Johannes Vermeer (31 de octubre de 1632 – 15 de diciembre de 1675) pintor barroco. Nació en Delft, Holanda. Su padre fue un Reijnier Janszoon, un trabajador de la seda, aunque él también se dedicó a comerciar obras de arte de algunos talentosos artistas de la ciudad, y su madre Digna Baltus, su familia perteneció a la iglesia protestante. Al llegar a la juventud decidió experimentar el mundo del arte, así que asistió al taller del pintor Carel Fabritius como aprendiz por 6 años. Posteriormente fue admitido en el año 1653 en la cofradía de San Lucas como maestro pintor, y también se ganó la vida como marchante.
En su momento la vida cultural y artística estaba en pleno florecimiento, esta época fue bautizada por los historiadores como la Edad de Oro neerlandesa. Vermeer fue un pintor que realizó sus obras más que por voluntad propia; por encargos para mecenas. Por ello, su obra conocida es reducida. Aproximadamente son conocidas 33 obras. Por otro lado, muchas de las obras se extraviaron o deterioraron. Realmente se dice que la vida de este pintor fue muy miserable y hasta poco exitosa. Se casó con una mujer católica llamada Catherina Bolnes, su familia nunca estuvo de acuerdo con esta unión y los cuatro hijos que tuvieron murieron a temprana edad. Además su tiempo de vida fue corto.
Gracias a su relación con Catherina y su rica familia, Johannes pudo relacionarse con importantes personajes de la vida pública. Por ello, en 1672 fue llamado a La Haya para realizar la curaduría de una colección de cuadros vendidos por un comerciante de Ámsterdam al elector de Brandengurgo. En suma, su suegra constantemente le solventaba económicamente, pero las deudas nunca dejaron de agobiarlo. Su producción consistió en interiores domésticos, estos se caracterizaron por tener mucha luminosidad.
Los personajes retratados usualmente se encontraban realizando actividades como la lectura, escritura, interpretación de algún instrumento musical, o realizando alguna tarea doméstica. Una de sus obras representativas fue La lechera (1660), y Mujer con jarra de agua (1663). En dichas obras Vermeer logra utilizar los efectos de la luz con sutileza y pureza, dando una impresión de solidez y firmeza. Otras de sus obras son Soldado y mujer riendo (1657) y Joven con sombrero rojo (1667). Algo muy admirable de las obras de este holandés fue la capacidad de retratar la vida cotidiana de su región. En sus cuadros representó todas las clases sociales, el ambiente de tabernas, la aristocracia y la burguesía culta y refinada.
En el espacio de la pintura ubicaba inteligentemente los objetos con ciertos fines. Baste como ejemplo la pintura La lección de música (1660) en la que el color de las baldosas y las líneas generan un claro camino para que el espectador enfoque su mirada en la parte importante de la situación. También utilizó la luz para apoyar tal finalidad. Por otro lado, podemos mencionar que en sus creaciones no abundan los personajes, siempre hay uno o máximo tres.
Gustav Friedrich Waagen y Théophile Thoré, cuando conocieron sus obras le dieron una alta reputación, esta creció hasta el punto que fue considerado uno de los más grandes pintores holandeses.
Su fama aumentó con el descubrimiento de su obra titulada La cena de Emaús, esta fue descubierta por el artista poco reconocido Hans van Meergeren, ya que esta obra estaba marcada con su apellido. La obra fue comprada por el museo de Rotterdam que la adquirió por 270.000 dólares. Durante la guerra, la fama de las obras descubiertas se expandió por toda Europa. Estas obras llegaron hasta Berlín cuando el nazi Hermann Goering compró una tela por 850.000 dólares. Acabada la guerra, el cuadro fue enviado de nuevo a Holanda y Meergeren fue encarcelado por vender una obra que no era de su propiedad. De ahí surgió una polémica sobre la veracidad del cuadro.
La situación política de su país, aumentaron sus deudas y el mantenimiento de sus hijos provocaron una dura situación económica, teniendo que pedir créditos. A causa de la Guerra Franco-Neerlandesa iniciada en 1672, las ventas de sus cuadros se estancaron. La muerte de sus suegros también fue un duro golpe para la familia. La situación fue tal que su esposa escribió una carta para pedir el perdón de sus deudas, en la carta expresó que su marido tuvo que vender cuadros durante la Guerra a un precio muy inferior a su valor.
Algunas de las obras que realizó durante este periodo fue: Mujer tocando la guitarra (1672), El arte de la pintura (1673), Dama al virginal (1673), Mujer sentada tocando la espineta (1675), entre otras. Luego de esta creación, su salud empezó a empeorar cada vez más. A finales de 1675, Vermeer murió. Concretamente, el 15 de diciembre de 1675. Vermeer fue enterrado en el sepulcro familiar de la Oude Kerk en Delft. Al quedar todas las deudas, su mujer tuvo que suplir las deudas y sus bienes.