Historia
Jaime Garzón
Biografía de Jaime Garzón
Jaime Hernando Garzón Forero (24 de octubre de 1960 – 13 de agosto de 1999) periodista y humorista. Nació en Bogotá, Colombia. Su madre fue Ana Daisy Forero Portella, una mujer muy católica que se dedicó al cuidado de sus hijos, y su padre Félix María Garzón Cubillos, quien murió cuando Jaime tenía tan solo 7 años y de quien heredó el arte de parodiar. Garzón estudió en el Seminario Conciliar de Bogotá donde demostró su falta de respeto a las autoridades; desde temprana edad mostró su inclinación por cuestionar y reflexionar sobre las concepciones establecidas por una sociedad religiosa y conservadora.
Antes de ingresar a la Universidad Nacional de Colombia para estudiar derecho su desempeño académico no era muy bueno. Luego ingresó a la Pontificia Universidad Javeriana para estudiar una maestría en ciencias políticas, pero no logró culmina su carrera al ingresar al mundo del activismo político y posteriormente al de la televisión. Garzón apoyó la campaña de Andrés Pastrana a la Alcaldía Mayor de Bogotá, durante esta campaña fue testigo del secuestro liderado por Jhon Jairo Velásquez alias Popeye integrante del Cartel de Medellín al candidato en la sede de campaña en Bogotá el 18 de enero de 1988.
Pastrana fue liberado una semana después y se quedó con la victoria en las elecciones; Garzón fue nombrado alcalde menor de Sumapaz. En su corto tiempo como alcalde de dicha localidad construyó un centro de salud, mejoró la escuela y pavimentó la única calle del pueblo. Entre 1990 y 1994 trabajó en la Casa de Nariño durante la presidencia de César Gaviria, asumió la coordinación de las traducciones de la nueva Constitución de 1991 a las lenguas indígenas y también fue de manera no oficial asesor de comunicaciones de la presidencia.
Garzón era conocido como un hombre comprometido con un cambio en el país, creyó en la solución de los problemas de Colombia y lo demostró con su compromiso diario con el PNR, con la Constitución de 1991, con la traducción de la Constitución a las lenguas indígenas. Estos fueron los invaluables aportes de Garzón en la política. El 5 de diciembre 1988, Garzón fue entrevistado en el Noticiero de las Siete como alcalde menor, a partir de ese momento los colombianos lo verían más seguido en televisión. Dos años después intervino en el programa Zoociedad, producido por Cinevisión para el Canal Dos. Luego este fue comprado por Cadena 1 de Inravisión.
Este programa que tuvo gran popularidad era una parodia social y política del país, tocaban temas de toda índole como la seguridad del país y la narcoguerra propiciada por el Cartel de Medellín. El personaje central era Émerson de Francisco, un presentador de noticias que atraía al público por su originalidad al lado de Elvia Lucía Dávila. Gracias a este personaje fue modelo para peluquerías y almacenes de esmoquin. Posteriormente, Garzón estuvo a partir de 1995 en la realización de ¡Quac! El noticiero de R.T.I. Colombia. Le dio vida a Néstor Elí, el vigilante de un edificio llamado “Colombia” que servía como un espejo para reflejar la realidad nacional y sus actores políticos.
Dicho programa despertó serias polémicas por la cantidad de sátiras y burlas a la crisis política del entonces presidente Ernesto Samper Pizano y el proceso 8000. Lo que se resalta del programa es que denunciaba sin vacilación la expansión paramilitar en Colombia y la situación de orden público en Urabá. Lo interesante de ¡Quac! era que, para los colombianos del común; ciudadanos que no poseían una gran educación política, podían entender la situación de una manera digerible y muy divertida. Lamentablemente el noticiero fue clausurado en el año 1997.
Posteriormente, Garzón fue llamado por el programa Lechuza del Canal Caracol, Radionet y al noticiero CM& con su último y más popular personaje, Heriberto de la Calle, un lustrabotas que realizaba entrevistas a importantes personajes célebres y que representó hasta su asesinato en 1999. Este humorista también hizo parte de los grupos mediadores en la liberación de varios secuestrados en poder de las Farc durante la década de los 90. En uno de estos sucesos, Garzón fue acusado de tener nexos con las FARC el 6 de mayo de 1998, pero luego de un tiempo se demostró su inocencia y además se reconoció públicamente la labor humanitaria.
El periodista lanzo una acusación involucrando a miembros de la Decimotercera Brigada del ejército de vender secuestrados a la misma guerrilla. Varios militares activos tuvieron que rendir cuentas ante la justicia, especialmente por el secuestro y asesinato del empresario israeli Benjamin Khoudari ocurrida en enero de 1999. Luego del secuestro de la Senadora Piedad Córdoba a manos de los paramilitares al mando de Carlos Castaño Gil se supo que la vida de Garzón corría peligro por sus intenciones de crear diálogos de paz. Pero, Garzón no se intimidó y siguió con su lucha.
Debemos mencionar que ha sido un personaje que nos mostró otra manera de hacer humor, un humor consciente y crítico que tenía como objetivo sembrar la semilla del cuestionamiento en los colombianos para buscar un mejor país. Los personajes icónicos que sirvieron para ello fueron: Heriberto de la Calle, Dioselina Tibaná y Nestor Eli, entre otros. Pero finalmente sucedió lo que muchos temían, mientras el periodista se encontraba en el municipio de Mariquita con la finalidad de hacer un acercamiento con Carlos Castaño. En ese lapso llevó a cabo un encuentro con el jefe paramilitar Ángel Gaitán Mahecha.
Logró cuadrar una reunión con Castaño el 14 de agosto en la ciudad de Córdoba. Testigos y amigos de Jaime afirman que él sabía que su vida tenia los días contados. El 13 de agosto muy temprano en la mañana el periodista Jaime Garzón se dirigía a los estudios de Radionet en Bogotá en un Jeep Cherokee gris y mientras estaba en un semáforo cercano al Quinta Paredes fue interceptado por dos hombres en una motocicleta blanca de alto cilindraje con las placas ocultas quienes le propinaron cuatro disparos a la altura de la cabeza.
La noticia de su muerte impactó todo el país, en Bogotá se realizaron varias manifestaciones en rechazo a su asesinato, fue despedido por miles de personas quien acompañaron la carroza fúnebre hasta el cementerio. El gremio de periodistas demostró su indignación en las siguientes emisiones de los noticieros. Las investigaciones judiciales realizadas desde la fecha han comprobado que en el asesinato recae la responsabilidad sobre los altos mandos militares de aquel momento y líderes paramilitares. En la actualidad no se ha esclarecido quienes son los directos responsables de su muerte.