Síguenos en redes

Historia

Historia del Dinero

Historia del dinero
Pixabay / Libre de derechos

Historia del Dinero

El dinero fue una invención humana que permitió cambiar los procesos de la incipiente economía existente varios siglos atrás. Esta invención reemplazó la actividad del trueque utilizada por los grupos humanos con la intención de complementar lo que hacía falta a otro grupo, era entonces una correlación. Así que, era un trueque de bienes que podía ir desde un esclavo a un ánfora de vino o cualquier otro tipo de materias o enseres. En vista de lo anterior, se hizo evidente la necesidad de crear o encontrar algún medio que sirviera para valorar todas las mercancías y servicios que existían en los mercados y que fuera, igualmente, aceptado por todas las personas como forma de pago por sus mercancías.

Se utilizó ganado, pero resultó dificultoso porque no se podía dividir en pequeñas partes, también se usó aceite de oliva, pero resultaba difícil de maniobrar. Otros elementos fueron: cerveza, vino, cigarrillos, y algunos metales, etc. Estos últimos, fueron los más óptimos, se podían dividir en pedazos reducidos, eran fáciles de distinguir, eran resistentes y poseían un gran valor por ser escasos. La plata y el oro fueron los metales más utilizados, inicialmente en forma rústica. La desventaja del oro es que era muy escaso.

Por ejemplo, en Micenas se establecieron relaciones comerciales con permuta de objetos o intercambio de cosas que funcionaban a modo de moneda, sin serlo realmente. Algunos estudios indican que los egipcios conocieron cierta clase de dinero, pero lamentablemente, no hay resquicios de pruebas irrefutables.

Gracias a la obra la Ilíada del célebre griego Homero, en el siglo VIII a. C. podemos comprender que existió una suerte de moneda. Es relatado cuando Aquiles en la muerte de Patroclo ofrecer unos talentos de oro. Para explicar mejor, el talento era una especie de moneda pequeña. En otro texto de relevancia como la Biblia se relata el capítulo 62 del Génesis que, José fue vendido por sus hermanos a unos ismaelitas por veinte siclos de plata. En el siguiente capítulo de este libro se relata cuando Abraham compró el enterramiento para su mujer Sara por cuatrocientos siclos de plata pagados a Efron. Retomando dicho fenómeno en Grecia, los pobladores utilizaron el buey como medios de pago.

Así, en las antiguas civilizaciones, el siclo fue la medida de peso antes que una moneda. Los objetos eran dotados de una estimación material medida en una cierta cantidad de oro o de plata puro. En las islas de Egina y Eubea a finales del siglo VI a. C., se empezó a acuñar las famosas “monedas tortugas”, llamadas así por tener la imagen de este animal. En adición, los lidios, naturales de la región histórica en la península de Anatolia, actualmente provincias turcas de Esmirna y Manisa, acuñaban lingotes de oro y monedas de electro. Asimismo, en Roma, la moneda acuñada tenía en la cara el busto de la diosa titular de la ciudad, y en el sello a los Dioscuros a caballo.

Posteriormente, la libra también llamada pondo, dio lugar al sestercio, una de las monedas hechas de cobre o plata de más valor en el mundo romano. También existió el denario, cuyo valor resultaba equivalente a diez libras. Es necesario mencionar que este término dio lugar a la palabra moderna dinero. El denario se fue perfeccionando y decidieron realizarlo solo de plata, por la facilidad para obtenerlo, este tuvo un valor similar a la dracma griega. Existieron también otras monedas, no oficiales del Imperio, como el óbolo, muy común en el campo: equivalía a dieciséis granos de cebada o catorce y medio de trigo, vigésima parte del siclo.

Podemos ver que estos avances de las civilizaciones antiguas fueron muy importantes para el desarrollo de lo que hoy tenemos, actualmente muchas de las monedas como el rublo, la lira, la libra, el peso o la antigua peseta se siguen expresando unidades de peso. No obstante, el trueque no ha sido totalmente abandonado, muchas comunidades indígenas en Colombia lo practican, por ejemplo, en la comunidad Wayú de la Guajira, donde las cabras son una forma de pago. También en Abisinia, la pólvora y la sal siguen siendo forma normal de pago entre campesinos y pastores. En Haití las cañas llenas de aceite de coco y las nueces de coco hace las veces de moneda.

En la Europa medieval se percibió un fenómeno de adulteración de la moneda, esto fue rechazado por fuertes leyes. El resultado fue una enorme circulación de monedas de diferentes denominaciones, ya que el poder de acuñar que lo poseía legalmente el Estado, los gobiernos de las ciudades y algunas familias importantes, volvió a su control. Sin embargo, a lo largo de los siglos, el valor, la ley, la pureza de la moneda volvió a decaer, por el mismo factor. Durante el Imperio Romano los falsificadores de monedas de oro, le agregaban una gran cantidad de cobre.

Con el tiempo fue surgiendo la necesidad de innovar el material de moneda porque esta resultaba muy pesada y tenía gran dificultad para ser transportada. Se concluyó que era necesario sustituir el metal por el papel. Primero se probó en gran parte de Europa, dicho elemento fue el billete. Claramente era más fácil de cargar y su peso era indiscutiblemente menor al de la moneda. El banco de Suecia lanzó por primera vez una serie de billetes en 1661. Casi un siglo después, en China se adoptó el billete debido a los escasez de cobre. El billete fue reconocido como dinero legal, o sea dinero fiduciario, por el banco de Inglaterra.

La aparición del dinero constituyó uno de los grandes avances de la civilización humana en toda su historia. Impactó todos los niveles del hombre: económico, social, emocional, cultural, físico, entre otros. Con ello nos referimos a que, el dinero afianzó y reafirmó las clases sociales, el poder de una persona con respecto a otras. En el aspecto emocional, poseer cierta cantidad de dinero, puede generar en la sociedad una actitud de exaltación o de ridiculización. Para cerrar, el dinero es un medio de acceso a objetos y servicios. El dinero no solo impacta al individuo sino a la sociedad o una nación, por ejemplo, cuando este no se redistribuye equitativamente o cuando el dinero se concentra en una única persona, genera desigualdad social y un sinfín de flagelos sociales.

Advertisement