Biografía de Lucrecia Borgia

Lucrecia Borgia (18 de abril de 1480 – 24 de junio de 1519) Noble y mecenas. Nació en Borja, España. Hija del papa Alejandro VI. Es conocida en la historia europea como una figura de maldad. Tanto ella como su estirpe fue descrita como corrupta. Favoreció el mecenazgo de escritores y artistas. Muchos aseguran que esta mujer aprovechó su belleza para conseguir lo que pretendía. Su familia procedía de Borja, una región española cercana a la sierra del Moncayo.

Alejandro VI, redactor de la bula Inter caetera (1493), casó a los trece años a su hija Lucrecia con Giovanni Sforza, pero cuatro años más tarde logró deshacer el compromiso alegando impotencia del marido. Luego, obtuvo por conyugue a Alfonso, príncipe de Bisceglie, bastardo de la familia real de Nápoles, con quien tuvo un hijo, bautizado Rodrigo.

Lucrecia quedó viuda y se entregó a todos los excesos y orgías en el escenario corrompido del Vaticano, dando a luz un hijo fruto de amores incestuosos con su propio padre. De estas situaciones se escribió una obra, poco conocida, La Roma de los Borgia del francés Guillaume Apollinaire. Debemos indicar que se centra sobre todo en las perfidias maquiavélicas de César Borgia, padre de Lucrecia. La novela atribuye, por ejemplo, los amores entre Lucrecia y Alejandro VI a una mala jugada de César. Relató apoteósicas orgias.

Cuando tenía 22 años su padre murió. De este modo, el ilusorio poder omnímodo de los Borgia se desmoronaba a manos de otras familias. Algunos de los bastardos de César Borgia se refugiaron en la corte de su tía, en Ferrara, mientras que Jofre, hermano de Lucrecia, se retiró a Nápoles, donde ostentó el título de príncipe de Squillace. A partir de 1505, Lucrecia se convirtió, tras la muerte de su último esposo, en la duquesa de Ferrara, contrato varios artistas famosos como Ariosto y Pietro Bembo. Con el paso de los años su lucidez y belleza empezó a perderse. En el año de 1519 murió luego de un aborto mal practicado.

Existe otra versión que asegura que su muerte se dio luego del parto de su octavo hijo (nació muerto), el 24 de junio de 1519, y Lucrecia murió a los diez por una fiebre puerperal a los 39 años en Ferrara. Su cuerpo fue enterrado en el monasterio del Corpus Domini.