Historia del motor eléctrico (1740) el creador del primer motor eléctrico fue Andrew Gordon, físico de origen escoses. Realmente no fue el inventor del motor eléctrico, pero si sentó las bases al inventar el motor electroestático, además escribió varios textos científicos relacionados con la electricidad, tales como: Phaenomena electricitatis exposita, Philosophia utilis et jucunda y Physicae experimentalis elementa.
Más tarde en 1820, Andre-Marie Ampere descubrió la ley de la fuerza de Ampere, gracias a este principio se explicó la producción de la fuerza mecánica por las interacciones de la corriente eléctrica y del campo magnético. Sobre esta idea surgieron varias refutaciones y disertaciones. Uno de los intelectuales que moldeó el planteamiento fue Michael Faraday, físico y químico que aportó invaluables conocimientos en el campo de la ciencia eléctrica al demostrar la conversión de la energía eléctrica en energía mecánica, lo logró luego de hundir un alambre libre en la piscina de mercurio mientras colocaba un imán permanente en él. Así que, la corriente pasaba por el alambre y luego giraba alrededor del imán.
Este motor no podía ser utilizado, realmente no era útil. Sin embargo, sentó las bases de esta gran invención. De manera posterior, Anyos Jedlik utilizó las bobinas electromagnéticas para experimentar y mejoró la cuestión técnica relacionada con la rotación repetida introduciendo el conmutador. Llamó a su dispositivo auto-rotador electromagnético. En la década del 30 del siglo XIX, Thomas Davenport creó un motor de corriente continua para fines comerciales. Su máquina era apta para las máquinas motorizadas. Pero desafortunadamente el alto coste de la energía hizo poco viable su creación.
Fue un dínamo de anillo de anclaje lo que permitió que el motor eléctrico pudiera ser utilizado en una maquina comercial reduciendo notablemente los gastos de energía. El responsable de esta hazaña fue Zenobe Gramme en el año 1871. Además, en 1886, Frank Julian Sprague logró introducir la velocidad constante, incluso bajo diferentes cargas. Nikola Tesla y Galileo Ferraris desarrollaron motores de CA giratorios. Aunque, seguían teniendo fallas. Al poco tiempo se patentó la dinamo en nombre de Werner von Siemens, lo anterior aportó al campo de la Ingeniería Eléctrica, que para ese momento solo era un concepto. Pero, que luego se convirtió en un campo de acción profesional.
Para la década de 1880, estaba en auge el electromagnetismo, la ingeniería eléctrica se convirtió en una disciplina académica, y un ingeniero llamado Isaac Peral, desarrolló el primer sumergible empleando motores eléctricos. El auge del tema de la electricidad fue tan importante que el sociólogo y teórico Karl Marx aseguró que vendría una revolución mundial como cuando las máquinas de vapor cambiaron la industria. Antonio Pacinotti tuvo la capacidad de transformar el movimiento mecánico en corriente eléctrica continua con una pulsación, y sentó las bases para la creación del motor eléctrico de corriente continua.
Los primeros motores eléctricos ejecutables y funcionales fueron creados por el ingeniero Moritz von Jacobi, quien los presentó al mundo en 1834.
En el año 1888, George Westinghouse compró la patente de Tesla sobre transformadores de corriente alterna y motores. Luego, pidió sus servicios para desarrollarlos. Ahora bien, surgió un gran problema relacionado con la inducción de corriente alterna: no se consideró óptima para los coches de la calle. En el año de 1891 General Electric
Actualmente los motores eléctricos gozan de ciertas características: su tamaño y peso son más reducidos, pueden tener diversas formas para adaptarse a la máquina que sea, su rendimiento es elevado, no emite contaminantes, no necesitan de refrigeración ni ventilación externa gracias a su capacidad de autoventilados. Los motores eléctricos funcionan para propulsar trenes, compresores y aplicaciones de bombeo. Los motores se clasifican por el tipo de fuente de energía eléctrica, construcción interna, aplicación, tipo de salida de movimiento, entre otras.