logrado una discografía sólida en donde se reflejaba su estilo propio. En 1998 debutó en el Festival de Salzburgo, en el marco del Festival de Pascua, interpretó la canción La Calisto, de Francesco Cavalli. Bayo aceptó el reto de cantar mezzosopranos en el Festival de Verano para interpretar a Cherubino, tras la propuesta que le hizo el propio director del festival, Gerard Mortier.

Bayo estuvo en Salzburgo en 1999 con el director Lorin Maazel. Presentó Zerlina, del Don Giovanni de Mozart, tuvo muy buenas críticas.  Bayo durante su carrera pudo trabajar con importantes directores internacionales como Sinopoli, Chailly, Colin Davis, Bychkov, Maazel, Scimone, Plasson, Albrecht y más. Los directores españoles con los que trabajó fueron Frühbeck de Burgos, Ros Marbà, Víctor Pablo Pérez, entre otros. También conoció especialistas en instrumentos originales, actuó en las salas de conciertos más prestigiosas de París, Bruselas, Amsterdam, Londres, o Nueva York.

A Bayo se le vio actuar en recitales como en conciertos sinfónicos y en obras como la Segunda sinfonía de Gustav Mahler, los cuatro últimos lieder de Richard Strauss, la Novena sinfonía de Beethoven, el Stabat Mater de Gioachino Rossini y el Réquiem de Giuseppe Verdi. Compartió escenarios con Alfredo Kraus y Plácido Domingo. Grabó varios volúmenes de canciones españolas. En octubre de 1999, con motivo de la reapertura del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, intervino en esta velada y fue catalogada como una de las más emotivas de su carrera.

Iniciando el siglo XXI María Bayo ofreció numerosos recitales en Francia y España, acompañada por la orquesta Capriccio Stravagante, del director Skip Sempé. Entre estos conciertos se destaca el que ofreció en el Teatro Gayarre de Navarra. Se preparó la Gala Homenaje a Alfredo Kraus y la soprano estaba planillada para ser el show central, lamentablemente por una indisposición no pudo realizar su debut en el Teatro Real. Al poco tiempo, fue premiada con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura en un solemne acto en el monasterio de San Salvador de Leyre, recibió el premio de las manos del príncipe de Asturias.

Grabó con un sello francés Auvidis Valois, cabe destacar Arias-Exsultate Jubilate, de Mozart, unánimemente reconocido y elogiado. Un disco calurosamente recibido por la crítica y por el que la soprano fue nominada al premio Grammy a la mejor cantante clásica en 2001. También grabó Antígona, de Tomasso Traetta, bajo la dirección de Christophe Rousset, para el sello Decca. Gracias a su talento y su persistencia Bayo goza de un reconocimiento unánime de la crítica internacional. Y la definen como una de las mejores intérpretes mozartianas del mundo, se ubica al lado de grandes artistas de su país como Montserrat Caballé, Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza o Pilar Lorengar.