Músicos

Isaac Albéniz

Biografía de Isaac Albéniz

Isaac Manuel Francisco Albéniz y Pascual (29 de mayo de 1860 – 18 de mayo de 1909) Nació en Camprodón, España. Compositor y pianista español, considerado uno de los compositores más importantes del siglo XIX, especialmente por sus obras para piano de corte nacionalista como las obras: Cantos de España y Catalonia: suite populaire pour orchestre en trois parties. Albéniz fue un niño prodigio, con sólo cuatro años hizo su debut como pianista y posteriormente fue presentado en el Teatro Romea de Barcelona. Se formó como compositor y pianista en Barcelona, Madrid y Bruselas y fue discípulo del reconocido compositor, Felipe Pedrell. Fue un prolífico compositor de temas para teatro, piano y otros instrumentos. De su extensa obra sobresalen: Suite española (1886), Rapsodia española (1887) e Iberia (1906-1909), así como las óperas: El Ópalo mágico (1893) y Pepita Jiménez (1896).

Familia e inicios

Hijo de Ángel Lucio Albéniz y Gauna y María de los Dolores Pascual. Albéniz tuvo tres hermanas: Blanca, Clementina y Enriqueta. Desde temprana edad su familia cultivó en él, el amor por la música y el arte. Durante los primeros años de formación recibió lecciones de piano de su hermana. Cuando cumplió los cuatro años, su padre preparó su primer concierto en publicó y poco tiempo después lo presentó en el Teatro Romea de Barcelona. Después de su exitoso debut, tomó clases de música en Barcelona e intentó, infructuosamente, ingresar en el Conservatorio de París.

A los ocho años se trasladó a Madrid, donde prosiguió con sus estudios asistiendo a las clases Mendizábal en el Conservatorio. Siendo todavía menor se fugó de su casa para viajar por diversos lugares de Europa y América, visitó algunos pueblos de Castilla en los que preparó sus propios conciertos y después se embarcó rumbo a Puerto Rico. Durante su viaje deleito a los pasajeros tocando algunas de sus obras a cambio de dinero para el pasaje. En el trascurso de su viaje por América, visitó Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba.

Después de un largo viaje, regresó a Madrid a comienzos de la década de 1870. Al regresar se concentró en su formación académica con la ayuda del secretario del rey Alfonso XII, el conde de Morphy, quien se convirtió en su mecenas. Estudió en el conservatorio de Bruselas entre 1875 y 1878, con el apoyo del rey Alfonso XII. Tras terminar sus estudios se trasladó por corto tiempo a Budapest, donde conoció al reconocido compositor Franz Liszt. A comienzos de la década de 1880, se estableció en Barcelona, donde contrajo matrimonio con Rosa Jordana y Lagarrida y conoció al compositor Felipe Pedrell, quien desde entonces influyó profundamente en la obra de Albéniz.

Fue éste quien dirigió la atención del compositor hacia la música popular española, señalándole la importancia de exaltar y tomar en cuenta sus raíces en la creación de sus piezas. Desde entonces, Albéniz, que hasta ese momento se había enfocado en la música de salón, agradable y romántica, decidió dedicarse a la creación de piezas de inspiración nacional. Su música de tinte nacionalista comenzó a perfilarse hacia mediados de la década de 1880, con la obra Suite española (1886), que contiene las piezas, Granada, Cataluña, Sevilla, Cádiz, Asturias, Aragón, Castilla y Cuba.  Interesado por el teatro, Albéniz escribió diversas piezas para teatro como El Ópalo mágico (1893), Pepita Jiménez (1896), Merlín (1897-1902) y Launcelot (1902-1904).

A finales de la década de 1880, escribió las obras Rapsodia española para piano y orquesta (1887) y las Escenas sinfónicas catalanas (1888-1889), además de numerosas piezas instrumentales como: Mazurca de salón, Vals champagne, Amalia, Ricordatti, Serenata española y España: seis hojas de álbum.  En las ultimas décadas de su producción artística, la obra de Albeníz, se vio influenciada por el impresionismo y el lenguaje moderno de artistas como Debussy y Liszt, esto se vio reflejado en la mayoría de sus piezas instrumentales como Zambra granadina, Zorcico, Tres improvisaciones en fa sostenido e Yvonne en visite!, así como en su pieza más conocida, Iberia (1906-1909).  Esta obra compuesta por doce piezas en cuatro cuadernos, es una de las composiciones más complejas de la obra de Albeníz, en ella se puede apreciar los ritmos característicos de la danza española y la elegancia de la música de salón. Esta obra de tinte nacionalista e influenciada por el lenguaje moderno, habla de los sentimientos de amor y arraigo del compositor por su querida España.

En 1902, Albeníz se trasladó a Francia, donde continuó escribiendo piezas instrumentales y escénicas. Durante su estancia en Niza, escribió las obras Iberia (1906-1909), Navarra, Yvonne en visite! y Launcelot. Posteriormente se mudó a Cambo les Bains, ciudad en la que escribió su última obra, Azulejos. Albeníz falleció en Cambo les Bains, el 18 de mayo de 1909, a causa de una nefritis.

Obra

En la obra de este prolífico compositor español se puede distinguir tres épocas. La primera abarca desde sus inicios hasta la década de 1880, en esta se puede apreciar un estilo clásico, agradable y romántico, influido por la música de salón. Entre las piezas más destacadas de este periodo están sus sonatas para piano, los Seis pequeños valses y las Suites anciennes. La segunda etapa, es el periodo nacionalista que inicio a mediados de la década de 1880 y se extendió hasta comienzos del siglo XX, abarcando la mayoría de su obra. Esta etapa estuvo inscrita en la corriente artística denominada, alhambrismo,

la cual se caracterizó por el uso de ritmos de danzas populares y elementos del cante jondo.

La mayoría de las obras escritas en estos años se inspiraron en el folclor español y los sonidos propios de la danza española. De esta etapa sobresalen las obras, Suite española (1886), Rapsodia española para piano y orquesta (1887), Doce piezas características (1888) y Escenas sinfónicas catalanas (1888-1889). La tercera etapa de la obra de Albéniz, abarca los últimos años de su producción musical, escrita en Franca. En esta etapa se aprecia la influencia del impresionismo musical francés y la obra de los reconocidos compositores, Maurice Ravel, Claude Debussy, Gabriel Fauré, Ernest Chausson y Franz Liszt. De esta etapa sobresale su obra más conocida, Iberia (1906-1909).